2.Sonrisa

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Fictober 2020

2. La chica del tren. (SONRISA)

Todas las mañanas, a las ocho, camino a la estación para tomar el tren que me lleva a la escuela. Llena en exceso de personas es casi imposible no respirar el mismo aire que las cinco personas a tu alrededor. Sin embargo, mi expresión de matón hace que se alejen de mí.

Excepto una.

Esa chica que lleva un uniforme distinto al mío, de cabello castaño. ¿Habrán pasado días para notar que ella es la única que parece no estar atemorizada?

Jamás hemos cruzado miradas, menos palabras. Solo nos hacemos compañía mientras ella se baja primero.

Los días pasan y eso sucede una y otra vez.

Mi vida caótica hace que aparente ser un chico rebelde y busca pleitos. Cuando estaba en secundaria opté por entrar a un grupito de vándalos, no me gustó y para salir he tenido que disputar varias peleas clandestinas. En mi oreja izquierda cuelga un piercing, mi cabello castaño es un poco largo y bajo el uniforme oculto un pequeño tatuaje. Todos esos detalles hacen que la gente sienta temor al estar cerca de mí; aunque ya no me considero un "delincuente" y podría decirse que sólo tengo un amigo sabe la verdad sobre mí

Excepto una persona, se distingue de las demás.

De nuevo, la vuelvo a ver en el mismo tren.

Sin querer, cuando se abren las puertas del andén, dirijo mi mirada para buscarla, la veo subir y mi corazón late un poco.

Pero ahora más personas se han puesto delante suyo y esas cinco personas nos mantienen alejados.

¿Notará que hoy no estamos cerca?

Finalmente hemos llegado a la estación donde ella se baja .Las puertas se cierran y de nuevo la multitud no me deja verla.

Tal vez sea la costumbre, pero este día, parece que el tiempo se ha alargado. En el camino a casa me encuentro pensando en ella.

¿Este día también habrá usado esos pasadores en su cabello?

El clima parece cambiar, quizás pronto use el suéter escolar.

Espero mañana, poder estar más cerca suyo.

-0-

Al día siguiente salgo un poco más temprano de mi casa, la ansiedad recorre mis venas por querer llegar a la estación. Esta rutina, en vez de ser aburrida, alimenta más el latido de mi corazón.

¿Podría ser que me haya enamorado?

Pero no me creo capaz de hablarle.

Alguien como yo, no merece una chica así.

La veo en el andén, sin embargo, como ayer vuelve a suceder lo mismo.

Dejo caer mis hombros y observo del lado de la ventana, decepcionado por no estar cerca suyo. Mientras me dejo envolver por el sonido de los carriles, en el reflejo de la ventana identifico el color de su falda y sobre todo como una mano se posa sobre ella.

Una alarma se activa en mí, sutilmente giro la cabeza para poder ver con atención y la mano de un extraño, ahora en vez de quedarse quieta hace movimientos

Es un acosador.

Sin pensarlo dos veces paso por las personas que nos dividen y tomo con fuerza la mano del imbécil. La gente solo observa con asombro mi movimiento y esa chica por fin levanta su mirada hacia mí. Esas largas pestañas que cubren sus ojos, esmeraldas, se encuentran húmedas por las lágrimas.

FICTOBER 2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora