FICTOBER 2020

4. Embarazo

Fictober 2020
4. Embarazo

NUEVA VIDA

Sakura estaba en la prueba de vestido con Tomoyo, como siempre su mejor amiga se había superado, un vestido blanco corte princesa con escote en corazón y detalles en seda para la cola, parecía que flotaba. Su cabello corto estaba coronado con un velo y una tiara de estrella que hacía destellar sus hermosos ojos verdes, aquellos que habían enamorado tanto a su querido Xiao Lang.

Después de un noviazgo de diez años y miles de aventuras juntos, estaba por vivir uno de los días más importantes de su vida.

—¡No tengo como pagarte por  tanto Tomoyo. Este es el mejor regalo que me has dado! —sonrío la brujita a su amiga, observándola con mucho amor y agradecimiento.

Tomoyo se sonrojó por sus palabras y comenzó a moverse nerviosa, agarrando cosas o acomodando pedazos de tela mientras decía —¡Ay Sakura! No me veas así, me vas a hacer llorar. Luego tú te unirás, ambas terminaremos arruinando las dos horas de maquillaje que tuvimos y viéndonos terribles en el ensayo de la boda —terminó con las manos en la cintura y los ojos llorosos queriendo verse muy seria.

Sakura se sorprendió de la rapidez con la que su amiga habló, pero luego se escucharon sus risas en la habitación de la azabache y terminaron dándose un abrazo.

Mientras Sakura se retiraba el vestido detrás de un biombo, Tomoyo le pasaba la ropa que usaría:

—¿Vendrá la señora Ieran al ensayo? —preguntó Tomoyo doblando unas telas. —Sí, llegó ayer de Hong Kong —respondió Sakura detrás del vestidor.
—¿Las hermanas Li? —indagó nuevamente esperando que su amiga terminara  quitarse el vestido.
—Ellas estarán hasta el día de la boda, ya sabes, están a cargo de las empresas.
—¿Mei? —Tomoyo sonrió al recordar a esa chica tan especial.
—Llegó con la mamá de Shaoran, me llamó en cuanto pisó el aeropuerto para decirme que teníamos una conversación pendiente. Quiere saber todo lo que pasó cuando me dio el anillo —contó la ojiverde mientras salía del biombo, sus mejillas coloreadas eran un recordatorio de que ese día no sólo dio el sí al matrimonio sino a una unión eterna en alma y cuerpo.

Tomoyo sonrió de manera pícara y cerrándole un ojo, añadió —¡Y qué cena! ¿No? Llena de emociones, sensaciones, besos, abrazos y…

—¡Tomoyo! —chilló Sakura completamente roja. 

Ambas amigas rieron mientras terminaban de arreglarse, el tiempo apremiaba y no querían llegar tarde. 

Ya había pasado casi mes y medio de aquel día, Shaoran como siempre había logrado sorprenderla, una cena en uno de los hoteles más exclusivos de Tokio.

Él le dijo que tenía una noticia importante con respecto a su futuro y ella creyó que hablaba de él, de algún negocio, sonrío ante el recuerdo, siempre tan despistada. Aún recordaba el momento en que vio la habitación, velas, una vista preciosa sobre un balcón decorado con luces, música, el aroma de la comida y el vino rosa que tanto le gustaba. Todo le parecía de ensueño, sin embargo se encontraba un poco contrariada porque no esperaba tanto para hablar de trabajo, grande fue su sorpresa cuando después de comer la invitó a bailar, él se veía nervioso, evadía su mirada y ella comenzó a hacerse ideas raras. Pensó que tal vez se iría, que había hecho algo malo, pero cuando comenzó a hablar todos sus miedos se disiparon:

—Sakura, hoy quise crear un ambiente mágico para ti, porque desde que nos conocimos lo único que me has dado es magia. Cambiaste a aquel niño gruñón, que sólo pensaba en hacerse fuerte, en recolectar cartas y en ser el mejor. Mi vida no fue nunca igual y por muchos meses estuve sobre una montaña rusa de emociones. Cuando por fin descubrí que me gustabas y logré ser correspondido, mi mundo cambió. En ti, he encontrado una amiga, una compañera de aventuras y espero, una de vida —dejó de bailar y se hinco—. Sakura Kinomoto ¿quieres casarte conmigo? —preguntó mientras abría una cajita rosa que contenía un hermoso anillo de diamante que asemejaba una estrella.