Fictober 2020
10. Seducción
Los personajes de Sakura Card Captor pertenecen a CLAMP, el contenido que a continuación leerán es de mi total autoría y no autorizo su reproducción en ningún otro fandom.
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―Es un milagro verte en casa tan temprano ―saludó Tomoyo cuando abrí la puerta de mi apartamento―. ¿Estás bien?
―Sí, muy bien. Pasa ―Tomoyo entró y me entregó una carpeta que estaba esperando del trabajo―. Pedí una licencia de cinco días, no he tenido vacaciones desde el año pasado y mi casa pide a gritos una limpieza profunda.
―¿Necesitas ayuda? ―preguntó sacando de la nevera una botella con agua.
―Lo que se vé no se pregunta, amiga ―Tomoyo sonrió y se sentó a la par mía.Analicé las fotografías que mi amiga había traído. Tomoyo y yo trabajábamos para una revista y estábamos renovando su diseño. Pensamos que una portada que rescatara los rostros de Tomoeda era una buena idea y las imágenes hablaban por sí solas. Solo esperaba que el jefe las aprobara.
―Te quedaron excelentes, Sakura ―comentó Tomoyo viendo las fotografías―. Ya verás que serán las elegidas.
―Eso espero ―respondí dejando la carpeta en la mesa. Me puse de pie para continuar con la limpieza.
―¿Eriol y Syaoran ya salieron a Tokio? ―preguntó y no había dado dos pasos cuando me dejé caer nuevamente en el sofá.
―¿Por qué eres así? ―bufé viéndola con el ceño fruncido.
―Oh no, ni creas que vas a intimidarme con esa mirada ―me retó y tomó agua nuevamente―. ¿Hasta cuándo vas a dejar de torturarte siendo la mejor amiga?
―Cuándo tú y Eriol saquen a la luz su relación ―respondí esperando callarla con eso, pero no fue así.
―¿Crees que al mundo entero le interesa saber lo que nosotros tenemos? ―preguntó encogiéndose de hombros.
―Pues a mi tampoco me interesa que él sepa lo que siento ―bufé sacando a relucir mi frustración.
―No seas inmadura, Sakura. Tienes veintitrés años ―Tomoyo lanzó en mi dirección un cojín―. Puedo contar con los dedos de una de mis manos las veces que te he conocido una pareja.
―Ya sabes que no voy a involucrarme con nadie para sacarlo de mi mente y de mi corazón ―defendí mi postura. No me gustaba jugar con los sentimientos de los demás.
―No he dicho que juegues con los demás ―comentó observandome―. Necesitas aprender el arte de la seducción, tal vez eso es lo que necesitas para que él te observe.
―¿Quién te ha dicho que yo no puedo seducir a un hombre? ―pregunté sintiendo vergüenza por mentirle a mi mejor amiga.
―Cariño... ―dijo poniendo su mano sobre la mía―. Sabes tanto de seducción como un sabe bebé de aritmética.
―Eres... ―no iba a debatir ese tema con ella. Tomoyo me conocía más que nadie―. Te demostraré que puedo seducir a Syaoran.Y sí, ese era mi dilema. Yo sentía algo por Syaoran Li, mi mejor amigo y Tomoyo fue la primera en entender porque reaccionaba de modo torpe cuando estaba con él. Ella me había animado a que le confesara mi sentir, pero antes tenía que comprobar si era algo pasajero.
Tuve un par de noviazgos y ninguno pudo subir de nivel porque Syaoran seguía en mi mente. Teníamos diez años de amistad y cinco de haberme fijado en él, no había querido decirle nada, porque tenía miedo de perder lo que con tanto esfuerzo habíamos logrado.
―Sakura ―llamó mi amiga―. Tu celular está sonando.
―Es Eriol ―dije señalando su nombre en la pantalla―. ¿Habrá pasado algo?
―Iban en tren, ¿verdad? ―preguntó y decidí salir de esa duda.
―¿Qué sucede, Eriol? ―omití el saludo, un par de horas atrás los había visto.
―Sakura, necesito que seas mi salvación ―dijo con notable preocupación.
¿Todo en orden? ―indagué viendo la incógnita en el rostro de Tomoyo.
―Sí, pero por accidente, olvidé el disco duro que tiene la información que vamos a presentar mañana ―explicó y me pude hacer una idea de lo molesto que estaba Syaoran.
―El lobito debe de querer saltar a tu yugular ―me burlé―. ¿Qué quieres que haga?
―¿Ya te dije cuanto te amo? ―sonreí gracias a sus palabras―. En la primera gaveta de mi escritorio lo encontrarás. Busca una carpeta con el nombre nuevos proyectos. Necesito que me envíes esa información por correo.
―¿Sabes que tendrás que pagar un alto precio? ―me puse de pie pidiendo a Tomoyo que me siguiera.
―Bajaré la luna si así lo deseas ―respondió y escuché del otro lado el bufido de Syaoran.
―Esa, bajasela a Tomoyo ―escuché su carcajada y me despedí de él prometiendo cumplir con rapidez en el envío.
―¿Qué sucede? ―preguntó Tomoyo siguiendome al departamento de Eriol.
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FICTOBER 2020
FanficDice el viejo refrán: "No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy". Y eso fue lo que pasó aquella madrugada, cuando sin poder esperar a que el sol hiciera una nueva aparición en el firmamento, dos mentes maquiavélicas idearon un plan para traerle...