FICTOBER 2020

17.Desenfreno

Fictober 2020

17. Desenfreno

La obsesión de Sakura por Halloween comenzó cuando apenas tenía ocho años. En ese entonces era una niña miedosa e insegura, principalmente porque su hermano Touya se encargaba de asustarla cada vez que podía con películas de terror o disfraces de fantasmas. La pequeña Kinomoto salía corriendo como una gallina a esconderse tras las piernas de su padre. Gracias al cielo, ese mismo año, conoció a los que se transformarían en sus mejores amigos, Tomoyo Daudouji y Syaoran Li. Aquella tarde Fujitaka se encontraba abriéndole la puerta a todos los niños que pedían dulces en la calle y su hija menor se encargaba de entregarlos, porque se negaba a vestirse de cosas tan feas.

La amatista y el ámbar, quienes estaban disfrazados de una princesa zombie y un lobo respectivamente, tocaron el timbre con entusiasmo y esperaron con sus bolsas naranjas en forma de calabaza. Fujitaka abrió la puerta y los saludó con su amable sonrisa.

-¡Dulce o travesura! -La niña de cabello largo sonreía cordial y el niño a su lado traía una cara de pocos amigos.

-¡Qué pequeños más adorables! ¿no crees Sakura? ¿Por qué no les das una doble porción? -apenas escucharon esa sugerencia se les iluminó el rostro. El mayor se volteó para llamar a su hija que jugaba con su osito de peluche sentada en el suelo. La castaña asintió y se levantó, tomó la fuente de los dulces a su lado y después caminó a la entrada. Era muy tímida, así que intentó no hacer contacto visual con ninguno de ellos, pero sin querer, cuando estaba sacando su mano de la bolsa, rozó la del chino, cosa que lo sorprendió y el niño soltó la bolsa dejando caer todas las golosinas.

-¡Lo siento mucho! - dijo la pequeña.

"Niña tonta" pensó el castaño enojado, ambos se agacharon para recogerlos y volvieron a tocarse las manos, causando que soltaran un pequeño grito. Tomoyo estaba fascinada con lo que veía. ¡Al fin encontró la forma de molestar a su amigo.

Syaoran los recogió rápidamente, se inclinó hacia el mayor agradecido y salió corriendo hasta la otra vivienda. Su amiga se quedó allí e intentó esconder su risa en su mano. ¡Esa hermosa niña debía ser su amiga! -Muchas gracias, mi nombre es Tomoyo Daidouji -se presentó con educación y luego miró a la castaña de ojos esmeralda que estaba escondida detrás de su padre-. ¿Quieres venir con nosotros?

Sakura negó efusivamente y miró sus zapatos rosados, no quería ir con ellos, menos con ese niño atemorizante. Estaba segura de que la odiaba, lo supo cuando sus ojos fríos se fijaron en ella. Pero a su padre le pareció una estupenda oportunidad para que su pequeña hiciera amigos, así que le sonrió con cariño y le acarició la cabeza -Creo que es buena idea hija, ve con ellos, yo los estaré vigilando desde aquí-. no le quedó más que suspirar resignada y aceptar.

-¡Genial! La pasaremos muy bien, ya verás -Tomoyo la tomó de la mano para no perderla-. Te presentaré a Syaoran, es un poco bobito y huraño, pero cuando lo conoces es muy divertido, aún más cuando lo molestas. Vive en mi edificio y sus padres son amigos de mi madre, así que nos conocemos de cuando éramos unos bebés -Sakura asintió con cada palabra y agradeció que le diera toda esa información sin siquiera pedirla, no era buena hablando con niños de su edad. Corrieron hasta alcanzar al menor de los Li, él se volteó hacia ellas y frunció aún más el ceño cuando notó quién venía con su amiga, era la niña rara.

-¿Qué haces tú aquí? - espetó fríamente.

La amatista se enojó por su actitud y lo regañó enseguida -No seas grosero Syaoran, ella...-entonces se dio cuenta de un gran detalle y volvió a sonreír-. ¿Cómo te llamas?