Capítulo 3

753 31 0
                                    

Me acerque temblorosa a Emma con miedo de que en cualquier momento se desplomara en el piso.

-¿Qué quieres de Grace? – pregunto Nicole a la defensiva.

-Veras – Emma la ignoro y se dirigió solo a mí – Eh tenido unos cuantos problemas, y necesito que…

-Claro, te robaste el dinero de algún pijo, te despojo de lo que tenías y ahora quieres que te demos asilo ¿o que rubia oxigenada del demonio?

 -Nicole – reproche

-¿Qué? – Pregunto - ¿no le puedo decir sus verdades o qué?

-Mira – respondió ahora Emma – No voy a pedir quedarme en tu casa. No me voy a rebajar contigo. Aunque sé que eso te gustaría niñata de mierda. Sin embargo no te daré el placer zorrita.

Nicole se quedó callada. Meramente porque le gustaba demasiado su rostro. Y una discusión así con Emma siempre terminaría en sangre y no precisamente de ella.

-¿Qué quieres? – pregunte a la chica que parecía haber sido apaleada por unos cuantos.

-Necesito que me prestes el anillo – dijo mirándome seria.

Inconscientemente lleve mi mano hasta mi mano derecha y acaricie el anillo de plata que Nathan me había dado. 

-No – respondí de inmediato.

-Tranquila solo es un préstamo. Te lo devolveré cuando haya arreglado las cosas.

Emma, era la compañera de Nathan en las apuestas. Ella era lo más parecido a Nathan que existía. De hecho se podría decir que era su versión femenina. Tal vez por eso una parte de mí se rehusaba a cortar contactos con ella. Además después del accidente ella se había aferrado a enseñarme a pelear “defensa personal” como ella le llamaba. Pero Emma Scott no era cualquier chica. Después de que Nathan desapareció ella siguió haciéndose cargo de las apuestas y negocios de Nate, por lo que me habían contado. Usaba un señuelo. Un chico que ella manejaba desde las sombras para que se hiciese pasar por la gran leyenda de las apuestas. Supongo que algo le salió mal, porque ahora necesitaba su anillo. Talvez alguno ha empezado a sospechar. Nathan siempre fue muy alarde con ese anillo. Fue la primera gran apuesta que gano. De hecho se lo gano a uno de los más grandes. Se crearon muchas leyendas urbanas después de aquello. Supongo que ahora necesitaba el anillo para probar su seudo-verdad.

-No creo que sea una buena idea…

-Vamos Grace – suplico – lo necesito. Hay unos cuantos cabecillas a los que necesito partirle el culo. Ese dinero es importante para la pandilla.

Suspire.

Cuando Nathan y Alex se unieron a la pandilla. Se habían hecho muy amigos de Scott. Más de una vez llegue a ponerme celosa por su amistad. Emma compartía muchas cosas con Nathan. Gustos en común que yo nunca pude entender. A ambos les encantaba pelear, apostar, incluso fumar. Sé que Nate se lo daría sin titubeos, pero por alguna razón yo no podía dárselo.

-No te lo daré – dije fría – yo iré contigo, te lo prestare durante la apuesta y me lo devolverás ahí mismo… solo dime cuando y donde -  ¿de dónde cojones me salió la valentía? Ciertamente no lo sé. Pero debería salirme más seguido.  

-Muy bien Collins. Me agrada que por fin tengas voz – sonrió –El viernes, en el bar. – Sonrió aún más pronunciadamente – sabes el camino.

-Pe-pero ¿Qué demonios? – Hablo Nicole sorprendida - ¿Segura que no tienes Frootlups en el cerebro? – Grito -¿Cómo se te ocurre semejante estupidez?

-Tranquila zorrita – hablo Emma – si tanto te importa. Puedes unirte a la fiesta y como supongo que eso incluye a Alex también. Les pediré que lleguen antes de las 10. Hay asuntos que debemos arreglar.

One & OnlyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora