El Comienzo

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Todo empezó un día normal y corriente, como otro cualquiera. Estaba tumbado en mi cama tranquilamente cuando mi teléfono sonó. Era Eigel, mi mejor amigo

Eigel: oye Hikari, necesito que vengas a ver esto ahora mismo
Hikari: es urgente? Sino te puedes ir olvidando
Eigel: si, lo es. Ven ya.
Tampoco tenía nada mejor que hacer así que, aunque me diese pereza, cogí mi ropa, me vestí y fui hacia donde se encontraba Eigel. Hacía muchísimo frío, tanto que se me estaban congelando más manos.
Hikari: que coño es eso y por qué a todo el mundo le da igual??
Eigel: ahora lo entiendes. Parece un portal o algo así, no sabía si tu también lo verías, pero al parecer somos los únicos que podemos verlo.
Hikari: Eigel, analiza lo que dices, como va a ser un portal? Esas cosas no existen.
Eigel: pero vamos a ver, lo tienes delante
Hikari: y si entramos? Así resolvemos el misterio
Eigel: me parece la peor idea que he escuchado en mi vida Hikari, y si nos mata que.
Hikari: vamos a ver, me has llamado para ver un portal que supuestamente sólo podemos ver nosotros y quieres que no entremos? Que quieres que hagamos con el, que se quede aquí como si nada? Si somos los únicos capaces de verlo, o almenos eso parece, será por algo
Eigel: claro, como no tienes padres te da igual, pero a mi no joder.
Hikari: mira, haz lo que quieras, yo me meto.
Después de eso di un paso al frente y entre en el portal. La voz de mi amigo Eigel, al igual que todo lo que veía a mi alrededor comenzó a fundirse en un color negro hasta que todo pareció desaparecer.



El reino de seishidouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora