II

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Toda la historia será narrada por la escritora

Otro día pasó, domingo para ser exactos, Lix se levantó algo tarde.

"Abuela, ¿Y mis padres?", preguntó Félix adormilado.

"Fueron a probar uvas al viñedo", respondió contenta.

"¿Harán vino?", habló emocionado. Cada vez que vienen a ver a su abuela es lo que normalmente hacen.

"Si, pero no lo puedes probar hijo", agregó preocupada, su chico aún era 'pequeño' como para hacerlo.

"Lo sé, pero se ve como el jugo de uvas que siempre me preparas y sabe delicioso", sonrió sentándose en la isla de la cocina.

"Pero el vino es amargo hijo", respondió poniendo una ultima banda elástica a su peinado.

"Lo sé", bajó su cabeza.

"¿¡Hm!? ¿Lo has probado amor?", exclamó preocupada la abuela.

"No, nunca lo he probado pero tú y mamá dicen que es amargo", abultó sus labios.

"Bueno. ¿Quieres desayunar?", le miró con una sonrisa.

"Mm.. ¡Si!"

--

Ya más tarde, las 3:11 pm para ser exactos, Félix se encontraba jugando con los cachorros de su abuela. Le dió sueño, se ducho y durmió.

Al día siguiente Lunes, para las 10:00 am ya estaba Félix su madre y su padre en casa, Félix perdió clase, pero intentaba recuperar trabajos con ayuda de sus compañero, Han, su mejor amigo virtual le envió toda esta.

Han Jisung

¿Me puedes decir por favor la tarea?
10:18 a.m.

¡Claro! Ya va
10:19 a.m.

Félix hizo toda su tarea y antes de la una ya la había enviado, es muy listo, pero le gana la curiosidad.

"Mamá, estoy muy aburrido", soltó Félix bajando de su habitación.

"Ay amor ¿Qué quieres qué haga?", le miró dejando de teclear en su computadora.

"Vamos a un lugar, ¡Ya sé! Vamos a los juegos de atracciones ¿Si?", se emocionó.

"Bien, vístete", cerró la computadora.

"Pero, de noche se ve mejor mamá", cruzó sus brazos.

"No amor, vamos ahora, ya sabes que en la noche me voy", se levantó y caminó a la cocina para beber agua.

"Bien, ya me visto", subió corriendo a su habitación para cambiar su ropa a unos shorts negros de mezclilla, un suéter amarillo tierno y sus tenis. "Estoy listo mamá"

"Bien, amor ven aquí, ya sabes que tienes que hidratar tus labios, toma te lo regalo", le dió una caja con cinco hidratantes para labios, uno rosa pastel, uno rojo tierno, uno que sólo hidrata sin color y otros dos igual.

"Gracias mamá", sacó uno y se lo probó. "Ahora vamos"

Salieron de casa subiendo al auto donde su madre conducía. Minutos después llegaron. "Vamos, ya llegamos Lix"

"Esta bien", bajó del auto. "¿A cuál subimos primero?", preguntó ansioso el Omega.

"No lo se hi-" Félix le interrumpió.

"¡Ya sé! Vamos a la montaña rusa", saltó emocionado.

"No lo sé, es un poco alto Félix", mordió su labio nerviosa. Los gritos que se escuchaban solo la ponían nerviosa.

"No lo es mamá, vamos", compraron boletos y esperaron su turno en la larga fila encontrándose delante de ellos el alfa que los ayudó en el cine.

"Félix amor, ¿No es el alfa del cine?", cuestionó la omega Lee.

"Si, creo, no lo sé", contestó sin mucha importancia el omega de pecas.

"Le diré hola", se encamino a este.

"No mamá, espera", demasiado tarde.

"Hola", habló la señora Lee a el alfa quién se volteó confundido pero después olfateó algo conocido y entendió quien era.

"Oh, hola", contestó con una sonrisa el alfa, a pesar de ser un poco bajo cuando un omega de su edad lo mira directamente a los ojos se siente tan sumiso.

"Me recuerdas ¿No?", preguntó con una sonrisa la omega amante de los lápices labiales.

"Claro", sonrió.

"Bien, Félix cariño ven aquí", ordenó a su hijo quien rápidamente llegó.

"¿Si mamá?", le miró un poco sumiso.

"Saluda a..."

"Changbin", el alfa completó la frase.

"Anda saluda a Changbin", sonrió al ver como el chico entendió.

Félix hizo una pausa mirando al chico enfrente de el, olfateó sintiendo en sus fosas nasales el olor a tierra mojada con café cargado. Elegante. "Hola", sonrió con emoción mirando al alfa enfrente de el.

"Hola", contestó Changbin sintiendo el dulce aroma del omega, nuevamente era escaso. "¿Qué edad tienes?", preguntó metiendo sus manos a su bolsillo.

"Tengo 17 años, ahm cumpliré dieciocho cuando empiece a ir a la universidad", mordió por dentro su labio, estaba (por alguna razón) nervioso.

"Genial, espero verte en la universidad pronto", le sonrió aun más. "Tengo 19, voy en segundo de universidad"

"Me gustaría verte también, pero tengo clases en línea", el sol ponía rosadas un poco sus mejillas.

"¿Bullying?", susurró al pecoso quien asintió y por primera vez se sentía escuchado no solo por su mamá ni su papá sino también por otra persona diferente. "Bueno, debería comprender ya tus razones, pero espero que tu mentalidad acerca de los alfas cambie, no hay alfas tan malos en el mundo, hay unos que les encanta ayudar", le guiñó esta vez por su cuenta y no por el sol.

"Oh", sonrió. "Supongo que eres uno de los alfas buenos", completó mirando al mayor

Hubo un silencio, para nada incómodo.

Hubo un silencio, para nada incómodo

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I'm Not A Baby [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora