I'm Not A Baby [Changlix]

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Toda la historia será narrada por la escritora

Minho y Changbin se fueron, irían a jugar videojuegos solo ellos en su propio mundo, mientras hablan sucesos raros de sus vidas o incluso comentan la vida de otros.

"¿Qué opinas de los omegas?", preguntó de repente Minho hacia el menor quien pareció tensar un poco su cuerpo.

"¿De los omegas?", hizo una pausa con una sonrisa. "Los omegas son personas lindas que solo buscan ser amadas de verdad. Ellos quieren y desean un alfa perfecto, pero por desgracia ya no hay muchos de ellos", miró a Minho quien parecía en un trance. Uno bueno.

"Yo creo que los omegas son como una rosa, si no las riegas se secan y los omegas si no los mimas entran en una tipo depresión", Changbin asintió escuchando al mayor mientras masticaba frituras.

"Buena descripción", le confirmó el pálido con una sonrisa, el otro sonrió apenado.

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"Mamá, Minho iba a ver omegas", soltó Luna mirando a esta quien cocinaba tan entretenida con una sonrisa. "Eso es lo que creo, anoche le pregunté"

"Déjalo amor, ya es tiempo para que tenga novia o novio", completó Seongjin con una sonrisa.

"¿Y si lo lastima? o ¿Lo lastiman?", Luna se preocupaba fácilmente. Claro, ahora también es mamá y por ello tiene instintos de protección. (Sobreprotección)

"Si lo lastiman o el lastima", suspiró profundamente mientras miraba a Luna aún con una sonrisa. "Minho sabrá recuperarse, en un buen alfa y no puedo creer que lo tengas en ese concepto Luna", la menor asintió ya entendiendo a lo que Seongjin se refería.

"De acuerdo", carraspeo un poco. "Mamá ¿Está bien si me voy unas horas?", sonrió. "Iré con Félix al centro comercial, ya vuelvo", sacó sus manos de sus bolsillos.

"Está bien, cuida a tu hermana y cuida a Félix, nos mataría mi hermana si se entera que algo le ocurrió a ese torpe omega", Luna asintió sin problema, sabe que su mamá casi no quiere a Lee.

"Si, lo sé", tomó las llaves del auto y caminó con los chicos.

"Ya estamos listos", soltó San bajando las escaleras. Luna los miró, San vestía un vestido floreado de colores amarillos y naranjas, zapatillas que dejaban ver nuevamente sus lindos pies. Félix vestía unos jeans negros con un hoodie blanco y dudó en ponerse las botas que su papá le había obsequiado, de igual forma ya con contaba con ellas.

"Vamos, vengan", los omegas caminaron detrás de la alfa que vestía con un hoodie negro, jeans negros y unas botas negras también. "Félix, no vayas a soltar mi mano", el de pecas asintió con una sonrisa. "San, tampoco lo vayas a hacer", San viró los ojos asintiendo. "Bueno, vayamos", comenzaron a caminar, todos hablando entre susurros pues la gente les miraba mal cuando decían o incluso hacían, una tontería.

Se adentraron al centro comercial, pensaron que aún faltaba para llegar, pero cuando te estás divirtiendo olvidas la noción del tiempo, miraron una tienda y San jaló a ambos hasta allí. La omega compraría ropa como si no hubiera un mañana, ropa, maquillaje, zapatos, etcétera. "Oye mujer necesito ponerte un cinturón de esos que usan los niños desordenados ¿Para que no me sueltes?", San viró los ojos molesta.

"Comparé ropa para ti Lix", tomó la mano del menor llevándole con ella. Eligió ropa y se la pasaba. "Pruébate esta", se la entregó con una amigable sonrisa al de cabellera ceniza.

"Está bien", lo tomó sonriendo de las manos de la omega de anaranjados cabello, entró en una pequeña habitación donde podías medir tu ropa, al salir no paraban de alagar lo bien que le sentaba.

"Genial, ya sé cual es tu moda Lee Félix", sonrió moviendo a este de los hombros emocionada por su buen sentido de la moda. "¿No es lindo Luna?", cuestionó a Luna quien se encontraba mirando a una omega la cual se probaba ropa corta. "¡Luna!"

"¿Eh? Si, le sienta muy bien", soltó nerviosa Luna. No debió hacer eso, tiene una omega y no solo eso, es mamá e incluso la ha marcado.

"¿Qué tanto miras?", preguntó San confundida acercándose a la alfa.

"A nada", bajo la mirada apenada y arrepentida de sus acciones.

"Si claro", hizo una dramática pausa. "Félix, cariño, te compraré esa ropa, guárdala", soltó con una sonrisa cambiando el tema.

"Está bien", Félix entró a la habitación de antes, se retiró el suéter con una rasgada de adorno en su cuello, lo guardó y salió hasta las hermanas.

"Vámonos", habló la omega de anaranjada cabellera con una sonrisa.

"¿Ya? ¿No comprarán nada más?", cuestionó Luna mirando a ambos omegas. Ellos negaron tomándose la mano para después tomarle esta a Luna. "De acuerdo, entonces andando niños", caminó con ellos hasta la caja.

"Luna", susurró la omega San mirando con lastima a su hermana.

"¿Si?"

"¿Nos puedes comprar malteadas?", se emocionó saltando un poco.

"De acuerdo, de acuerdo", sonrió.