XV

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Toda la historia será narrada por la escritora.

El alfa volvió a tocar confundido por no ser abierta la puerta. La omega salió sin encontrar a su hijo, frunció el entrecejo confundida y abrió ella.

"Oh, hola", William sonrió mirando a la omega quien estaba algo seria, el chico había hecho de alguna manera algo a su hijo, y el chico no le parecía bueno al contar con unos tatuajes, no eran tatuajes cualquiera, eran tatuajes reveladores para un chico de diecisiete años.

"Hola ¿Quién eres?", sonrió solo un poco.

"Mi nombre es William, ¿Está Félix?", preguntó el alfa con avaricia en su ser.

"No lo creo", mintió mirándolo retante, aunque su aura era de olor a hierbabuena, ese chico era extraño, y en definitiva no pasaría ni un segundo a su casa.

"Oh, ¿Dónde está?", preguntó aún sin borrar su hipócrita sonrisa.

"Aunque no debo decirte, el está con su novio", contestó aún mintiendo la omega Lee. "¿Y esas flores?", preguntó mirando como este las portaba orgullosamente.

"Son para él", le miró con una sonrisa. Esta vez una totalmente sincera.

"Hm, me temo que no, todos sus amigos saben que el es alérgico a el polen de las flores", sonrió retante. El alfa se avergonzó queriendo aplastar ahí mismo las flores que le causaban daño al pecoso.

"Lo siento, lo sabría si usted al menos le deja tener teléfono", se defendió elevando la voz. La omega comenzó a incomodarse, ese chico era una mala influencia seguro.

"¿Es mi culpa entonces?", preguntó cruzando los brazos mirando como el otro enfurecía por dentro.

"No, no", sonrió hipócrita.

"Bien, si no necesitas nada más-" el alfa interrumpió a la omega de alta estatura sin rendirse.

"¿Puedo esperarlo?", William apretó el ramo intentando calmar las ganas de despreciar a la omega que tenía enfrente, pero se limitó. La omega Lee, quien sabe, podría ser su familia en un futuro.

"No va a llegar", aseguró mirando a el alfa, su rostro tan neutro.

"Bien", hizo una pausa triste. "Si llega le dice que lo buscó William por favor, quiero hablar de algo con el, algo muy importante", sonrió mirándola con los ojos brillosos.

"Claro, yo le digo", mintió mirando al alfa.

"Bien adi-" la señora Lee cerró la puerta en su cara.
Por culpa de ese alfa su hijo tuvo un trance. No lo perdonaría.

 No lo perdonaría

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I'm Not A Baby [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora