Capítulo 34

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Amity

Esto probablemente era una mala idea.

Iba subiendo las escaleras que daban a los dormitorios de los chicos, aún faltaba para que amaneciera, por lo que no había nadie despierto. 

Llegué a la puerta donde se leía Merodeadores. Saqué mi varita y susurré -alohomora- la puerta abrió fácilmente y pude ver las siluetas de las camas acomodadas de igual manera que los cuartos de chicas. Avancé con cuidado de no hacer ruido, mientras buscaba la cara que me interesaba encontrar.

Lo vi, ahí dormido, con la boca un poco abierta y si ponía atención hasta escuchaba cómo roncaba un poco.

Le tapé la boca con mi mano, al mismo tiempo que con la otra lo sacudía bruscamente. Abrió los ojos de repente y comenzó a dar vueltas la cabeza asustado mientras intentaba gritar.

-Shhh- me acerqué a él mientras susurraba -No quiero que los otros despierten y nos descubran-

Cuando se dió cuenta que era yo, se tranquilizó bastante y después su cara cambió a una de confusión.

-¿Qué haces aquí Amity?- susurró tomando sus lentes para poder verme mejor.

-Quiero que me acompañes a un lugar- dije decidida -Tengo algo que mostrarte-

-¿Y tenías que hacerlo tan temprano? Ni siquiera ha amanecido- se cubrió la cabeza con las cobijas.

-Esa es la idea- lo destapé -vamos, se nos hace tarde- lo tomé del brazo y lo jalé fuera de la cama.

Apenas y le di oportunidad de ponerse sus pantuflas y mientras agarraba su cobija lo arrastre fuera del cuarto.

James

Bajamos corriendo las escaleras y salimos prácticamente volando por el retrato de la Dama Gorda, por la hora creí que la Dama Gorda estaría enojada con nosotros, pero parecía acostumbrada. Ni siquiera nos vio cuando habló

-Buenos días Amity-

-¿Acostumbras a salir a esta hora?- me faltaba el aire porque íbamos corriendo, pero ella parecía estar muy tranquila.

-Si, una vez que despierto no puedo volver a dormirme durante el día, y no quiero despertar a las demás- se encoge de hombros -así que salgo y recorro el castillo-

Me preguntaba si se veía con alguien en durante ese tiempo, la sola idea de que salía a ver a algún tipo provocaba una extraña sensación en mi.

-La próxima vez avísame para hacerte compañía- hablé antes de pensarlo dos veces.

Se detuvo y volteó a verme -¿hablas en serio?- podía escuchar la duda en su voz. -De verdad me levanto muy temprano-

Mi cuerpo probablemente me odiaría y me dormiría en todas las clases, pero si eso quería decir que podía pasar más tiempo con ella -totalmente en serio-

Estudió toda mi cara, como si estuviera buscando algo, y me regaló la sonrisa más bonita que he visto -está bien, te tomo la palabra-

Seguimos corriendo por el castillo, poco a poco empecé a darme cuenta de a dónde nos dirigíamos. Intenté ir a su ritmo, pero la verdad es que no tenía mucha resistencia. En el Quidditch no necesitaba correr.

Llegamos a la base de las escaleras de la Torre de Astronomía -Dime que no tenemos que subir las escaleras- supliqué

-Está bien- respondió de manera juguetona -no te lo diré- me guiño el ojo y empezó a subir corriendo las escaleras -apresurate- me gritó -ya casi es hora-

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