• Red Love •

Capitulo 1

Desperté un poco antes del amanecer, el sol entraba por todos lados e iluminaba toda la cabaña de manera que parecía que te encontrabas afuera. Me levanté y miré a mi alrededor. Las literas de mis hermanos eran lo que me rodeaba y todos ellos ya se estaban levantando, nos peleamos un poco para ver quien entraba al baño primero, cuando al fin fue mi turno cerré la puerta y abrí el lavaba manos para mojarme la cara, tomé mi cabello en una coleta desordenada y comencé a vestirme para ir a entrenar un rato ya que aún era muy temprano para desayunar.  Cuando estoy lista y me dispongo a salir noto una lechuza posada en una de las ventanas.

Voy hacia ella y la miro curiosa, era de color café, parda y sus ojos saltones miraban directo hacia mi cuando observo de que tiene una carta en su pico, con cuidado la tomo y la lechuza se va volando. Intrigada la observo mientras veo que dice.

-¿Qué es eso?- pregunta Will, somos algo así como gemelos solo que de diferente madre. Nuestro padre es el mismo y nacimos el mismo día a la misma hora, incluso llegamos al campamento al mismo tiempo. Es mi mejor amigo, incluso podría ser mi alma gemela, daría mi vida por él y sé que él haría lo mismo por mí.

-Una carta, es obvio- respondo sin quitar la vista de ella.

-Ya sé que es una carta mensa, pero quiero saber qué es lo que dice- contesta un tanto divertido.

Me volteo y lo miro intentando alzar una ceja

-Bueno por lo que leí es algo de una tal Holma María Histeria pero lo más probable es que signifique otra cosa- ambos quedamos un minuto en silencio mientras pensábamos en la posibilidad de que sea una señora de nombre raro. Nos observamos a los ojos antes de finalmente decir la opción más obvia

-Soy parte latina-

-Vayamos con Quirón-

-Oh, si. Vayamos con Quirón- Will me da un zape y ambos salimos de nuestra cabaña que ya se encuentra brillando fuertemente y vamos hacia la Casa Grande.

Vivo en un campamento, sé que no es lo ideal, pero para alguien como yo es lo más seguro, además de que mi madre murió, papá no es una opción, no tengo a nadie más, lo que se traduce en que no tengo otro lugar al cual ir.

Al ser un semidiós es más seguro estar en el campamento que tiene una barrera mágica la cual impide entrar a los monstruos, puedes vivir un poco más tranquilo de ese modo muchos de nosotros somos residentes permanentes, y no es un mal lugar, en realidad es muy agradable, tiene hermosas vistas, un techo seco y comida caliente, que es más de lo que algunos tenían antes de llegar aquí. Aún así hay algunos semidioses que solo vienen en vacaciones, a ellos los envidio. Tienen un hogar con padres que los quieren, pero aún así es necesario que vengan, aquí también nos enseñan técnicas de combate, lo cual nos ayuda a sobrevivir, sin mencionar que hacemos las actividades típicas de un campamento. Más o menos.

Will y yo somos de los pocos hijos de Apolo que se quedan todo el tiempo. Se que él solo se queda por mi porque su mamá es genial, pero yo en verdad aprecio que se quede conmigo. Es por eso que somos prácticamente inseparables, somos algo así como los Stoll, pero versión más guapa e hijos de Apolo.

Una vez en la casa grande vimos a Quirón aún un poco somnoliento y tomando una taza de café. Al vernos nos saludo cordialmente y nos ofreció una sonrisa que siempre lograba reconfortarnos.

-Chicos, ¿a qué debo su visita tan temprano?- comencé a balancearme en mis pies de atrás hacia delante, siempre era algo un poco vergonzoso hablar sobre la dislexia, y más pedir ayuda. Era algo que hería mi orgullo, y vaya que el mío era grande.

-Queríamos saber si podrías ayudarme a leer esta carta, me ha llegado hoy, pero no sé que es lo que dice- intente evitar el contacto visual en todo momento, y solo me atreví a mirarlo de reojo cuando termine de hablar. Pude verlo con una sonrisa comprensiva y un tanto cariñosa

-Claro, a ver ¿qué tenemos aquí?- preguntó levantando su mano para que le entregara la carta. Una vez que la tenía le dio un rápido vistazo e inmediatamente su ceño se frunció. Mierda, eso no podía significar nada bueno.

-¿Es tan malo?- pregunte mordisqueando mis uñas, siempre las mordisqueo más nunca me las he llegado a comer, es algo raro pero en cierta forma me tranquiliza. Quirón me mira un momento antes de contestar

-Espero que no. Pero tal parece que tu misión ha llegado en forma de aceptación de escuela-

💞💞💞💞

Capítulo actualizado. Pues como pueden darse cuenta he cambiado algunas cosas, pero no es nada de que preocuparse, solo son detalles que en realidad no encajaban del todo bien en la historia, y cambie un poco la forma en que está narrada, nada grave. Pero deben esperar más cambios así. Si llegan a notar un error o algo parecido, háganme el favor de avisarme para que pueda corregirlo.