• Red Love •

Capitulo 5

Amity
Llegamos a lo que parecía ser un sucio bar, había poca gente y ninguna pareció sorprenderse de que llegáramos de la chimenea; en cambio yo sentía que en cualquier momento vomitaría.

Salimos de la chimenea y lo único que pude notar es que veían a Quiron raro, como si nunca hubieran visto a alguien en una silla de ruedas. Salimos del lugar y tomamos un taxi, los taxis en Londres son demasiado raros, tienen el volante del lado contrario y sentía que en cualquier momento chocaríamos porque íbamos en sentido contrario; aún así el viaje fue tranquilo y pronto llegamos a la estación de trenes.

-Muy ahora, veamos qué dice el boleto... King Cross estación 9 3/4- mientras Quiron leía lo que decía, iba empujando el carrito y su silla, lo cual era muy difícil. Quiron en su regazo llevaba la jaula de una lechuza la cual era mía. Hubo un momento en el cual no me fijé y sin querer empuje el carrito con mi baúl demasiado fuerte, tanto así que chocó con otro carrito e hizo que ambos se volcarán.

-¡Rayos! En verdad lo siento, me distraje por un momento, permítame ayudarle, en serio, en serio lo siento mucho- comencé a disculparme mientras me dirigía a los baúles y recogía uno.

-Descuida pequeña, de verdad no pasa nada- respondió un hombre de cabello negro, muy revuelto, unos ojos verdes esmeralda cubiertos por unas gafas muy anticuadas y una curiosa cicatriz en forma de rayo en la frente.

Baje la vista al baúl que tenía en mis manos y pude observar un escudo con cuatro animales y cuatro colores, debajo de este venía un texto, al leerlo no pude evitar reírme.

-¿Está todo bien?- preguntó el señor un tanto confundido, a lo mejor y creía que estaba loca.

-Oh, si, es solo que el lema es muy gracioso, me refiero a que, ¿por qué alguien le haría cosquillas a un dragón?- respondí mientras continuo soltando una que otra risa. El señor había empezado a sonreír por mi risa, pero al escucharme hablar su sonrisa fue disminuyendo hasta que solo quedó una cara de confusión

-¿Sabes leer latín?- Oh rayos, así que esto estaba en latín, seré mensa, era obvio que estaba en latín, no puedo creer como no me di cuenta antes. Ahora piensa en una mentira convincente

-Disculpe la molestia señor, cómo podrá ver mi hija suele ser muy distraída, y ciertamente estamos perdidos. Tal vez usted nos podría ayudar- Damas y caballeros, ¡Quiron ha llegado a salvar el día!

-Oh, claro. ¿Están perdidos? No parecen ser de por aquí la verdad- respondió don cuatro ojos con una sonrisa amable, nadie puede ser así de amable ¿cierto? En Nueva York sería demasiado raro que alguien acepte ayudarte, a menos que sea un secuestrador o un monstruo intentando matarte.

-Puede que esto sea raro pero estamos buscando la plataforma 9 3/4, quizá usted sepa dónde se encuentre- Quiron estaba analizando cada movimiento del señor, por eso tanta amabilidad, ya sabía ese truco, suele usarlo mucho conmigo.

-¿Irás a Hogwarts?- el desconocido voltea a verme a mí y después de observar nuestro al rededor se da cuenta de la lechuza que tiene Quiron. ¿Cómo es que sabe de esa escuela él? Tal vez él me envió la carta, aunque si es así ¿no debería saber quién soy?

-Así es, una carta ha llegado a mi casa hace no mucho- respondí estando alerta y poniendo total atención en mis dones, es ahora que agradezco que papá sea Dios de la verdad, siempre es útil para atrapar a alguien.

-Eso es asombroso, mi hijo también asistirá a Hogwarts este año- miro a nuestro alrededor, como si estuviera buscando a alguien

-Supongo ya se debió de haber subido al tren- dijo rascándose la nunca y luciendo un tanto apenado por eso. La verdad es que el señor era un tanto raro, pero de una forma agradable. Supongo.

Después de lo que pareció una eternidad al fin nos explicó cómo llegar a la plataforma 9 3/4. Tal parece que los malditos querían que atravesará una columna. Debería estar totalmente aterrada o algo por el estilo, pero la verdad, moría por intentarlo.

Muy bien, estoy posicionada, tengo mi carrito bien sujeto, es ahora o nunca. Este momento sería perfecto de película, falta la música de fondo, pero no se puede tener todo en esta vida.

Inhale un poco de aire y al momento de exhalar eche a correr con la adrenalina subiendo por mis venas. Me iba acercando más y más, estaba apunto de chocar... y no pasó nada.

Ahora estoy en una estación, llena de gente con ropa un tanto rara, parece que se trajeron una cobija por todo el frío que hace. Hay un enorme tren color escarlata, es increíble, seguro que si fuera Annabeth o Beckenford, estaría llorando de la emoción al ver todo esto, doy la vuelta esperando a que pasen Quiron y el don cuatro ojos.

-Muy bien, este es el tren que debes tomar. Es el expreso de Hogwarts- sonreía de una forma muy particular al mencionar el nombre de la escuela, como si hubiera sido su hogar.

-Muchas gracias señor...- Genial hasta ahora me doy cuenta que nunca le pregunté su nombre.

-Potter, Harry Potter-

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