• Red Love •

Capítulo 14

-Percy, Percy Jackson-

Incluso su nombre era lindo.

-Bueno, Percy Jackson yo soy Amity Lyra Skylar Williams. Solo dos personas pueden decirme Amity, así que si aprecias tu vida no lo hagas. Y solo mis hermanos me dicen Lyra, los demás me dicen Skylar o Sky- le digo mientras estiro mi mano hacia él, puede ver su cara llena de confusión y no puedo evitar reírme. El de una forma un tanto torpe toma mi mano y la agita

-Eso... bueno... Esos son muchos nombres ¿no crees?- me dice mientras con su mano libre rasca su cabeza de una forma realmente linda.

-Si, bueno no todos pueden tener un nombre tan increíble como Percy- le dije mientras ponía mis manos en las caderas y le daba una de mis mejores sonrisas.

Percy se sonrojó y no pude evitar reírme de lo lindo que se veía.

Quirón y yo nos encargamos de darle un recorrido por el campamento, hizo una pregunta sobre que hacíamos cuando llovía, Quirón no lo entendió pero yo no pude evitar reír a lo inocente que era, lo cual solo hizo que el se volviera a sonrojar.

-Ah, mira -dijo Quirón-. Annabeth nos espera.

Annabeth estaba leyendo un libro en griego delante de la cabaña 11. Cuando llegamos junto a ella repasó a Percy con la mirada, evaluándolo.

Quirón se excusó diciendo que tenía clase de arco y se fue, me hubiera gustado acompañarlo, pero quería quedarme y averiguar más sobre Percy.

Al voltear al ver a Percy supe lo que estaba pensando. La cabaña 11 era la más parecida a una cabaña de campamento, y una muy vieja. El umbral estaba desgastado, la pintura marrón desconchada y en la puerta estaba pintado un caduceo. Además había muchísimos más campistas que el número de literas, por lo que el suelo estaba plagados de sacos de dormir. Todos los campistas habían estado viendo a Quirón, pero cuando este se fue todos voltearon y comenzaron a evaluar a Percy, a decir verdad llamaba mucho la atención, más por el cuerno que tenía en la mano.

-¿Y bien? -lo urgió Annabeth-. Vamos.

Cuando pasamos por la puerta Percy se tropezó y varios rieron, pero con una mirada mía nadie dijo nada.

Annabeth anunció:

-Percy Jackson, te presento a la cabaña once.-

-¿Normal o por determinar?- pregunto alguien.

-Por determinar.- respondí adelantándome a Annie.

Todo el mundo se quejó, y no pude más que comprenderlos.

-Bueno, campistas. Para eso estamos aquí. Bienvenido, Percy, puedes quedarte con ese hueco en el suelo, a ese lado-.

Y ahí estaba. Luke Castellan. El tenía diecinueve años y fácil podría ser el más guapo de todo el campamento si no fuera por la cicatriz grande y blanca que le recorría media cara desde el ojo derecho a la mandíbula.

Era alto y musculoso, de pelo color arena corto y una sonrisa amable que podría derretir a cualquiera. Vestía una camiseta sin mangas que dejaba ver sus músculos de color naranja, pantalones cortados, sandalias y el collar de cuero con cinco cuentas de diferentes colores.

Annabeth lo presentó y pude verla sonrojada. Era obvio que a ella le gustaba Luke, como a casi todas las del campamento, yo incluida.