CAPÍTULO IV – LOS CHAVALES
Hugo Olivera y Ginebra Mancini, habían decidido casarse casi dos años después de haberse conocido. La decisión llegó a causa de la prematura llegada al mundo de Diego, su único hijo. Un año después de su nacimiento, ambos decidieron concretar su unión casándose y estableciendo formalmente a su familia. Diego nunca tuvo un hermano, ya que en base a su vivencia de compartir la vida con Alex, Hugo no quiso darle uno. Asimismo, Gin tampoco se sentía dispuesta a volver a padecer los dolores de un parto para darle un hermano a Diego, por lo que la decisión fue consensuada. Diego era un muchacho fuerte, sano y muy cabal en muchas cosas, aunque también tenía esa cuota de rebeldía heredada de su padre, ya que no dejaba pasar la oportunidad de decirles cosas a las chicas desde el colectivo o bien, querer flirtear con las promotoras que desfilaban en el autódromo. Si bien había adquirido rasgos y cualidades de su padre, fue su tío Alex quien le inculcó los valores de la moralidad y el buscar en las carreras legales de automovilismo, un modo de vida y un cable a tierra. A la par de su carrera deportiva, Diego cursaba el segundo año de la carrera de Ingeniería Aeronáutica.
Babi Alcázar había decidido casarse con un joven llamado Gustavo Vidal, con quien además de formar familia, unificó su fortuna creando una de las familias más adineradas de Barcelona. Esta pareja, se había casado conforme a lo expresado por Babi a Hugo, después de que ella lo abandonara. A los 9 meses de haberse casado, nació Horacio, su hijo mayor. Cinco años después, nacería Perla, su única hija y la consentida de la familia. Horacio era un muchacho muy liberal: Siempre hacía las cosas a su modo, tenía espíritu aventurero y siempre andaba en motocicleta buscando líos por ahí, algo que lo hacía tener más de un encontronazo con su padre quien trataba por todos los medios de mantener la imagen de "fina stampa" de su familia. Perla por su parte, era todo lo contrario a Horacio. Hacendosa y muy mimada, era muy protegida por su madre y era la predilecta de su padre, por lo que su vida era casi la de una princesa. Estas condescendencias de sus padres, no eran las mismas de parte de su hermano, quien siempre buscaba la ocasión perfecta para tenderle una buena chanza. A pesar de ello, Horacio la quería mucho y no iba a permitir que ningún "buitre" asome sus garras sobre su delicada hermana. Al mismo tiempo, la familia convivía con Daniela, la hermana de Babi, quien a los 16 tuvo a su único hijo, Andrés.
Tras el casamiento de su hermana Ginebra con Hugo, Luis Enrique Mancini (Luque o Piolín, según las circunstancias en las que era llamado) había decidido intentar enamorar a Katina Herreruela, una amiga de Hugo que venía de una terrible desventura amorosa, a causa de la trágica muerte de su primer amor Pollo (al mismo tiempo, el mejor amigo de Hugo). Una vez que ella se diera por convencida de que su vida debía continuar, y que Luque era lo mejor que le podía pasar, Katina terminó por enamorarse de él y el amor terminaría floreciendo. Fruto de este amor nacería su única hija a la cual llamaron Babi (aclaración mediante de Katina que lo había hecho por el recuerdo de su amistad con su ex-amiga, más allá de no jugarse más por ella, ni por un Premio Goya). Katina, Luque y su hija vivieron mucho tiempo en Logroño, donde Luque conseguiría erigirse como el administrador de un campo de su familia. A pesar de este compromiso y de tomarse su trabajo con total seriedad, Luque seguía siendo un completo despistado en mil y un cosas. Tras un largo tiempo viviendo en el campo y por pedido expreso de Katina, Luque decidió volverse a Barcelona con toda su familia, comprometiéndose a llevar adelante el campo de Logroño desde ahí.
Finalmente y tras dos meses de haber estacionado en el departamento de Hugo, Katina conseguiría hallar un departamento en el cuarto piso de la misma torre en la que vivía Hugo y conseguiría establecerse. Una vez allí, Luque y su hija fueron a vivir con ella.
La nueva vivienda de los Mancini-Herreruela, permitiría que la relación con los Olivera-Mancini siga creciendo, haciendo que Gin y Katina se hagan cada vez más íntimas amigas. Al mismo tiempo, Diego conocería a su prima y comenzaría a congeniar con ella.