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⑉Equipo tridimensional
y combate cuerpo a cuerpo⑉

No tardaron mucho en hacer la fila para comenzar con el siguiente entrenamiento, frente a nosotros se situaban tres barras de madera y metal que se unían con el suelo, en cada una de ellas se notaba alguna especie de mecanismo cableado que nos suspendería en el aire.

Se trataba de una prueba de habilidad para mantenernos en el aire con el equipo tridimensional, para comprobar quienes tienen talento natural para usar dicho equipo.

Mis piernas temblaban y mis labios no dejaban de apretarse, ¡A pesar de intentar bajar mis nervios, mi cuerpo reaccionaba mal!

Y eso, maldición... Me costará mucho mi puntaje.

Dettras de mi, estaba Bertholdt Hoover, el amigo apegado de Reiner, son como agua y aceite, muy diferentes. Pero aún así sus personalidades congenian a la perfección y es notable desde a leguas. Y adelante estaba Sasha Blaus, más conocida como «Chica patata» nunca se olvidará la escena que armó cuando las presentaciones, se atrevió a comer una patata en medio de este acto antes mencionado y pues, el instructor la castigó y de allí el mote peculiar. La chica era la primera en la fila, siendo paciente para que su turno llegase.

Incluso una chica estaba más serena que yo...

—¡Siguiente!

Y allí la voz fuerte y masculina del instructor, daba la señal para que la fémina frente a mí, Bertholdt y el resto de las filas seamos testigos de como esta... ¡De como esta castaña era capaz de manejar el equilibrio con el equipo! Es que, hasta se balanceaba y mostraba una bonita sonrisa mientras miraba hacia adelante. Ella era increíble ¡Talentosa!

Miré hacia los lados, buscando los resultados de las otras formaciones, y mi boca se abrió impresionado por el manejo que tenía Mikasa Ackerman, ¡Su capacidad para equilibrarse era única! Lo hacía ver tan fácil, y ella, ella mantenía esa seria expresión que la caracterizaba entre muchísimos de nosotros.

¡Esas dos eran grandiosas!

Que envidia.

No podía decir demasiado de Thomas, que por cierto tuvo dificultad para controlar su cuerpo en el aire. Esto era un examen, uno que valía muchos puntos, si yo no era capaz de pasarlo, entonces en definitiva, no serviría ni como soldado de la Guarnición.

O como carnada de Titán.

¿Qué diría mi padre si supiera que su hijo es un inútil y miedoso?

Cierto, ¿Él habría pasado la prueba con facilidad?

—¡Dott! ¡Mueve el culo, que no tengo todo el día!

Mis músculos se entumecieron en mal momento, de mis sienes brotaban gotas de sudor, mis manos temblaban contra los costados de mis caderas. Y no era el momento para pasmarse, debía, debía...

Avancé poco a poco, sintiendo las miradas de mis compañeros en mi, observé de reojo a los otros reclutas que también iban a ser evaluados, Marco Bott y una chica pelinegra que desconocía incluso de vista, se posicionaron ante la máquina que nos haría elevar un poco, me coloqué los ganchos sobre los arneses y suspiré esperando la señal. No olvidando que tenía que relajar mi cuerpo, optar por colocar con suavidad mi peso sobre mis caderas y sobre esos cables en mi cinturón.

Vamos, Briel. Puedes con esto.

Unas mil y un veces me lo repetí en tan solo milisegundos.

—Comienza.

Tomé aire por mi nariz y me preparé, ya mi cuerpo se estaba elevando y dejé de sentir el suelo debajo de mis botas, miedo, miedo y frustración fue lo primero que se arrinconó en mi pecho, recordando las veces en las que Shadis nos decía que no sobreviviríamos si no éramos capaces de dar lo mejor de nosotros para estos entrenamientos. Y luego de eso, cerré fuerte los ojos y susurré el nombre que calmaba mi ser por completo.