Swinger (Placer O Diversión)

CAPÍTULO 5

Sin esperar una respuesta de mi parte, Esteban me vuelve a dirigir al sanitariode mujeres.

— Ya te la devuelvo —le informa a mi compañera.

— Tranquilos tortolitos, tómense todo el tiempo que deseen —ríe y yo quiero asesinarla. Traidora.

Cierra la puerta una vez estamos dentro, lo miro un poco molesta y el solo sonríe.

— Te quedan 40 segundos —me cruzo de brazos.

— ¿Por qué estas molesta? —alza una ceja y su estúpida sonrisa mata corazones sigue presente.— Soy yo quien debería estarlo.

— ¿Y tu por que? —lo miro sin comprender.

— Porque se supone que no tenias novio —mete sus manos en los bolsillos de su vaqueros y me mira de arriba abajo inspeccionándome.

— ¿Me has investigado?.

— No, pero me supuse que no tenias —muerde sus labios con una media sonrisa mientras me come con la mirada.

— ¿Tan fea tenparesco?.

— Hay muchas palabras que te definen mi hermosa Emma. Pero la palabra fea, ni ninguno de sus sinónimos son una de ellas —mi guiña un ojo y ya me siento desnuda por la profundidad con la que me observa.

Me atrevo a mirarlo de la misma manera, vaqueros negros al igual que sus relucientes zapatos, ramera blanca y blazer negro informal, en su mano un reluciente y costoso reloj, mi vista llega hasta sus ojos y veo que me esta observando al tiempo que muerde su labio inferior.

— ¿Terminamos de inspeccionarnos? —pregunta con una sonrisa de lado.— Porque yo quiero aprovechar los segundos haciendo algo que he querido hacer desde el primer segundo en que te vi.

Alzo las cejas y recuesto mi espalda en el mesón del lava manos, cruzo mis brazos y me dedico a mirar cada uno de sus movimientos. Camina hacia mí hasta quedar a pocos centímetros, estira sus manos y las deja a cada costado dejándome sin escapatoria —tampoco es que quiera escapar.— Toma un mechón de mi cabello y lo acomoda.

— Eres la mujer más hermosa y jodidamente sexi que he conocido jamas —su voz más ronca de lo normal me hace erizar.— y valla que he conocido muchas.

Nos miramos y veo que sus ojos están más oscuros de lo normal, la mano que antes tocó mi cabello se desliza por mi cuello y mi cuerpo responde automáticamente, cierro los ojos por el deseo que se apodera en mi. Sigue su recorrido hasta mis senos y con uno de sus dedos toca mi pezón, no llevo sujetador así que se pueden sentir atreves de la tela de mi vestido, con su dedo pulgar e índice los pellizca y un gemido sale de mi sin poder evitarlo. Siento su otra mano deslizarse por debajo de mi vestido y me niego a pensar en que alguien pueda entrar o en lo molesta que estaba, solo me concentro en lo que él me hace sentir.

— Perfectamente jugosa, como me gustan —susurra en mi oído.

Estiro mi brazo y puedo notar su enorme erección, gruñe al sentir mi mano, hago movimientos circulares al tiempo que lo agarro con fuerza.

— Joder —maldice con los dientes apretados.— me encantas Emma.

Siento sus manos sujetarme por la cintura y  se acerca bruscamente haciendo nuestros labios chocar, succiona mi labio inferior y juega un segundo con él saboreándolo con su lengua, luego hace lo mismo con el superior, su beso es más que apasionado se puede notar lo deseoso que está en poseerme, no puedo evitar gemir al sentir su lengua entrar y salir en mi boca como si me estuviese fallando, succiono su lengua y el gime, sus manos me toman por mi trasero y me levanta haciéndome rodar con mis piernas su cintura, sus manos aprietan mis glúteos y me  hacen mover arriba y abajo haciendo que nuestros sexos se den placer.