Swinger (Placer O Diversión)

CAPÍTULO 10

Conozcamos a Luciana Flores. O por lo menos así la visualizo yo. Ustedes pueden hacerlo a su manera si así lo quieren.

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— ¿sigues molesta conmigo?.

— ¡Que no Luciana Flores!, cuantas veces tengo que repetirte que no he estado molesta contigo en ningún momento —exclamo exasperada.— Si reconozco que se te fue la lengua más de la cuenta y que yo no debí reaccionar así pero ¿estamos bien no?.

Nos miramos a través del espejo y sonreímos. Estamos en mi camerino, Luci trajo sus cosas aquí para que pudiéramos hablar mientras nos cambiábamos.

— Por supuesto que si Em, sabes que eres como mi hermana mayor y nunca nos hemos peleado por nada —Luci se acerca y me abraza por detrás tomándome por sorpresa.

— ¡Oye¡ ningún mayor que tu me llevas tres meses a mi —reímos a carcajadas y le devuelvo el abrazo.

— Bien, ahora cambiando de tema ¿me queda bien éste vestido? —se mira en el espejo y da pequeños movimientos dejando ver como se le amolda el vestido color lila por todo su esplendido cuerpo.

— Te queda hermoso. Aun no me has dicho ¿que hay entre tu y Damián?.

La miro intrigante y automáticamente sus mejillas se sonrojan y desvia la mirada, aparta un mechón de su rostro y vuelve a mirarme.

— ¿y que Hay entre Esteban y tu? —alza las cejas repetidamente de manera sugerente y con una sonrisa pícara.

— Yo pregunte primero —alzo una ceja y me cruzo de brazos.

— Oh no seas infantil, las dos sabemos que te trae blandita, es más que obvio que te gusta ese bombón —su mirada es recriminatoria.

— Aquí lo que es obvio que a la única que traen muerta es a ti cuando ni siquiera pudiste disimular el deseo de compartir escena con Damián.

Termino de colocar mis botas marrón encima de mis vaqueros, me levanto de mi cilla y me doy media vuelta para encararla cruzándome de brazos.

— ¿Te diste cuenta? ¿acaso se noto mucho? Oh Dios que vergüenza —deja caer su cuerpo dramáticamente  en el inmenso sofá.

Río a carcajadas, esta Luci es un caso perdido.

— Oh si nena me di cuenta, y estoy segura que todos los que estaban presentes también lo hicieron incluyendo a tu querido Damián —vuelvo a reír y ella se tapa el rostro como sus dos manos.— Pero si te sirve de consuelo tu no eras la única, es más que obvio que él también esta coladito por ti.

Luci aparta sus manos rápidamente y me mira asombrada, se levanta y se dirige al espejo para volver a repasar su atuendo.

— ¿Tu crees que  esté coladito como dices? Digo he notado unos que otros coqueteos conmigo y unas que otras miradas pero de hay a que este coladito es mucha la diferencia —comenta la rubia de manera indiferente, como si no le importara más de lo que en verdad le importa.

— Cariño, tienes mi palabra. A ese hombre le gustas tanto o más de lo que el te gusta a ti —le guiño un ojo y ella de vuelve a sonrojar.

La verdad es que me emociona saber que un hombre como Damián esté coladito por mi rubia, pero me emociona más que ella este interesada en él ya que tiene un ojo clínico para los patanes y buenos para nada como el idiota de su ex y todos sus anteriores novios, Damián me da buena espina se nota que es un buen chico aunque no lo conozco mucho pero mi buen instinto me lo dice, o por lo menos eso espero.