Quizás es esta la parte del día que más le gusta, y esta faceta de su novio que tanto ama, y que por supuesto jamás querría compartir con nadie nunca.
El joven doctor (bueno ya no es tan joven) se quedó quieto y en silencio, recostado sobre la cama mientras escuchaba a su pareja ir de un lado a otro en la habitación, y luego sus pasos cuando se acercó de regreso. Dentro de un silencio nada incómodo sintió la tela sintética mojada y tibia en su muslo, ninguno de sus músculos se tensó cuando el mismo paño se paseó por la parte interna de ambos y por entre sus glúteos, delineando una que otra de sus curvas y llevándose consigo cada residuo prueba de lo que recién habían terminado de hacer, se sentía tranquilo y a salvo, amado de una forma que sería difícil expresar en voz alta, aún para alguien con un vocabulario tan extenso en el mejor de los sentidos, como es él. Era obvio que el mayor había mojado la toallita con agua caliente para que no se sienta fría al tacto.
Esto se ha vuelto una clase de rutina postcoital de la que el genio no tendría ninguna queja, aunque tenía miedo de acostumbrarse, y esos absurdos miedos se hacían presentes a veces si lo pensaba demasiado. Quizás en un año o en pocos años más esta atmósfera sea diferente, tal vez aún estando en la cama se sentirían distanciados, tal vez Hotch dejara de ser tan dulce y atento y dejaría de tratarlo como si fuera un precioso ornamento de cristal, tal vez...
Volviendo a la realidad, y seguido de esa atención que nunca falta, la cálida y grande mano del hombre se posó sobre la curva que hacía su espalda al estar boca abajo sobre una almohada.
—¿Todo bien, Spencer?
Pero Hotch no deja de ser él mismo, a pesar de los años sigue siendo fiel a lo que siempre ha sido: un hombre muy bueno, de hecho, el mejor que conoce.
El muchacho sonrió para sí, pues su novio no podía verlo, y asintió, había mantenido sus ojos cerrados hasta ese momento y suspiró profundamente, notoriamente aliviado —¿Sabes? Me gusta sentir tus manos así...
El azabache sonrió también, Spencer lo supo por el cambio en su respiración —¿Mis manos ásperas?
Una risita escapó de los labios del más joven, que volteó a ver a su amado —Bueno, son manos de hombre
Aaron se rió bajito.
—Te amo.
—Yo también te amo.
Hola!
Bueno, aquí una actualización super corta, lamento que sea tan pequeña, solo es algo que venía dándome vueltas en la cabeza y tenía que sacarlo (?)
Y pues aquí está.
Nos leemos, chicos 😘😘😘
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Oneshot (Hotch x Reid)
FanfictionPequeñas historias de mi pareja favorita (e inexistente) de la serie... En su mayoría será muy soft y no hay una fecha de actualización determinada.