Fijación

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—¿Sabes por qué estás enamorado de tu profesor de literatura?— le había dicho el joven doctor al chico que estaba sentado del otro lado de la mesa, por fin su líder de unidad lo había dejado entrar solo a interrogatorio, no podía hacerlo mal —Durante tu infancia nunca entendiste que esos sentimientos por tu padre eran simplemente una etapa más de tu pensamiento... Sigmund Freud pensaba que cada niño en su desarrollo pasaba por una etapa especial en la que creía tener sentimientos románticos por uno de sus progenitores. Pero tú mamá se fue cuando tú tenías pocos meses de edad, tu papá cuidó de ti y siempre tuviste el único sitio en su vida... Lo idealizaste, pensabas que era el hombre perfecto, que no había nadie mejor y buscabas un prospecto similar para ti... Eso también marcó tu orientación sexual.— se detuvo cuando el muchacho se removió incómodo, hundiéndose en la silla y cruzando los brazos sobre su pecho. El muchacho apretó los labios —No te estoy juzgando... No estoy aquí para darte terapia tampoco... Solo quiero que me digas por qué asesinaste a Linda Adams—

El quinceañero se mantuvo callado por varios instantes que tanto Spencer como Hotch, Rossi y JJ (que estaban detrás del vidrio polarizado), sintieron igual que siglos.

—Ella estaba enamorada de él...— salió de los labios con esa voz en proceso de cambio que era absolutamente transparente para todos los que lo escuchaban.

—¿Y por eso la mataste? ¿Solo... Por eso?— decidió presionar un poco más —Yo entendería si dices que el señor Miller tenía una aventura con ella... Incluso te apoyaría, pero ¿La estrangulaste por que estaba enamorada de él?—

—¡No tenían una aventura!— había explotado de repente, sorprendiendo fugazmente al doctor —Los encontré una vez... En el estacionamiento... En el auto del profesor... Tenía sentido, ella es mayor y muy linda...—

Reid se sintió ligeramente asombrado de aquella confesión, aunque no estaba seguro de si contaba de esa manera —Y... ¿Quisiste quitarla del camino? Suena tonto... Sabiendo que le gustan las chicas, eso no serviría de nada ¿O si?—

—No está entendiendo, oficial...—

La idea, tan perturbadora como escalofriante, golpeó la brillante cabeza del genio dejando a su paso una sutil expresión de asco, no por la idea de la homosexualidad, sino por el acto de llevar a la cama a un menor, aún sabiendo lo que seguro el profesor sabía muy bien —¿T-te acostabas con él? ¿El señor Miller?—

Del otro lado del cristal Aaron Hotchner bajó la cabeza recargando su mano en su cara, ese desliz de su psicólogo podría costarles una confesión falsa, alguien podría decir en la corte que fue una pregunta que indujo la respuesta cuál sea que esta fuese.

Unas horas después lograron cerrar el caso, el muchacho fue a una correccional de menores, considerando su historial tendría otra evaluación psicológica a sus 18 para saber si sería dejado en libertad o transferido a una prisión federal, mientras que el profesor Miller enfrentaría cargos por abuso de menores... Habían ganado los buenos, pero no se sentía así para el líder de unidad.

El hombre, menor de lo que aparentaba su usual ceño fruncido, se había quedado hasta tarde en la oficina llenando los reportes del caso, Reid lo había hecho muy bien, se merece que el papeleo lo refleje. El muchacho se había ido hace casi una hora y el azabache pensó que estaría solo en la UAC hasta que terminara los pendientes, pero de pronto el sonido apagado de los pasos sobre el suelo alfombrado, lo hizo levantar la mirada para encontrar una figura en la puerta —¿Reid? Pensé que estarías en casa ¿Olvidaste algo?—

El genio pasó cuando la expresión de su mayor delató que estaba contento de verlo, y puso un par de bolsas de papel sobre la parte libre del escritorio del jefe —No, es solo que dijiste que tenías pendientes y pensé que... Sería grosero dejarte solo, además, no has comido nada desde que subimos al avión hace horas...— acercó al pelinegro una de las bolsas, y tomó asiento en una de las sillas frente al hombre.

Aaron no pudo evitar sonreír —Así que... Sí lo sabes todo ¿Eh?—

El chico sonrió con un leve sonroje en sus mejillas, pocas cosas lo llenaban más que la aprobación de Aaron Hotchner, a veces casi se sentía impulsado a sobresalir solo para recibir una felicitación de su parte o al menos una mirada aprobatoria —No, pero sé cómo hacer feliz a mi novio...— abrió su bolsa mientras su superior hacía lo mismo, y el suave aroma del pollo empanizado llenó la oficina.

—Te lo agradezco mucho, en serio, pero, no deberías... Deberías estar en casa cenando con Jack, o en tu departamento rodeado de libros...— siempre intentaba cuidarlo, aún en momentos así se preguntaba qué había hecho bien para que la mente más brillante que conoce, se fijara en él: un veterano divorciado que viva para su empleo.

—Hotch... Por favor... ¿Puedo quererte un poco? Jessy llamó, Jack está con ella durmiendo luego de hacer pancakes de figuras— se preguntaba seriamente muy seguido si el hombre había recibido amor en su vida, pero tenía miedo de conocer la respuesta.

—¡...!— el ex fiscal empalideció totalmente de un momento a otro y casi un segundo después se oyó un suave golpe en la puerta de madera abierta de la oficina, haciendo que el doctor se atragante luego de ver la silueta en la entrada.

¿Qué Hotch no dijo que se habían ido todos? ¿Qué mierda hace ahí David Rossi?

Ambos hombres mayores se aproximaron al chico que tosía por un pedacito de pan que resbaló por su garganta en un momento en que no debería —¿Qué...— tos —¿Qué mierda...?—

—Reid...—

—Lo siento— sabe que eso le costará después, cuando estén solos, no sería la primera vez que Aaron lo castiga por usar malas palabras "Esa mente tuya, no necesita malas palabras para expresarse adecuadamente" le había dicho antes de ponerlo en su regazo para azotarlo.

El italiano se rió —Lo siento, chicos, yo solo vine por que dejé mi reloj en la oficina, pero los oí, y quise saludar...—

Ambos se miraron confundidos.

—Pero creo que gané la apuesta—

—¿Qué apuesta?— Aaron estaba muy preocupado por el posible trasfondo de esas palabras.

—Desde hace meses sabemos que ustedes salen con alguien, pero no sabíamos con quién, sin embargo aposté a que son pareja... Y gané—

Ay... No...

Oneshot (Hotch x Reid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora