Capitulo 4

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Cuando abrió los ojos estaba todo su cuarto en sombras oscuras. La lámpara estaba apagada y las cortinas en su lugar, apenas entraban algo de luz gracias a las cortinas blancas. Luego recordó los dedos que movían sus hombros.

Una cara pequeña fue lo que vio.

Jihoon estaba tan cerca que sus narices se rozaron. El niño lo miraba con ojos enormes curiosos y sonriendo levemente. Jimin no entendió nada.

-Si, sigue vivo ¡Papá!.- Gritó mirando hacia su otro padres que estaba sentado en el comienzo de la cama.- Mamá estás viva, papa dijo que seguramente dormirás tres días seguidos, pero yo no le creí.- Exclamo orgulloso.

-Buenos días.

-Buenas, ¿A qué viene eso de que estoy muerto, eh?- pregunto Jimín mirando como Yoongi se encogía de hombros y Jihoon saltaba para contestar.

-Es que Papá dijo que anoche te acostaste tan agotado que seguro dormirás tres días seguidos.

-¡¡Yoongi!! ¡Cómo puedes decir eso!

-¿Decir que Ma? No tiene nada de malo estar cansado, yo a veces juego tanto en el colegio y aquí en casa, que también me acuesto en mí camita cansado. Es normal mami, tu tranquilo.

Jimin le dio una sonrisa a su dulce hijo, y luego miro a Yoongi con mala cara por reírse y hacerse el inocente.

Luego un gorgojeo salvo a Yoongi de una queja. El doncel observó a su pequeña y preciosa Yeji que también estaba en su cama y se mantenía a un costado de Yoongi siendo vigilada por este. Se sentó y la tomo en brazos para llevarla hasta su pecho donde desprendió su camisón y encaminó a su bebé hasta su pezón.

Jihoon curioso por como su hermana lo miraba, se acercó y se sentó con cuidado a un lado de su mamá, donde comenzó a acariciar la pequeña cabecita de la bebé y sintió como su papi le daba besos en la cabeza.

Yoongi observó todo con su pecho sintiéndose cálido.

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Luego de que terminara de alimentar a su bebé, comenzó a arreglarse. Yoongi le había dicho que quería salir a desayunar, luego de que el había pegado el gritó en el cielo al darse cuenta que eran las nueve de la mañana y por ende ni su hijo ni su marido habían ido a hacer sus deberes. Yoon le había dicho que estaba bien faltar por un día, que estaba algo cansado por lo de ayer y que les haría bien una salida en familia. Lo dudo un poco pero al final acepto, no estaba mal tener un día familiar entre semana.

Cuando el estuvo listo, ayudó a su Jihoon a ponerse una camisa blanca y un sweater color celeste y suavecito, unos jeans azules clásicos y listo. Le acomodo el cuello de la camisa y peino sus cabellos para que quedará muy bonito. A su bebé le puso una remera blanca con voladitos delicados y unos pantalones a cuadros. Para que su regordete cuerpito este cómodo.

Su niño salió corriendo. Diciendo algo de buscar galletas en la cocina. El, por su parte, termino de acomodar a Yeji y la ayudo a sentarse en la cama. Estaba poniendo en práctica esto de ayudar a Yeji a mantenerse sentada y controlar el peso de su cabeza.

Bajando por las escaleras siguió por los corredores de su hogar hasta dar con la cocina donde encontró a su hijo sentado en un taburete, tomando una taza de leche junto unas galletas y a Nana Sook leyendo un libro de recetas mientras vigilaba a Jihoon.

-Buenos días Nana. -recibió una respuesta a su saludo y se apresuró a pasarle en brazos a Yeji-. Por favor podrías cuidarla unos minutos en los que subo a mí habitación para terminar de arreglarme. Solo serán unos minutos.

Apesar de que era la niñera de sus hijos. Tenía en cuenta siempre la edad que la mujer cargaba y no le gustaba darle trabajo muy pesado. Por eso Nana solo estaba tres días de la semana en casa y los demás se los daba para que descanse. Tampoco era como si le gustará que sus hijos pasen más tiempo con una niñera que con el. Esos habían sido uno de los primeros puntos que habían pactado con Yoongi cuando supieron de la llegada de Jihoon.

-Por supuesto Jimín. Ve tranquilo. Yo la cuido mientras Jihoon desayuna.

Con un breve agradecimiento se dirigió rápidamente a su habitación. Ya tenía su atuendo arreglado pero le faltaba su rostro y cabello. Aunque seguramente irían a desayunar a un lugar privado y bastante alejado de las cámaras. Uno nunca sabía por dónde podían entrar paparazzi en acción. Otra razón de alguna discusión con Yoongi eran esos hombres llenos de cámaras atacando su vida privada.

Si bien Yoongi era famoso en el ámbito laboral y profesional, no lo era en el ámbito social como el. Un reconocido modelo de Chanel. Al que personas no entendían que estaba retirado y solo quería disfrutar de su amada familia.

Al entrar al baño encontró a Yoongi afeitándose la barbilla. Le sonrió y siguió su camino hasta el mueble de donde saco su crema hidratante y algo de maquillaje. Se posicionó frente al espejo y corrió su cabello hacia atrás. Siguió así hasta que terminó de maquillar sus pestañas luego de haberlas rizado. Y cuando iba a ir por sus labios, una mano lo detuvo. Yoongi estaba a un costado de el, con la cadera apoyada en el mueble y una de sus manos deteniendo la que hacía camino hacia sus labios. Sin decirle nada dejo que tomara el brillo labial color cereza y lo untara por sus labios de forma eficaz y cuidadosa. Con suma concentración

Cuando todavía eran novios y no se sabía de su relación públicamente. Hacían mucho esto. Casi siempre tenían mañanas libres y largas solo para ellos dos. Donde podían bañarse juntos, hacer el desayuno y también arreglarse el uno al otro. Jimín ayudaba a afeitar su barbilla y Yoongi lo ayudaba a maquillarse.

Era una rutina de pareja común y cómoda. Pero luego llegaron los niños y ya no lo hacían tan seguido como antes. Ahora eran contados los momentos que tenían para hacer cosas de pareja sin la presencia de sus hijos. Las cenas que antes eran de dos ahora eran de a cuatro y las salidas ya no eran a bares y cenas en lugares lujosos. Solo eran en restaurantes familiares, aunque seguían siendo lujosos.

Pero si algo tenían en cuenta era que nunca, nunca. Cambiarán la vida cotidiana con hijos a la vida de pareja relajada. Sus hijos eran todo para ellos y siempre estarían agradecidos de tenerlos sanos y felices.

Terminado de aplicar el labial en sus preciosos labios. Yoongi le sonrió y le robo un beso para luego acariciar su mejilla y cadera.

-Listo amor. Vamos.

Y tomados de la mano, ambos abandonaron su habitación para recoger a sus hijos en la cocina y salir rumbo al centro.

Hi Honey Honey •Y.M•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora