Lamentos.

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Kakashi despertó con los rayos de sol entrando por la ventana directo a su rostro, se talló los ojos para abrirlos, desconocer un segundo el lugar y recordar que estaba en casa de Iruka.

- Soy un pendejo...-

Susurro mientras entraba en razón de que a quien había follado en la noche había Sido Iruka y no Yamato como él en algún momento creyó enmedio de los tragos y el cansancio.

Se levantó de la cama, se cambió de ropa y salió para dirigirse y tomar sus cosas, en la mesa se encontraba Iruka tomando un café, estaba sentado con las manos sobre sus piernas apretandolas en puño y con la mirada muy seria.

- Buenos días Iruka, perdón pero, creo que lo mejor es que me vaya.-

- Kakashi... Puedes quedarte si quieres, por mi no hay ningún problema...-

Kakashi lo miró confundido.

- No es buena idea Iruka, de verdad no quieres que me quede.-

Iruka había escuchado como lo llamaba por el nombre de "Yamato" en la noche, sin embargo no le daba importancia, vio en este error una oportunidad para quedarse con Kakashi.

- A mi no me molesta, aquí tienes tu casa y tienes un amigo para lo que necesites cuando lo necesites, no dudes en llamarme por favor kakashi.-

Respondió de manera gentil.

Kakashi terminó de guardar sus cosas cuando se dirigía a la puerta Iruka fue junto a él, deteniendo su mano antes de abrir.

- De verdad Kakashi, aquí estoy para lo que necesites, no importa que sea...-

Kakashi observó la mano de Iruka deteniendolo, despues, dirigió sus ojos hacia los de Iruka.

- Gracias Iruka, pero no creo necesitarlo.-

- ¿Al menos nos veremos el fin de semana?.-

Preguntó algo emocionado, como esperando no decepcionarse.

- No lo sé, yo te llamo...-

Kakashi abrió la puerta y salió rumbo a casa.

El camino le pareció eterno, sentía que el tiempo no pasaba, lo único que quería era llegar y estar entre los brazos de Yamato, el remordimiento lo estaba comiendo vivo, sentía las lágrimas salir de sus ojos, la taquicardia en su pecho y como su cabeza solo daba vuelta a una sola pregunta "¿Porqué?", Un nudo en su garganta se hacía cada vez más grande, no podía presentarse así ante Yamato, ¿Cómo le diría lo que hizo?, ¿Con que cara le confesaría que fue infiel?, Yamato confío en él, a pesar de sus miedos no le negó el ir a esa casa y kakashi pisoteo esa confianza, era la misma basura que Óbito.

Llegó al edificio, estaciono el carro y respiró profundamente calmando su respiración, lavo su cara con una botella de agua que tenía en su mochila y se dispuso a subir a su casa, al llegar a la entrada dudó si meter la llave para abrir, escucho de el otro lado una risa, era la risa de Yamato a la que se le unió la de Rin, no, él no podía entrar así, él no podía deshacer esa hermosa risa de su hombre con una noticia tan cruel, guardo la llave en su pantalón, se dió la media vuelta y regreso a su auto.

Mientras paralelamente en casa con Yamato y Rin las cosas iban mejorando respecto a ella, se había levantado temprano y le preparo el desayuno a Yamato, quien aún seguía dormido en el suelo abrazando una almohada de lado, Rin se recostó frente a él mientras con su dedo índice daba pequeños toques a la mejilla de Yamato mientras susurraba:

Tentación. (KakaYama/ObiRin/YamaRin).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora