Tentación. (KakaYama/ObiRin/YamaRin).

Desconcierto.

Ha pasado casi un mes desde que Kakashi se fue, el dinero llega cada semana sin falta pero no es eso lo que espera con ansias Yamato, se quedó confundido sin una explicación del porqué de su huida, no sabe dónde buscarlo, no recibe las llamadas ni los mensajes, no sabe absolutamente nada de él.

Rin comenzó hace una semana con la quimioterapia, la cual le a provocado varios cambios en su cuerpo y su estado de ánimo, constantemente se siente mareada y cansada, el cuerpo entero le duele y le es difícil probar bocado sin sentir náuseas, han aparecido distintos moretones en su pálida piel y llagas han marcado sus labios, la mayoría del tiempo se encuentra recostada o devolviendo el estómago en el baño, Yamato ayuda a calmarla con agua fría y algunos tés para calmar su estómago, esto fue más difícil y delicado de lo que pensaban.

- Rin, ¿Estás segura?, El doctor dijo que...-

Yamato pregunto nervioso colocando una toalla sobre los hombros de Rin.

- Estoy segura, escuché lo que dijo el doctor, que había una posibilidad, pero creo que yo no fui afortunada...-

Mencionó cabizbaja con un tono de tristeza en su voz.

- De acuerdo... Aquí voy, ¿Está bien?...-

Yamato tomó un mechón de la nuca de Rin levantandolo para encender una máquina de cabello y cortarlo, el primer mechón cayó.

Yamato vio el reflejo de Rin en el espejo, vio como apretaba las orillas de la toalla contra su pecho, como cerraba fuerte los ojos y trataba de ahogar una lágrima que se fugaba.

Rin agachó su cabeza, Yamato levantó su cabello y continúo cortando, el silencio quebrantado solo por la vibración de la maquineta y el sonido del cabello cortando inundaban el frío baño, Yamato no podía evitar sentir su corazón apretado al ver los cabellos caer a sus pies, movía la cabeza de Rin acomodándola para no lastimarla, continuo con el lateral derecho, acomodando su oreja con miedo de cortarla, entre menos cabello largo había más notables eran los lunares de piel sin cabello que comenzaban a aparecer.

- Ya casi Rin, espera un poco...-

Rin no hizo ningún sonido, el nudo en su garganta estaba a punto de reventar, no era una mujer vanidosa pero el perder algo como su cabello la hacía sentir vulnerable de alguna manera, sentía que definitivamente no había escapatoria contra su enfermedad.

- Ya casi...-

Esbozo una vez más Yamato con la voz entre cortada.

Rin soltó un gimoteo que se transformó en llanto, las lágrimas rodaban por sus mejillas, un llanto que cantaba al unisono junto a una máquina que le quitaba la poca dignidad que le quedaba, seguía sintiendo que era una basura, al menos lo disimulaba, pero ¿Ahora? Todo el mundo sabría que está enferma y no habrá manera de ocultarlo nisiquiera a si misma.

Yamato apagó la máquina, aún no terminaba, pero las lágrimas en sus ojos ya no lo dejaban ver con claridad, tomó un poco de papel y las secó, se colocó en cuclillas para ver a Rin de frente, limpió sus ojos y sonrió aún con llanto en los propios.

- Sigues siendo hermosa.-

Sonreía mientras acariciaba su mejilla.

- No mientas y termina porfavor, me veo horrible así.-

Ambos sonrieron entre lágrimas, trataban de llevar las cosas lo más tranquilo aunque ambos sabían que este era un proceso fuerte, el doctor menciono que había una probabilidad de que el cabello de Rin no cayera, sin embargo cada vez que se cepillaba notaba mechones más gruesos caer, decidió cortarlo, "entre más pronto mejor" pensó.