Tentación. (KakaYama/ObiRin/YamaRin).

Sanación.

- ¿Dónde estoy?.-

Rin despertó confundida, el olor a medicamentos y desinfectante hizo que se revolviera su estómago vacío, se sentía mareada y confundida, se sentó lentamente en la cama, al apoyar su mano noto un catéter pegado a esta unida a un suero colgando junto a ella, una punzada atacó su cabeza.

- ¿Estás bien?, Ya despertaste, que alivio, ¿Cómo te sientes?.-

Pregunto Yamato preocupado acercándose.

- ¿Y... Yamato?... ¿Que haces aquí?, ¿Dónde estoy?.-

- Es algo complicado de contar, solo digamos que te ayude, llamaré a una enfermera, ahora vuelvo.-

Rin lo vio salir de la habitación blanca.

-¿Ayudar?- 

Ver a Yamato hizo que su confución aumentara, dirigió su vista hacia una ventana con la cortina cerrada, podía ver la luz dorada del sol de la tarde colarse por una pequeña línea.

Dieron un par de pequeños golpes a la puerta, la abrieron lentamente y entro una enfermera.

- Hola señorita Rin, ¿Cómo se siente, recuerda como llegó aquí?.-

- hola... Humm, no, no lo recuerdo.-

- ¿Puede decirme que fue lo último que recuerda?.-

Rin regreso su mirada a la luz que entraba por la ventana, ¿Lo último que recordaba?, No podía decir que era un milimétrico cuadro que cabía en la punta de su dedo, y lo último que recuerda era como se deshacía debajo de su lengua y un sin límite de contracciones en todo su cuerpo de apoderaba de ella y todo a su alrededor dejaba de tener forma para unirse en una sola y distorsionada imagen.

- Tampoco lo recuerdo, sólo sé que estaba en mi casa.-

- Bueno señorita Rin, lamento informarle que si usted no recuerda a ver consumido nada, alguien la drogo, no solo fue eso, llegó aquí con principios de anemia, la falta de alimento hizo que se desmayara, afortunadamente su novio la encontró y la trajo con nosotros y...-

La cara de Yamato se coloreo de rojo e interrumpió a la enfermera.

- No, no somos novios, solo somos amigos.-

- oh... Lo siento, creí que eran pareja, disculpen mi error.-

- No sé preocupe.-

Yamato sonrió avergonzado.

- ¿Dónde me encontraste Yamato?-

Rin no estaba escuchando nada de lo que decía la enfermera, estaba perdida en los flashback que su cabeza le mostraba, cada uno más asqueroso que el otro, recordaba el olor a marihuana, cerveza, vodka barato, y un hombre arriba de ella.

- Yo... Cómo no respondías mis mensajes ni mis llamadas decidí ir a buscarte a tu departamento, te encontré...- agacha la mirada- Débil y mal, te iba a llevar a casa con migo, pero te desmayaste en el camino, me preocupe mucho y decidí traerte a el hospital.-

- Gracias.-

Rin agradeció con una sonrisa, una como las que hacía tiempo que no mostraba.

Yamato la miro, vio en esa sonrisa una pequeña luz de esa Rin dulce y amigable que era imposible no querer a tu lado, su corazón comenzó a latir un poco más rápido.

- No agradezcas, cualquiera lo hubiera echo.-

- Pero lo hiciste tú.-

La enfermera sonrió al verlos.