La Sirena | Outer Banks [CANCELADA]

La brújula.

''Decime dónde estás, estoy en cinco. Sé que todos esos bobos son más de lo mismo y que vos querés un turro que esté puesto para quererte y para sacarte de tu vida normal. Perdón a tus viejos si no visto formal, pero también les tenés que contar, que por vos voy por tierra, voy por cielo y por mar. Porque yo soy así, me quiere a mí, ja, dejó a su novio porque era un wannabe''-

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 Rose Cameron, cada semana, es anfitriona de un brunch -que no se suspende por huracán- como decía en el mensaje que llegó a varias personas de Figure Eight. En el menú de hoy encontramos: lujos, elegancia y la gran falsedad de la élite de Outer Banks. Corrió el rumor de que se trataba de un brunch benéfico, para aportar a las pérdidas en la Isla.

Nerea acababa de llegar junto a su familia.

— ¿Descubrieron quién fue el maleante? —preguntó Rose, exagerando sus muecas.

— No, pero ni bien lo hagamos, presentaré una denuncia. No puedo creerlo, no puedes estacionar tranquila que esas bestias del corte dañan tu propiedad —respondió Malina Ocean, negando.

— Las cámaras no funcionan, nunca sabremos quién fue —agregó Nerea.

— ¡Mi mujer! —exclamó Rafe caminando hacia ellas, alejándose de Topper y Kelce.

Besó a Nerea y saludó con encanto a Malina, que lo adora como pareja de su hija. Estaban en el patio trasero de los Cameron. Eran ocho familias muy allegadas entre sí.

— Agh. Instagram está aburrido desde el huracán, ya nadie sube nada. Y me cansé de verte la cara —se quejó Kelce, mirando a Rafe—. A ambos, son los únicos que suben cosas... Y Stassie, por Dios, esa mujer no se despega del teléfono —Nerea solo reía y subía una historia de sus quejas—. Gracios... ¿Esa no es Sarah? ¿Qué hace?

— Llama la atención —respondió Rafe virando los ojos.

— Tienen que estar bromeando. ¡Sarah, baja ahora! —gritó Rose.

Sarah caminaba sobre un palo de electricidad caído sobre un bote.

— Soy una atleta. Lo tengo —contestó intentando relajarlos.

Topper se acercaba a ella mientras le pedía que baje, al igual que la mayoría. Había una gran cantidad de cables pelados en contacto con el agua.

— ¡Te electrocutarás! ¡Bájate de ahí!

Sarah comenzó a bailar para molestarlos.

— ¡No es gracioso!

— Le contaré a tu padre —gritó Rose.