𝐎𝐛𝐢𝐭𝐨-𝐤𝐮𝐧 | ᴏʙɪᴅᴇɪ [HIATUS]

𝟑

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Cuando los 3 niños cruzaron la puerta, dirigieron la primer mirada hacia su maestro. Los 3 chunnins se notaban algo nerviosos, eso no pasó desapercibido por el cuarto. El cual su mirada recorrió con detalle, solo basto algunos segundos para entender un poco...algo tenía seguro, que esos tres, hicieron algo y le están poniendo mucha importancia.

-pasen, justo los estaba esperando a ustedes- mencionó onoki, mientras ponía sus brazos al frente dando entender que pasen.

-les presento a mis tres estudiantes- volvió a hablar el viejo -Ella es kurotsuchi- la nombrada solo dirigió su mirada al frente mirando a los de konoha. Se dio cuenta que eran los chicos con los que chocaron antes, pero disimuló un poco, esperaba que deidara se diera cuenta.

-hola- decidió saludar kuro.

Obito y rin se estaban poniendo algo nerviosos, kakashi igual, pero a comparación de sus compañeros, el sabía disimular muy bien.

-El es akatsuchi- presentó esta vez a un niño algo rellenito. Quién formó una pequeña sonrisa.

Minato sonreía en todo momento, pues debía de dar buena imagen, aunque también necesitaba verse autoritario.

-y el es deidara, mi estudiante más "avanzado"- en el momento que mencionaron a aquel rubio de ojos claros. Obito lo miró, miró sus ojos azules, el rubio de igual manera correspondió sus mirada, tenía al frente arte, que según el, necesitaba estallar.

Minato notó eso, así que le tocaba a él presentar a sus alumnos.

-bueno chicos- dijo refiriéndose a los tres adolescentes -es su turno-.

La primera en dar el paso a presentarse fue rin.

-Rin Nohara- habló la castaña.

Deidara pensó que era la chica de hace rato, aunque apenas notaba que tenía pintado 2 marquitas en cada lado color morado.

-Kakashi Hatake- habló esta vez un peli-plata, con media cara tapada, le restó importancia.

-Obito, Uchiha obito- hablo el pelinegro. Quien volvió a mirar a deidara.

Al igual que el lo volvió a mirar, aquella cicatriz...lo hacía ver como arte. Aunque dándose cuenta, aquel chico, que al fin sabía su nombre.

-Ellos son el equipo siete, mis estudiantes- Mencionó minato con cierto toque de orgullo en su voz.

Obito se preguntaba por tercera vez, ¿cómo llegaron a esa situación incómoda?, pues aún el rubio tenía su pequeña mano en su rostro.

-momentos antes-

El cuarto hokage pidió al igual que el tsuchikage, que sus estudiantes fueran a una sala mientras ellos hablaban.

Un jounin los guió a un cuarto, que parecía una típica sala del dentista a la vista de los adolecentes.

Los niños de la roca miraban con cierta curiosidad a los de la hoja. El uchiha miraba otras cosas de la sala, intentando que los niños no notaran su incomodidad. Rin estaba fingiendo leer una revista, y kakashi solo miraba la puerta, esperando a que alguien los salvara.

Kurotsuchi analizaba los movimientos de los 3, se turnaban la mirada para verlos, akatsuchi miraba de vez en cuando cada uno.

Y deidara...pues digamos que solo veía al Uchiha.

Pasaron algunos minutos más mientras esas miradas eran dirigidas, deidara realmente no perdía ningún movimiento del rostro de obito.

Obito se sentía incómodo, realmente muy incomodo.

Así seguirían para toda la reunión, pero rin fue la salvadora de aquella situación, aunque esos creían ellos.

-y...¿Alguna cosa que nos recomienden visitar antes de irnos?- preguntó la castaña mientras se rascaba la mejilla con uno de sus dedos con ciertos nervios.

-no vinieron a visitarnos, vinieron a escoltar- hablo kuro poniéndose seria.

-No seas descortés- regañó akatsuki a la pelinegra, mientras que esta misma hacia un pequeño puchero.

A rin le aumentaron los nervios.

-Yo les recomendaría el puesto de carné que esta...-

Así se formó una atmósfera menos incómoda para todos ellos, aunque rin seguía la conversación, al igual que obito aveces hablaba. Kakashi le daba igual, solo analizaba.

Deidara seguía con aquella mirada pegada a obito, quería tocar su rostro.

Metido en sus pensamientos quería enserio tocarlo, el azabache volteó encontrándose con la mirada del rubio.

El cual se fijó en aquella mirada negra, se llenó de vergüenza, ¡pues su arte lo estaba mirando!.

Obito notó que la rubia se sonrojaba sin volter a otro lado, le parecía adorable que una niña pequeña lo viera así.

Las miradas de aquellos dos paso desapercibidas por los demás, obito agradecía eso.

Todo iba normal, no les resultaba incómodo mirarse...bueno hasta que...

parándose, dirigiéndose al pelinegro donde estaba sentado, mientras que el pequeño rubio dirigía una de sus pequeñas manos en la mejilla del adolescente. -Eres arte-pronunció con un toque de dulzura.

....

Los presentes se quedaron algo shokeados, obito le entraron los nervios al igual que la incomodidad otra vez.

El rubio acercaba su rostro, poniéndose de puntita, para acariciar su mejilla...hasta que noto algo...¡Todos los estaban mirando!, se quedó quieto mientras ponía su cara en blanco.

Sentía vergüenza.

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La escuela me mata, ayud🅰️

No pensé que alguien leyera esto JAJAJAJA, gracias por las 200 leídas ❤.

Y perdón por el capítulo algo corto.

Adiós, ¡cuídense!

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