Prologo

6.8K 531 159
                                    

[Katsuki Bakugo]

Su vida era una mierda vacia, gris y monótona.

Y como omega, no se sentía socialmente realizado ¿Por qué? Por no tener marca y no querer una. No quiere someterse a un alfa y servir de incubadora a un imbecil que solo querra que baje la cabeza en obediencia. Si ha de tener un maldito alfa quiere que por mínimo le trate como un ser humano.

No es un maldito trofeo, ni una incubadora humana, y mucho menos un debil e inútil solo por ser omega. Aun cuando hay una ley de igualidad de castas, mucho alfas clasista se las pasan por el culo.

Asi como el se pasa por el culo los comentarios ajenos por no seguir la "
naturaleza de su casta Omega.

Y es que como ha sido catalogado como defectuoso solo por no ser sumiso, educado y obediente. Sabe hacer las tareas del hogar, pero no precisamente porque su familia le enseñara eso para un alfa que para el es inexistente, sino porque ansiaba su libertad, la que por tanto tiempo lucho con uñas y dientes. Su madre le enseño a no bajar la mirada ante nadie, porque nadie es mejor que él, y él no es peor que nadie.

Y si debe ser algo, pues será el rey del mundo, no merece menos.

Ahora, vive cómodamente en un apartamento en el centro de Tokio, con un trabajo en una cafetería bien pagada, estudiando Artes visuales, sin preocuparse por tontos alfas, ni cachorros y mucho menos por celos. Nunca habia sufrido en un celo, eran poco dolorosos y si se lo proponía podia distraerse leyendo un poco y se calmaba. Jamas necesito de un alfa y esta bien con eso, y con el tiempo aprendió a esconder su olor durante las jornadas de trabajo y clases. Tenía todo lo que necesitaba. Pero también habia una pequeña espina en mi corazón, el recuerdo de un pequeño de 11 años que fue mi unico amigo.

Aun podía recordar cada momento juntos, y los atesoraba. Pero se preguntaba ¿como esta? ¿Se acordara de mi? ¿Como sera ahora? ¿Volvere a verlo? No podia evitar hacerlo, aun recodarba sus palabras el dia que se fue, el dia que florecieron los arboles de cerezo.

—"Lo siento Kacchan, me entere apenas hoy. Me dijeron que me despidiera de ti, pero tranquilo, Kacchan. Yo estare bien, y un dia, vendre a buscarte"

Las recordaba ya muy lejanas, pero siempre que miraba el cielo pedia a algun Dios existente, que le cuidara hasta el dia de nuestro reencuentro.

• ‡‡†‡‡ •

Era ya pasada la media noche y acaba de terminar mi último turno, estaba haciendole compañia a la unica persona que con la que hablaba en el local, Camie Utsimishi. Una vez todo cerrado emprendi camino a mi apartamento, pero un sonido detuvo abruptamente mi caminar, mi estómago rugia, y esa era una obvia señal de que tenia hambre. Camino un poco mas hasta que doy con el pequeño kiosko de una anciana, que al parecer vendia ramen, pedi una taza extra picante para llevar y pague.

— Eres un omega ¿verdad cielo? — le pregunto la ancianita de la nada

—¿Como lo supo? — preguntó, evitando que la anciana viera su asombro. Creía que ocultaba bien su aroma.

—He vivido una larga vida, tengo experiencia, solia ser enfermera, así que no importa si ocultas tu aroma, para mi sera facil saberlo— respondió

—Hmmg, esta bien, supongo — se despidio extrañado.

Siguio su camino hasta su departamento, pasando en medio de un parque, con la mirada gacha, sin darle importancia al hombre que estaba bajo los faroles.

No fue hasta que sintió un poco su olor que alzo la mirada, chocando con otros ojos rubis, se alejo de este veloz, ese aroma lo delataba, era un Alfa que estaba buscando someterlo. Se dio la vuelta para tratar de huir y choco con otro tipo de ojos lila. Intentaron atraparlo antes de que huyera, pero se defendía dando golpes y patadas a diestra y siniestra, inserto un golpe en el estómago de uno dejandolo fuera de combate y al otro le dio un golpe en la quijada. No se dejaría atrapar sin antes dar pelea.

Su ramen habia caido al piso, derramando todo al suelo.

Corrio en cuanto tuvo oportunidad, y por un momento creyo que escaparia, y estaba tan cerca de llegar a un lugar más alumbrado y con gente, pero de pronto sintio un golpe en su espalda y un agarre firme en su brazo.

—¡Sueltenme, hijos de puta! ¡Los Mataré Jodidos Desgraciados! ¡Les haré paga-

Y de pronto, perdió la conciencia.

[Omnisciente]

—Joder, es una bestia. — dijo el peli Morado, luego de noquear al rubio ceniza

— Ya él nos habia dicho que era un Omega muy fuerte  — Recordó. — Pero no pense que fuera asi de agresivo— el pelirrojo tenia moretones en la cara y brazos, aparte de que habia perdido el aire por un momento debido a un golpe en el estómago.

Su compañero no estaba mejor, tenia el labio partido al igual que una ceja y varios moretones. Se veían fatales. Un pequeño omega los había masacrado, a ellos, dos Alfas grandes

—Nos va a matar cuando sepa que lo noqueaste — señaló preocupado el alfa pelirrojo, las órdenes decían que sin un rasguño, y Shinsou lo había noqueado de un golpe

—Ese tipos nos molio, será mejor que no se ponga de nenita— espetó el alfa peli Morado.

Tomaron al rubio como sacó de papá y lo subieron al auto en el que llegaron, arrancando rapido para llegar a su territorio.

• ‡‡†‡‡ •

Habían llegado a la mansión Yakusa, y una vez estacionaron recibieron ayuda de otros compañeros para trasladar a la bestia rubia dormida a una habitación.

Entraron a la oficina de su jefe donde este les esperaba.

—¿Y bien? — preguntó serio.

—Lo hemos traído como pediste— dijo Shinsou

—Ya lo se, me refiero a ¿Por que lo trajeron noqueado? Lo pedi sin ningún-

—Rasguño— completo—. Lo sabemos, y asi lo trajimos ¿viste algún rasguño? No. Todo eso lo recibimos nosotros. — puntualizó, señalándose a sí mismo y a Kirishima

El contrario solo les miro, y de repente lanzo una carcajada. ¿Como es que estaban asi? ¿En serio el omega habia podido con ellos?


—Disculpen chicos, pero de verdad ¿no pudieron con él? Definitivamente, ese Katsuki nunca cambia.— dijo mientras se calmaba y miro sonriente a sus trabajadores estrella— Ya tranquilos, pueden retirarse. Buen trabajo — Sonrientes, salieron de ahi.


Mientras, él peliverde iba a la habitación del rubio ceniza. Se acercó a este y se sento en la orilla de la cama, su cama. Empezó a acariciar suavemente las hebras cenizas. Dio un beso en su frente.


—Te dije que nos volveríamos a ver — dijo, alejándose del rubio —..., Kacchan.


En emisión♡


Submit and Obey ¦ dekukatsu (omegaverse) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora