ᴀ ɪ ɴ' ᴛ ᴍ ʏ ғ ᴀ ᴜ ʟ ᴛ

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Volkov se encontraba haciendo papeleo en la recepción de comisaria, divagando en su mente sobre la tarde de ayer, en como Conway lo había dejado solo con Gustabo en pelotas y se había llevado a Horacio a quién sabe donde, cosa que no le gustó en lo absoluto pero que tampoco pensaba reclamar dado que no tenía ningún motivo, todavía.

Agrupaba un conjunto de hojas para apartarlas y dar paso al siguiente montón cuando Fred entró con ropa de civil a la comisaria, traía un pasamontañas rosa y una pequeña mochila donde supuso que traía su uniforme, entró a la recepción donde esta el comisario para marcar el inicio de su servicio, rozando a propósito la espalda del mayor con la punta de sus dedos. 

El mayor, desde que había estado presente en la descara confesión de Gustabo, había evitado completamente tener contacto con él. Cuando Conway y  Horacio salieron enojados de su departamento, le pidió amablemente al rubio que se vistiera y se retirara, sin embargo, Gustabo no se iba a rendir tan fácil y Volkov no iba a ceder así como así. El menor se quedó un par de minutos jugueteando alrededor del comisario, tocándolo suavemente, dando uno que otro pequeño beso en su cuello. Lo iba a conseguir así fuera lo último que hiciera. 

Gustabo, al ver que Volkov no se inmutaba, se resignó a  vestirse y salir del lugar, dejando pasar el ridículo que claramente había hecho. Pero tampoco es que se estuviera rindiendo. 

El menor salió del lugar y se dirigió hacia vestidores con un paso que le recordó a Horacio, con la maleta casi limpiando el piso. Volkov lo miró curioso, su cuerpo era uno de los más formados que había visto, su tez blanca combinada bien con el azul de sus ojos, recordó por un momento su cara. Esa boca pudo haber estado en lugares que ni yo me hubiera imaginado. Pero no, Volkov trataba de atender solo a Horacio, trataba de mantenerse controlado por él, no pudo evitarlo. 

Se levantó de su silla detrás del mostrador, salió de la recepción con dirección a los vestidores, tenía una postura recta y caminaba con el paso dudoso sin poder ocultarlo del todo. Empujó la primer puerta para detenerse un momento delante de la que daba a los vestidores, tomó aire y entró. 

— Volkov. 

Gustabo no se giró pero tampoco continuó con lo que estaba haciendo. El mencionado se quedó poco sorprendido al ver la espalda ancha y con un par de cicatrices, sin embargo, su miembro reflejaba otra cosa de lo que su cara expresaba. Su vista se dirigió al pantalón tipo cargo color rosa que traía, se enfocó en el pequeño pero formado trasero, se relamió las labios y volvió a subir su mirada, esta vez se quedó en los hombros del menor. 

El rubio ladeó su cabeza de izquierda a derecha, luego volvió a su posición, miró de reojo por encima de su hombro al comisario, quien aún se encontraba analizando cada musculo de su cuerpo, con los brazos cruzados y el rostro caliente. 

Una diminuta y traviesa sonrisa atravesó el rostro el menor, una que no alcanzó a ver Volkov. 

— ¿Ha tomado una decisión, comisario? 

Seguida de la pregunta se escuchó una corta risa picara, está vez la dejó oír. El comisario se dio un par de pasos hacia atrás, queriendo huir de las trampas del menor, no lo logró. Es demasiado irresistible.

El rubio solo había presentado rastros de debilidad dos veces, y eso era porque Conway tenía una manera de imponer espectacular. Pero no significaba que él se expusiera ante cualquier, podía ser pasivo con intento de activo pero no lo dejaba ver tan fácil, al menos eso era lo que pensaba.

Volkov carraspeó tratando de alejar cualquier pensamiento morboso, no funcionó, todo lo contrario. De un momento a otro, unos cuantos se sumaron a la lista. Necesito saciarme en ti (…) Penetrarte hasta el último rincón (…) Joder, Gustado, ¿en qué momento deseé embestirle?

𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘 𝐏𝐋𝐄𝐀𝐒𝐄      [Multishipp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora