✔El Hilo Rojo: Un Destino Desafortunado

Capítulo 1

— ¡Resiste! —dijo con dificultad el castaño debido al esfuerzo inhumado que hacia para sostener la mano de aquel chico.

—Si no me sueltas caeremos los dos —respondió el menor entre sollozos.

—¡¿Estas loco?! ¡ash! Prefiero morir a tu lado que vivir con la culpa de no haber podido protegerte como te lo prometí —aseguró su agarre entre quejidos de dolor—, ¿recuerdas que prometimos estar juntos por siempre? ¿lo recuerdas?

—Lo se hyung, pero no te culparé si no puedes cumplir tu promesa, quizás y solo quizás en otra vida logremos estar juntos —de a poco se empezaban a vislumbrar algunas lágrimas que salían de sus ojos mientras decía esas palabras.

—¡Por favor, no te rindas, te lo suplico! —cada segundo que pasaba se le hacia más imposible sostenerlo—,  ¡ahh! —No pudo soportar mas y rompió en un angustiante llanto.

—Jinsuk, recuerda que siempre te he amado y siempre lo haré —miró al vacío con cierto temor, pero estaba dispuesto a perder incluso la vida por mantener a salvo al hombre que amaba —, lo siento mucho, en verdad lo siento

Sin más el chico se soltó de su agarre dejándose caer por aquel acantilado.

—¡Nooo! ¡Maldición, no! —se lanzó hacia atrás totalmente desconcertado, no conseguía creer lo que acababa de suceder—¿Por que? ¡¿Por que?! —se volvió a levantar y miró al vacío—, te dije que no me soltaras ¡¿por que lo hiciste?! —su voz se quebró con esa frase y luego colapso quedando de rodillas frente al vacío. Tomó su espada y la colocó encima de su estomago.

—Lo siento mucho Soohyun pero no hay manera de que pueda vivir sin ti, se que esto te molestaría mucho pero, así como comencé a sentirme vivo desde que te conocí también mori cuando tu lo hiciste.

Luego de decir esas palabras enterró la espada en lo mas profundo de su ser y segundos después sus fuerzas comenzaron a desvanecerse haciendo que cayera a un lado.

—Siempre te amaré Soohyun, prometo buscarte en otra vida y asegurarme de poder cumplir mi promesa —, una lágrima rodó por su mejilla mientras daba su último suspiro.

Yeonjun se despertó entre gritos nuevamente, esa maldita pesadilla que tenia de vez en cuando lo atormentaba demasiado, y lo peor era que no podía recordar nada mas que el dolor punzante en su pecho que lo dejaba sin aliento. Cada vez que tenía ese sueño las cosas salían completamente mal y hoy no sería una excepción.

Miró su reloj y era muy temprano así que intentó dormir nuevamente, después de un largo rato logró conciliar el sueño pero, aturdido por el tono de llamada de su celular volvió a levantarse.

—Maldito punk, te dije que no cometieras mas errores ¿No te lo advertí?

—Sr. Shin, deme otra oportunidad, se lo ruego —miró su mesita de noche llena de facturas atrasadas—, necesito el dinero.

Solía ser demasiado orgulloso como para rogarle a alguien, pero después de todo este tiempo me volví aun más miserable y no me queda otra opción.

—No me interesa, no quiero volver a ver tu mugrosa cara en mi local ¿entendiste?

—Al menos debe darme una indemnización... —el contrario rió cínico.