Ambos se levantaron muy temprano por la mañana para preparar la comida que llevarían al día de campo.
El día era hermoso y tranquilo, perfecto para sus planes.
—¿Por que preparas tanta comida?.—
—Hoy llevare a un cerdito que ama comer y temo quedarme sin almuerzo.—Respondió risueño mientras cortaba el kimbap en rodajas.
Yeonjun quedo en blanco analizando lo que acababa de oír pero en cuestión de segundos su semblante cambio de confuso a enfadado al darse cuenta de que aquel cerdito era el.
—¡Tu, rufián! Te enseñare a respetar a tus mayores.—
Y así comenzó una pelea tonta como las que tienen los niños corriendo por toda la cocina, Yeonjun era una masita pero lo que tenia de tierno lo tenia de enojón.
—Para, para.—Soobin sostuvo sus muñecas para que este deje de golpearlo con sus frágiles manitos.—tenemos que terminar de organizar esto.—
—Ahora lo harás tu solo, este cerdito no tiene dedos así que no puedo ayudarte.—Replico formando un lindo puchero en sus labios para después irse a su habitación.
Soobin se limito a reír con el acto severamente infantil del mayor, Yeonjun solía enojarse de la nada pero ya estaba acostumbrado a eso.
Trataba de recordarse a diario que esto no seria para siempre, que en algún momento inevitablemente debería alejarse de Yeonjun, no obstante, aprovecharía cada oportunidad que tenga para hacerlo feliz.
Cuando todo estaba listo metieron las cosas al auto y de dirigieron al lugar que Soobin había elegido.
—¿A donde iremos?.—Pregunto Yeonjun muy emocionado moviendo sus piecitos.
—Es una sorpresa.—Contesto con una amplia sonrisa sin quitar la vista de la carretera.
—No me gustan las sorpresas.—Dijo cruzando sus brazos y haciendo un puchero
—Ay, ¿Acaso el cerdito se enojo otra vez?.—Pregunto pellizcando una de sus esponjosas mejillas.
—¡No quites las manos del volante! Mejor me voy a dormir, conducirás solo todo el camino.—Refunfuño apoyando su rostro contra el cristal de la puerta.
—Duerme cerdito, no quiero que estés cansado después.—
Yeonjun rodo los ojos y se durmió rápidamente, la noche anterior no pudo pegar los ojos por los nervios.
Una vez que llegaron Soobin lo movió ligeramente para que despierte.
—Llegamos cerdito.—Dijo en un tono alto mientras bajaba del auto.
El contrario se restregó los ojos y luego de estirarse un poco fue en dirección al mas alto.
—¿Qué es este lugar?.—
—영원한 사랑 (yeong-wonhan salang)—Amor eterno.
—¿Que?.—
—Hay una historia detrás de su nombre, ¿Quieres oírla?.—
—Claro.—
—Ven, te la contare mientras llegamos al lugar exacto donde te quería llevar.—
Ambos comenzaron a adentrarse mas en ese característico bosque.
—Hace cientos de años hubo un príncipe que se enamoro de un simple plebeyo, a pesar de que le prohibieron esa relación ellos seguían viéndose en secreto, un día unos hombres los acorralaron y dejaron mal herido al plebeyo pero el príncipe logro reducir a los agresores, cuando se quiso dar cuenta el chico estaba al borde de un precipicio mas sin importar todo el esfuerzo que hizo no logro salvarlo ya que este prefirió tirarse al vacío que poner en peligro la vida de su amado, pero al ver el príncipe que había perdido al plebeyo se suicido con su propia espada en ese mismo lugar.—
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✔El Hilo Rojo: Un Destino Desafortunado
Fantasía"Prometo buscarte en mi otra vida y cumplir mi promesa" Un desafortunado ser humano. Un frío y solitario ángel de la muerte. El destino los volvió a reunir para darles otra oportunidad pero no les hará las cosas tan fáciles. Créditos por la hermosa...