Capítulo 21

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Era la segunda vez que, Yeonjun, se desmayaba hoy y no es para menos, a decir verdad se lo tomo bastante bien.

¿Quien no se sorprendería si alguien le dice,  "Estoy muerto"?

Eso que todavía no sabe que yo no soy un ser humano.

Lleve a Yeonjun a su habitación y volví a acostarlo, la niñita me siguió hasta allá y luego de ponerlo en su cama jalo mi ropa.

—¿Que sucede?

— Tengo hambre
—Reclamo sobando su pancita.

— Te preparare algo.

— No, quiero helado.

— No tenemos helado aquí —Respondí con voz dulce.

— Pues, entonces vaya a comprar.

Rei por su impertinencia,  ese puchero en sus labios la hacia ver realmente adorable.— Es muy tarde ya—. Apretó mas sus labios y sus ojitos se cristalizaron amenazando que iba a llorar en cualquiee momento.— Esta bien, te comprare helado, tu cuida de Yeonjun hyun mientras yo vuelvo.

Abrazo fuertemente mis piernas en agradecimiento.—Gracias, oppa bonito.

Deje a la niñita y me fui a un super que no estaba tan lejos de la casa. Coloque las manos en mis bolsillos ya que el gelido invierno se estaba hacercando cada vez mas, solo faltaban unos días para mi cumpleaños.

La calle estaba desierta, no era para menos, ya que eran mas de las doce de la noche pero por alguna razón sentía que alguien me estaba siguiendo, quizas solo era mi imaginación.

"Si los cazadores te encuentran será tu fin"

Desde que tengo memoria eh oído historias sobre ellos pero siempre creí que eran solo leyendas, después de todo nunca había tenido un encuentro con ellos.

Un frío subió por mi espina dorsal cuando sentí unos pasos iregulares detrás de mí así que comence a correr, una ves que llegué a la tienda voltee pero no había nadie, quizas era el miedo jugandome una mala pasada.

Me sostuve sobre mis rodillas mientras mi respiración se regularizaba, eso fue aterrador.

Cuando llegué a la casa   tome dos cucharas y me dirigí a la habitación.

Hice que se sentara en un sillón y le di el helado.—Toma, aquí tienes —Ella lo aceptó gustosa y comenzó a comerlo.

Pasaron unos minutos y Yeonjun despertó.

Se restregó los ojos un tanto aturdido.— Soobin, de nuevo tuve otro sueño extra... ¡Ahhhhhh!—. Grito horrorizado y se cubrio con la manta en un rincon de la cama luego de ver a la niña lo mas tranquila comiendo el helado.

No pude evitar reír enérgicamente luego de ver su cara de horror.—Veo que— Risas—. Lo siento, yo, yo, simplemente no puedo—La mirada asesina que me mando era un aviso de que me calmara por las buena, asi que al instante desdibuje la sonrisa de mi rostro—. Lo siento.

— ¡¿Que diablos hace ese fantasma en mi casa?!—. Exclamo enfurecido como si su vida dependiera de eso. Supe entenderlo ya que supongo que era su primera vez viendo uno.

— No hables asi, ella todavía esta aquí—. Dije apuntando en dirección de la misma.

— No me interesa, sacala de aquí, esto no es un albergue de almas en pena.

✔El Hilo Rojo: Un Destino DesafortunadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora