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¿Qué estaba haciendo él ahí?

Juraba recordar haber visto su cuerpo alejándose con el movimiento de la marea en aquél bote, antes de que le prendieran fuego para que pudiera tener una muerte digna de un rey, pero... ¿entonces por qué su padre estaba frente a él en ese cuarto blanco?

No quería llorar.

No podía llorar.

Se lo había prometido, pero entonces... ¿por qué?

–Oh, pequeño... mírame–estaba seguro de que él había muerto, si no hubiese sido así, su hermano se habría quedado a su lado en el reino de la sombras,pero si aquél ser que estaba frente a él no era su padre, entonces...

–¿Quién eres...?

Y con aquella pregunta fue suficiente para que una estruendosa risa saliera desde el interior del ser que se parecía a su padre...

[...]

–Hay algo que tengo que pedirte, rey Kim...–habló el muchacho de retazos de tela obscura, alejando su mirada del cielo estrellado y dirigiéndola a los zafiros del rostro del rey con ropas impolutas.

–Sí tiene que ver con remover aquellas leyes... lo siento, pero me tengo que negar–se sintió avergonzado cuando escuchó la risa del ser de las sombras a su lado, pues se dio cuenta que había vuelto a hablar sin haber escuchado–. L-lo siento... continúa.

–Me iré por unos días junto al gran mago, dejaré a un par de esqueletos encargados del castillo, junto a mi mayordomo–habló, alejando su mirada del ser de luz para poder acostarse sobre el césped en el que estaban sentados–; pero hay algo que necesita ser vigilado de manera constante y tratado de manera delicada...

–¿Qué es aquello con lo que necesitas ayuda?–lo miró desde arriba, sintiéndose preocupado pero con una ligera corazonada de peligro.

–Un huevo de dragón.

[...]

Uno, dos, tres, cuatro besos... tenían que recuperar el tiempo perdido, ¿pero cómo? Ya se tenían cerca de nuevo, pero ya no estaban en aquella época donde no podían tocar al otro sin ser exiliados.

Querían saciar su necesidad de sentir al otro luego de que hayan pasado milenios, una eternidad para ellos, y sofocar sus sentidos en los del otro.

Ambos se besaban como si fuera aquella primera vez, donde sus cuerpos ardieron con ayuda de sus almas; aquella vez donde ambos príncipes decidieron abandonar a su gente solo por ser un poco más egoístas, pero sin saberlo se estaban entregando de manera voluntaria a algo aún más ardiente que sus propias llamas...

Sus besos eran torpes, algunas veces sus dientes chocaban entre ellos y otras veces más se mordían causando un poco de dolor en el contrario. Dolor que comenzaba a hacerse placentero.

—Te extrañé, mi príncipe...–el pelinegro juntó sus frentes y acarició la nariz del castaño con la suya, de manera suave mientras una de sus manos se posaba sobre la mandíbula de su amado.

Una risita se escuchó de parte del chico frente a él quien se alejó un poco ante tal comportamiento que seguidamente solía tener JungKook.

–¿Cuántas veces tengo que recordarte que ya no soy un príncipe?—susurró mientras se tomaba el atrevimiento de sentarse sobre las piernas del pelinegro y besaba su barbilla—Ya no somos lo que solíamos y lo sabes... deberías dejar ir el pasado.

–No puedo hacerlo. El pasado es muy importante para mí; para nosotros.

—¡Claro que es importante para nosotros!—gritó en un susurro y con una sonrisa mientras tomaba las mejillas del chico debajo de él entre sus manos y apretujaba su rostro, pero pronto su sonrisa se fue desvaneciendo hasta que una expresión triste quedó en su rostro—Es importante porque ahí comenzó lo nuestro, pero no quiero regresar a donde tú y yo no podíamos gritar lo que sentíamos sin ser castigados...

[...]

Los rumores se corrieron de manera rápida entre ambos pueblos ante la ausencia de los príncipes de ambos reinos.

Se decía que se aventuraron fuera de los límites del bosque, donde terminaba la magia de los reinos de luz y sombra, y donde comenzaban las tierras de los mortales. También se podía escuchar que el príncipe de las sombras había asesinado al príncipe de ropas impolutas...

Esos eran unos de los rumores más sonados entre ambos pueblos, pero sólo aquél mayordomo sabía la verdad. Una verdad tan linda como triste. Ahora era él quien se tenía que hacer cargo del reino de la luz mientras buscaba por alguien digno para restablecer el orden entre tanto caos.

[...]

—¡NO! ¡No, no!—lanzó el frasco de tinta negra hacia una de las paredes de aquella cabaña a mitad del bosque–No, mierda, esto no debería ir de esta manera...

Salió del lugar al que llamaba hogar y comenzó a camina en círculos, buscando calmarse lo suficiente antes de que sus acciones causaran algún cambio en el futuro que estaba persiguiendo.

Estaba cerca de lograr su objetivo, sólo necesitaba deshacerse de dos peones en este tablero de ajedrez para poder acorralar al rey y terminar su partida en un jaque mate.

Me adelanto a decirles que el final está acercándose más rápido de lo que creí 😔✌️

Lo que sí es que puede (la verdad no les voy a prometer nada) que haya acción en el siguiente capítulo.

En fin, no olviden votar y comentar, con esas simples acciones me hacen feliz y me dan la sensación de que estoy haciendo un buen trabajo.

Nos vemos en el siguiente capítulo, corazones.

[23-nov-2020]

Entre luz y sombras... (Kookv) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora