Entre luz y sombras... (Kookv)

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-Quiero que me prometas que después de esto no me olvidarás-decía el chico de ropa negra y antigua frente a él.

-¿Olvidarte?-rió-Estás loco si crees que voy a olvidarte.

-Tienes que prometerlo Tae, solo hazlo-la angustia era palpable en la voz de aquél chico de pelo negro y cara borrosa.

-Bien, lo prometo, MxqjNrrn-sonrió y pudo sentir cómo fue que una lágrima caía por su mejilla.

Ambos se miraron fijamente con amor y...

TaeHyung despertó de golpe, sentándose en la cama y sintiendo lágrimas caer por su cara; su cabeza y su pecho dolían y el sentimiento de pérdida, tristeza y melancolía estaban muy presentes.

«Fue un simple sueño, no tengo por qué sentirme así», pensó Tae y tomó su teléfono para ver la hora.

6:30 AM. Hora de comenzar a prepararse para su primer año de universidad.

Luego de hacer sus necesidades, tomar una ducha y desayunar, TaeHyung salió de casa para dirigirse a su nueva institución; al llegar se encontró con su único y mejor amigo.

-Adivina a quien le regalaron un nuevo teléfono por su cumpleaños-su voz chillante, a pesar de llegar a sus oídos, no pudo sacarlo de su ensoñación-. ¿Me estás escuchando, Tae?

-Oh, perdona-se rascó la nuca-. ¿Qué decías?

-Olvídalo-rodó los ojos y río-. Ahora dime: ¿qué sucede contigo? Estás más serio y pensativo de lo usual-volvió a reír.

-Vamos JiMin-ie, no tengo nada, estoy perfectamente bien.

-Y yo soy heterosexual, ¿no?-JiMin se detuvo frente a Tae y lo encaró cruzando sus brazos-Si no fuera tu mejor amigo me hubieras convencido, pero qué lástima, lo soy; ahora dime qué tienes.

-Es una tontería-se carcajeó y pasó una mano por su cara-. Soñé con un alguien que no me es muy familiar y me desperté llorando, nada de otro mundo.

-Puede que no haya sido de otro mundo, pero quizá de otra vida-se encogió de hombros y volvió a continuar el camino antes tomado seguido de TaeHyung-; quizá y lo conozcas nuevamente y sus memorias terminen volviendo. No lo sabes.

Al llegar al pasillo donde estaban sus aulas TaeHyung se chocó con alguien.

Los murmullos se hicieron presentes en el pasillo y las intenciones de TaeHyung de no llamar la atención el primer día estaban sobre el suelo, al igual que él y la persona con quién impactó.

-¿No puedes fijarte por dónde diablos caminas?-dijo alguien con una voz algo gruesa y rasposa.

-Creo que el que debería decir eso soy yo-dijo Tae alzando la cabeza y se quedó observando los ojos del joven frente a él. Los murmullos cesaron y el pasillo se quedó en silencio, pronto los ojos del muchacho frente a TaeHyung se iluminaron con un ligero brillo rojo.

-Te recuerdo que el que chocó conmigo fuiste tú, así que discúlpate-volvió a decir el chico de voz rasposa y pelo celeste.

-Olvida que yo lo haga-TaeHyung se levantó del suelo y trató de ayudar al de pelo celeste, quién rechazó la ayuda dándole un manotazo y levantándose por su cuenta

-¡YoonGi!-llamó una tercera voz y el de pelo celeste comenzó a alejarse.

-¡Ésto no termina aquí!-amenazó el que se hacía llamar YoonGi, quién salió corriendo; junto a Tae pasó corriendo alguien más.

Y, por un momento, el pecho de TaeHyung dolió...

[...]

El resto del día pasó sin ningún otro inconveniente.

-Realmente era guapo-mencionó JiMin al momento de salir de la institución.

-¿Quién?-frunció el ceño y lo volteó a ver extrañado, pues ese día JiMin había hablado por lo menos con cinco chicos diferentes.

-Con el que discutiste ésta mañana-rió y se sonrojó-. ¿Yunki? No recuerdo cómo es que se llama.

TaeHyung se detuvo y miró estupefacto a JiMin, quien también se detuvo.

-¿Dije algo malo?

-No, para nada-se apresuró a decir TaeHyung-. Es solo que no puede ser posible que alguien sin valores te haya gustado-rió sin poder creer los gustos de su mejor amigo.

-Oh, vamos-también rió-. Debes aceptar que sí era atractivo.

-Pues si, pero...

-No es tu tipo, lo sé-sonrió JiMin y volvió a caminar-. ¿Podemos a ir a tu casa? Hace tiempo que no hablo con tu papá.

-Si, estoy seguro que se pondrá muy feliz de verte.

Después de eso el silencio los reinó al igual que un ligero aire de melancolía, pues el padre de TaeHyung había muerto después de que Tae había cumplido sus trece años de edad.

-Al menos el destino de los príncipes va como lo predije-mencionó un ser que se escondía en la sombra de un árbol, lo suficientemente alejado y escondido para que nadie le pudiese escuchar-; a toda costa debo evitar que se vuelvan a enamorar-y así como el agua: se evaporó y no dejó rastro.

[...]

Luego de llegar a la universidad, y darse cuenta que YoonGi había hecho lo que específicamente le ordenó que no hiciera, tuvo que enfrentar varias reprimendas por parte del director.

Claro que estaba enojado, pues le había ordenado que por nada del mundo tocara lo que es suyo; y con "suyo" no se refería a algo material.

¿El porqué de las reprimendas? Sencillo: en cuanto alcanzó a YoonGi lo golpeó, fue un golpe "ligero" si tomamos en cuenta que solo lo dejó inconsciente y no le rompió la nariz, pues sí, fue ligero.

-¿No pudiste, al menos, esperar a la salida?-decía YoonGi desde la camilla de enfermería, pues lo habían llevado ahí por si se presentaba alguna complicación-Hay veces que en verdad eres muy bestia...

-Mira quién lo dice-rió el pelinegro-, al que le dan una orden y no sabe cómo seguirla.

-Oh, vamos-rechistó YoonGi-. No sabía que era él.

-No trates de justificarte, lagartija.

-¡¿Cómo te atreves a insultar a nuestra raza de esa forma?!-se levantó de forma brusca de la camilla, haciendo que el pelinegro retrocediera por acto reflejo.

Los ojos de ambos se iluminaron con un brillo que representaba la emoción del momento: rojo para los ojos de YoonGi y un amarillo chispeante para los ojos negros del menor.

-¿Tengo que recordarles lo que pueden y no pueden hacer en el reino mundano?-preguntó el pelirrojo que acababa de aparecer en medio de una nube de humo.

-Oh, gran mago-ambos chicos hicieron una leve venia y el color en sus ojos se apaciguó.

-Como decía en el contrato que ustedes firmaron con su sangre, yo les regresé todos sus recuerdos a cambio de que ustedes hicieran lo que yo les pedía-comenzó a caminar por toda la enfermería, revisando algunos medicamentos que le pudieran servir para sus pócimas-. Necesito que ese contrato se cancele, príncipe mío.

[28-Ene-2019]