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Dolía.

Estaba sufriendo.

Había olvidado lo doloroso que era estar solo, pues desde la muerte de su príncipe, ese gigantesco lugar jamás estuvo tan callado. Y dolía. Porque lo extrañaba. Los extrañaba. Pero la lealtad que caracteriza a los faunos le impidió quitarse la vida; aún debía de cumplir la última orden que su príncipe le había dado.

Aunque sólo era él y los guardias, dentro de ese lugar, entre todos ellos, debía de existir alguien digno de tomar el puesto como monarca del lugar.

—Ha sido muy valiente de tu parte llamar al consejo a una reunión de emergencia, a sabiendas de lo agitado que está el pueblo ahora—Tifón, el más antiguo ser del lugar, habló molesto.

—Mi señor... el príncipe me ha dejado a cargo del reino de la luz—habló, acobardado por las miradas de los ancianos, pero no había tiempo de retroceder ahora—. Hace tiempo, hablando con el rey Kim, logramos planear una estrategia para acabar con el rey de las sombras.

—¡Imposible! Si el rey hubiera pensado en algo como eso, habría acudido con el concejo primero—aseguró la ninfa, representante de aquel pueblo—. Necesitan a mi pueblo para asegurarse de aquella estrategia.

—Es cierto y en su momento le pedí al rey que buscara su apoyo, pero se negó, porque sabía que no escucharían su plan—el fauno hablaba cada vez con más seguridad, caminando con la frente en alto hacia el trono que le había pertenecido, en su momento, al rey y que luego pasó a ser del príncipe.

—¡Tonterías! El rey no habría sido tan ingenuo para callar algo que presume ser tan importante—habló la matriarca del pueblo de los elfos y los murmullos de su gente no se hicieron esperar, hasta que la sala volvió a quedar en silencio, pues parecía que el pueblo había llegado a un acuerdo—. Pero si tú dices saberlo, ¿porqué no nos cuentas de qué va aquél plan, fauno?

Todos mantuvieron su mirada sobre el fauno, esperando a que diera un paso en falso para poder terminar con todo aquello y poder buscar mejores ideas para terminar con todo el caos que la partida de los príncipes de ambas tierras había causado; hasta que el fauno finalmente llegó frente al trono del difunto rey y, de manera lenta y agraciada, tomó asiento sobre aquél mueble de madera de abeto, adornado de terciopelo carmín.

—El inicio de aquella estrategia es con la revocación de las leyes sagradas, mis señores—se acomodó sobre el trono, cruzando una de sus piernas sobre la otra y colocando sus brazos sobre los reposa brazos de aquél mueble, comenzando así, el gobierno del fauno sobre las tierras envueltas en luz.

[...]

Recordaba de manera vaga la primera vez que su mejor amigo le había contado aquél sueño que tuvo, hace ya varios meses, pero le parecía increíble cómo aquél sueño comenzaba a repetirse una y otra, y otra, y otra vez, cada que cerraba los ojos esperando a poder dormir más de tres horas sin tener que despertar gracias a aquél sentimiento de angustia y desgarramiento que le causaba ver a ese par de muchachos despedirse de una manera románticamente triste: con lágrimas tristes cayendo por sus mejillas mientras se sonreían con alegría.

Con el tiempo fue más consciente de lo que sucedía a su alrededor, luego de recordar un poco más sobre aquella vida pasada y, aunque al inicio fue algo de locos pensar que eso era posible, actualmente estaba feliz y bien con ello; se había mantenido junto a su alma gemela todo este tiempo, sin pedir nada a cambio, simplemente por aquella lealtad que caracterizaba a los faunos. Y estaba feliz de ver a su alma gemela reencontrarse con su llama gemela.

[...]

—¿Quién eres?—y con aquella pregunta fue suficiente para que una estruendosa risa saliera desde el interior del ser que se parecía a su padre...

—Finalmente te conozco en persona, heredero del rey Kim—una sonrisa sádica se pintó en su cara mientras ignoraba la pregunta que el príncipe le había hecho y, con un chasquido de sus dedos, aquella habitación impoluta había comenzado a cambiar para ser una habitación húmeda y obscura, mientras que la ropa de los seres dentro de aquella habitación comenzaba a ensuciarse y rasgarse en ciertas partes.

Estaba en un calabozo.

—¿Quién eres?—el príncipe volvió a preguntar, manteniéndose firme frente al imponente ser frente a él.

—Soy el emperador de las tierras cubiertas por sombras, príncipe—se enderezó en su lugar con forme comenzó a hablar, tomando una postura ambiciosa y, a la vez, orgullosa. Digna de un rey tirano: viendo a los demás desde arriba; egocéntrico—. Te diría que me puedes decir "Rey Kim", pero lamentablemente ese nombre ya está ocupado por tu progenitor; así que llámame: rey NamJoon.

[...]

Hola... 👉👈

Dos años para que yo pudiera actualizar esta historia y para que pudiera trabajar en mí. Lamento haberles hecho esperar mucho. 😥

Espero que este capítulo les guste y me sigan apoyando, corazones.

Nos leemos después :)

[7-may-2022]

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⏰ Última actualización: May 07, 2022 ⏰

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Entre luz y sombras... (Kookv) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora