LOST DREAM || SEULRENE

Capítulo 10

El ambiente en casa de Yeri estaba a full, la generación de Seulgi estában por terminar la carrera y al no poder celebrarlo anteriormente decidieron hacer una última fiesta en su casa y al mismo tiempo celebrar la noticia del noviazgo de Seulgi e Irene.

Seulgi había soñado muchas veces con esta ocasión, en dónde Irene y sus amigos estuvieran conviviendo y hoy por fin se hizo realidad.

—Pero miren quien viene ahí, Kang "Todas mías" Seulgi.

—Cierra la boca Kai, eso quedó en el pasado. —Al parecer ese comentario incómodo un poco Irene, pues Seulgi pudo notar como ella mostraba una ligera sonrisa.

—Irene, que gusto verte. —Saludó Jisoo

—Finalmente decidiste acompañarnos— Comentó Sunmi.

—Se que no soy del todo de su agrado pero créanme, amo a Seulgi y por ella es que hoy estoy aquí. —Respondió la chica de baja estatura con algo de timidez.

—Pues que viva el amor, ¿Qué no?— Llegaba Kai repartiendo algunas cervezas a las recién llegadas.

La conversación fluía con normalidad, Seulgi se encargó todo momento de integrar a Irene en la charla.

—Seulgi, me quiero ir —Soltó Irene repentinamente.

—¿Por qué?

—No me siento cómoda

— ¿Dijeron algo que no debían?

—No, solo no creo que les agrade mucho que digamos

—¿Estás bromeando? Por Dios Irene, te tratan super bien, te ponen atención, cuando notan que estás muy callada se enfocan en tí y te vuelven a integrar a nuestra conversación, ¿De verdad crees que no les agradas?

—Seulgi, me quiero ir, ¿Entiendes? No es necesario que me lleves de vuelta a mi casa puedes quedarte.

Seulgi no dijo más, se acercó a sus amigos y dijo:

—Ahora regreso, no tardaré

Sus amigos un tanto confundidos asintieron a lo que Seulgi les dijo.

—Nos vamos Irene.

Ambas subieron a la camioneta de Seulgi y volvieron a casa de Irene no sin antes pasar a una tienda de conveniencia por un café.

Llegando al departamento de Irene esta habló:

—¿Estás enojada?

—Es injusto, sabes, yo hice un esfuerzo por acompañarte a tu fiesta, ¿y tú? Aunque te hayan tratado bien decides que ya te quieres ir así de la nada

—Tus amigos no me agradan ni yo a ellos, en cambio a mis amigos les agradas

—Claro, tanto que ese día solo me saludaron y me dejaron arrinconada en una mesa completamente sola por más de tres horas, encima de eso tú estúpido amigo se la pasaba coqueteando contigo y tú no le ponías un alto.

—Estaba jugando, él no es así, ¿Que te da el derecho a juzgarlo?

—Tu juzgas a los míos sin darles la oportunidad de conocerlos.

—Sabes qué Seulgi, olvídalo, ve y regresa con tus amigos, no tiene caso seguir discutiendo.

—Esto no va a funcionar Irene, siempre he sido yo quien da mas, quien intenta complacer, pero está vez no será así. Me equivoqué, pensé que cambiarías pero no fue así.

La mas alta volvió a su camioneta, y condujo de vuelta con sus amigos, estaba enojada, sí, decepcionada y dolida.

Pisó el acelerador con la esperanza de llegar rápido para embriagarse sin contar que otro automóvil había invadido su carril obligándola a maniobrar...

No lo logró y recibió el golpe de frente.

Mientras tanto, sus amigos intentaban comunicarse con ella, pues habían notado la tensión que había entre Irene y ella.

—No me responde Joy, ¿Que hacemos?—Comentó Yeri

—¿Soy la única que tiene un mal presentimiento? —Sunmi y Seulgi tenían una gran conexión que les permitía saber cuándo algo no andaba bien.

—Oigan, relajense, debe estar en casa de Irene charlando o no sé, quizás se estén reconciliando.

—No es momento para bromas, Sehun.—Las chicas habían mandado a callar a aquel chico.

—Hagamos esto, Joy y Yo iremos a buscarla en mi motocicleta a casa de Irene, si vemos que todo está bien les avisaremos de inmediato.

Durante el trayecto, Kai y Joy conversaban de lo que había pasado en casa de Yeri.

—¿Crees que se hayan peleado? Digo, apenas llevan unos días de relación—Kai y Joy eran los amigos más cercanos de Seulgi, apesar de tener un vínculo muy fuerte con Sunmi siempre acudía Seulgi con ellos.

—No lo sé, Irene no se veía cómoda, supongo que no le caemos bien —Tal parece que todos habían notado la incomodidad de Irene.

—Tendremos que ir por otro camino, creo que hubo un accidente en la esquina

—¿No es esa la camioneta de Seulgi?