Capítulo 1

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Un mes había pasado después de lo acontecido y desde entonces, Irene no había dejado de visitar a Seulgi.

Cada día que iba a verle le hablaba, conversaba con ella con la esperanza de que ésta despertara... Hasta que un día, su deseo, oraciones y petición se cumplieron.

Irene estaba quedando se dormida en aquel incómodo sofá cuando un quejido la alertó:

—Joder, pero que jaqueca — Seulgi sobó su cabeza mientras que de a poco abría sus ojos.

—¿Seulgi?—La mencionada frunció el seño confundida.

—Hmmm... ¿Sí?

—¡Oh por Dios!— Rápidamente la chica con piel palida se levantó de su asiento y corrió a abrazarla.

—Irene... Irene Espera, ... No, No me dejas respirar— Y era cierto, Irene no midió su fuerza. La emoción por verla despertar hizo que olvidara dónde se encontraba.

—Ah, cierto... Discúlpame. —Irene mentiría si dijera que quería soltarla.

—Emm... ¿No... Llamarás a un médico?

—Si, sí. Enseguida lo llamo.

Al cabo de unos minutos llegó el doctor Wong.

—Pero miren nada más quien ha despertado, me alegro mucho que por fin lo hicieras.

—Tenía que hacerlo, había una persona que no me dejaba dormir. Todos los días se la pasaba haciéndome plática aún sabiendo que no podía responder. — El sonrojo de Irene era evidente, pues sabía que Seulgi se estaba refiriendo a ella.

—Bueno Seulgi, te haré un par de estudios para determinar cuando podemos darte de alta, estoy seguro de que ya no quieres seguir aquí. —Explicaba el joven médico al mismo tiempo que revisaba la dilatación en las pupilas de Seulgi.

—Esta usted en lo correcto así que adelante, haga los estudios que sea necesario.

—Bien, yo me retiro. En cuanto tenga todo listo te lo informaré con la enfermera en turno. Con su permiso.

Cuando el médico salió quedaron nuevamente las dos solas.

—Ya le he avisado a tus padres, supongo que en unas horas estarán aquí. Te han echado mucho de menos... Y yo también.

—¿Cuánto tiempo? —Preguntó finalmente.

—¿Qué cosa?

—¿Cuánto tiempo estuve en coma?

—Cerca de un mes o tal vez un poco más. —La más alta asintió— ¿Puedo hacerte una pregunta?

—Ya la estás haciendo, Irene.

—¿Una segunda pregunta?

—La acabas de hacer

—Seulgi, contigo es imposible. —Regresó a su asiento y cruzó sus brazos.

—Vale, vale, haz la pregunta. Veo que jamás entendiste mi humor.

—Claro que lo entiendo, pero recién sales del coma y bueno, tu ya estás con tus bromas.

—Que te puedo decir, no puedo cambiar. Además, la vida es mejor cuando te ríes de tus desgracias. — Se encogió de hombros —Pero anda, ¿Que me quieres preguntar?

Irene no estaba segura si debía o no preguntar, pero tenía curiosidad y dado que Seulgi había hecho mención de ello anteriormente se animó.

—Hace un rato le dijiste al doctor Wong que había una persona que no te dejaba dormir porque te hacía plática, sé que te referías a mi pero quiero saber... ¿Tú... Realmente escuchaste todo lo que te dije en este tiempo?

—Verás Irene, sé que estuve en coma, incluso te puedo decir que me dí cuenta que estaba cayendo en ella en el quirófano, es una sensación muy extraña, es como si cayera a un abismo, puedes ver cómo te alejas de la luz lentamente. No sé a qué se deba pero realmente escuché cada palabra que me decías y creeme que quería responderte pero me era imposible. Es... Difícil de explicar.

—Entiendo... Yo-...—Cuando Irene quería comentar algo más los padres de Seulgi entraron.

—Hija, mi hija, mi Seulgi...

LOST DREAM || SEULRENEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora