Capítulo 46

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-somos consuelos fallidos de alguien más -

SM.

Nada nunca sale como lo esperamos, aveces nos sorprende, aveces nos decepciona pero así es la vida dicen, cuerpos chocando entre sí sin conectar, las confecciones esenciales hacen tanta falta como las ganas de vivir, todo se volvió tan específico que hasta el amar se volvió un hábito malgastado de otra época, una más bonita, nos acostumbramos a lo ligero a tratar de entender que necesitamos sólo lo necesario y no más que eso pero la realidad es que somos verdades circunstanciales llenas de tanta emocion, buscando algo real cuando lo que damos resulta ser mediocre, entonces no hay entonces nos estancamos en un declive peculiar de la realidad buscando una salida de la misma, la pared blanca bloqueaba mis pensamientos, todo era tan diferente las cosas tenían más color y armonía.

-que bueno que despertaste - mire asustada a la puerta - te espero abajo para cenar quieres, tomate tu tiempo.

Leo salió, se me hacía un chico bastante curioso y tierno, era algo nuevo y de cierta forma me inspiraba una confianza tan grande, un vestido rojo estaba en una de las perchas, espero te guste, leo, eso  decía la nota que traía el vestido que en realidad era hermoso no sabía si me sentiría bien con el, no estaba acostumbrada a tanto y mi cuerpo no era el mejor para este tipo de situaciones, me arregle lo mejor que pude y baje, la casa de Leo era modesta y aún así costaba trabajo orientarse entre los cuartos grandes y pasajes que este tenía, todo se sentía acojedor, las figuras de elefantes colgados y los cuadros de mujeres le daban cierto toque auténtico, era hermoso.

-llegaste-Leo se paro frente a mi para retirar la silla, era sin lugar a duda todo un caballero - te ves hermosa.

-supongo que todo es obra tuya - mire el vestido.

-eres hermosa con o sin ese vestido - sonrió y era algo tan lindo me sentía bien- ¿comemos?

-muero de hambre - me reí algo apenada.

La cena estuvo deliciosa, los detalles, las miradas y los temas ridículos que daban paso a conversaciones tan placenteras como exitantes, la tranquilidad me inundaba y podía sentir un ápice de felicidad llegando a mi.

-estuvo delicioso, gracias - me levante dispuesta a irme al cuarto.

-no me agradezcas a mi yo no hice nada, además quien dijo que esto había terminado, acompáñame ¿quieres?. - Leonardo era muy parlanchin hablaba de sobra era muy opuesto a Erik.

-claro, por que no - tome su mano mientra me guiaba por pasillos, su casa era hermosa, era más grande de lo que yo me imaginaba me sentía desorientada y tenía miedo pero no de él, si no de mi y mis emociones, el era diferente.

-¿que te parece? - extendió sus brazos para abrir una puerta.

-es hermoso por Dios - el cielo estrellado lleno de puntos que iluminaban y el jardín completo de flores era lo más bonito que yo había visto, el lugar sin lugar a duda tenía magia, me daba tranquilidad.

-me concederías una pieza de baile - Leonardo se inclino y tomó mi mano lentamente, con miedo, al menos yo no era la única, asentí suavemente y la música comenzó a sonar en el inmenso jardín.

-tenías todo planeado no es así - me reí clavando mi mandíbula en su cuello, siguiendo el ritmo de la música.

-soy calculador, pensé que dirías que no. - sonreí más- enserio quiero hacerte tan feliz Lara, quiero que sepas todo de mi, dame esa oportunidad, déjame sanarte quieres, te daré la vida que mereces, eres una princesa y no de un cuento, eres mi princesa Lara y lo digo enserio, se tanto de ti y enserio quiero que estés para mi, no sabes lo feliz que estoy....

Lo bese antes de que siguiera el me acerco aun más apretandome, ne serio me estaba esto, lo necesitaba a él.

-hablas demasiado - concluí nuestro beso y lo mire por desgracia era bastante alto y mi cabeza le llegaba a los hombros pero ahora sus ojos y los míos estaban bailando al igual que nuestras almas.

-Lara, tu y yo es todo lo que siempre soñé, tengo que irme.

-¿que ?, ¿porque? - acaso estuvo mal lo que hice, mis miedos e inseguridades crecían cada vez más.

-viajaré mañana por negocios así que es mejor descansar te parece.

- ¿y si mejor te despides como se debe? - juguete un poco y toque su entrepierna, estaba tan sorprendido como yo- ¿te espero?

Sali corriendo hacia la casa, hasta llegar al cuarto en el que desperté, cuando y me llene de miedos esto de ser extrovertida era nuevo incluso para mí, esta manera de amar de ser con el otro me llenaba de energías diferentes cada vez más.
Mi vestido se deslizó hasta llegar al suelo y la puerta se abrió con sutileza me tomó la espalda palpando cada parte de mi con tanto detalle, la luna estaba frente a mi en el cielo estrellado y me sentí completa, mis labios y los suyos se chocaban de manera tan completa y yo quería más, tomé su corbata y lo guíe hasta la cama y aunque leo era bastante flaco su cuerpo era grande, deslice mis manos por su pecho lentamente pero yo quería más, quite su pantalón con desespero, lo quería dentro de mi ahora, era una necesidad el mero placer, solo sexo, leo miraba mi cuerpo de una forma particular me daba gracia y mientras el me miraba yo me subí sobre el, me gustaba tener el control, su piel rosado la mía me pedía más y más me exigí a mi misma, leo en cambio era delicado, mis caderas se movían cada vez más, necesitaba llegar a la cima del placer no aguantaba más y mi cuerpo se erizo, Leonardo seguía viéndome parecía temeroso.

-¿que pasa? - interrogue mientras el placer me invadía, me quede sobre el viéndolo a los ojos y aún con su pene dentro de mi.

-no lo puedo creer - sonrió mientras me besaba.

-Pues señor así es la vida, aveces te sorprende. - toque su cara con delicadeza mientras el cerraba los ojos y yo también.















HOLA DE NUEVO.
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BESOTES
SM ♥️

¡EN SUS GARRAS! (terminada) ♥️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora