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🐢

Chae Hyungwon está harto de todo.

Está harto de levantarse temprano, está harto de ir al trabajo en el maldito metro, está harto de los compañeros que murmuran cosas sobre él y sobre todo está harto del enano que se cree que es su jefe.

Ha pasado un mes desde que se instaló en aquel escritorio, aún no entiende por qué a su padre le pareció buena idea hacer que empiece a trabajar en su empresa como un empleado más en el departamento de finanzas, justo luego de terminar sus estudios en el extranjero. Al menos podría haberle dejado ser el líder de equipo de algún departamento, pero no. En vez de eso, decidió meterlo a fuerzas en la empresa "para que aprenda a sufrir por el dinero antes de disfrutarlo", porque cuando él era joven no tenía nada y quería que Hyungwon pasara por "lo mismo" o lo que sea. Su padre definitivamente no conoce nada sobre él y los problemas que realmente tiene.

Obviamente sus compañeros de trabajo no saben que es el hijo del dueño, lo único que saben es que tiene alguna conexión con alguien importante y por eso entró a la empresa sin siquiera hacer una entrevista de trabajo. Es por esta misma razón que escucha con frecuencia comentarios malintencionados a sus espaldas sobre sus posibles conexiones y especulaciones sobre quién podría ser su protector.

Hyungwon solo quiere que esta especie de prueba por la que lo ha hecho pasar su padre termine pronto. No le interesa vanagloriarse revelando que es el heredero de la empresa, aunque no le molestaría ver la cara de asombro de Yoo Kihyun al enterarse.

Ah... Yoo Kihyun, el insoportable líder de equipo que todo el tiempo crítica a Hyungwon por cada cosa que hace o deja de hacer. La verdad muchas veces quiere soltar una sarta de insultos en contra del más bajo, pero se las aguanta porque sabe que solo se estaría desquitando con alguien que no tiene la culpa de sus desgracias. Aunque a veces se le han pasado algunos comentarios sarcásticos en contra del otro o miradas asesinas cuando a Yoo se le hace gracioso al burlarse de alguno de sus errores en las planillas, que recién comienza a entender, delante de todos.

Quitando eso del camino, no todo es tan negativo en la vida del heredero.

Tal vez su familia no sea la más unida, pero siente que todos forman parte esencial de su vida. Sus padres están divorciados, sin embargo, se llevan bastante bien. Su madre tiene una empresa de cosméticos que está empezando a ser bastante reconocida, por eso mismo se encuentra en Japón, encargándose del asentamiento de la nueva sucursal. Sus hermanas, a pesar de estar estudiando en el extranjero, siguen en contacto con él. Y su padre, aunque severo y autoritario, solo quiere el bien para su familia y para su empresa, las más reconocida distribuidora comercial del país.

En cuanto a sus amigos, tampoco puede quejarse. No es la persona más socialmente activa, pero sabe con certeza que sus amigos son los correctos, de esos que tendría a su lado toda la vida. Uno de ellos, Lee Minhyuk, quien era su amigo de infancia, está sentado frente a él en la terraza de su café preferido, riéndose de su propio chiste y haciendo que el más alto se ría también.

—Bueno, pero basta de eso, cuéntamelo todo, ¿Cómo te ha ido en el trabajo? ¿han mejorado las cosas?

—Pues... —dice con desgano antes de tomar un sorbo de su café helado.

—¿Tan malo es?

—No... no es taaaan malo. Supongo que es cuestión de acostumbrarme —se encoge de hombros al pensar en las dificultades que ha tenido.

—Pero ¿ya tienes a alguien con quién hablar, al menos? ¿Debería ir de infiltrado y ayudarte? —su rubio amigo dice a modo de broma con una risita asomándose en sus labios.

—Ja ja, idiota. Primero que todo, sabes que mi padre se daría cuenta. Segundo, me puedo cuidar solo. Y tercero, creo que me estoy haciendo amigo del chico que se sienta conmigo a la hora del almuerzo, no te preocupes —contrarío a lo que Minhyuk pueda pensar, esto no es una mentira. Al principio sí estaba solo todo el día, no le era fácil acercarse a los demás. Afortunadamente para él, algunos días después de su llegada uno de sus compañeros se acercó a él tímidamente y simplemente se sentó frente a él hasta terminar su almuerzo. Era un chico más pequeño que él, de cabello negro y nariz perfilada, con una expresión seria y una personalidad difícil de descifrar. Al alto le agradaba su compañía y poco a poco habían empezado a hablar y a hacerse más cercanos.

—Pensé que estarías solo y triste sin tenerme a tu lado —suelta sin más su amigo con una fingida sorpresa. Hyungwon solo rueda los ojos.

—No sé qué clase de concepto tienes de mí, pero, te lo repito: puedo cuidarme solo.

—Ajá —se burla nuevamente Minhyuk, antes de ser golpeado con cierta fuerza en su hombro. El rubio lo conoce demasiado bien, sabe que le cuesta enfrentarse a situaciones nuevas, pero también sabe que no es el mismo niño al que tuvo que proteger en la escuela, o el adolescente al que tuvo que sacar de lo profundo del abismo hace varios años. Sabe que debe confiar en él, porque estar a su lado es suficiente, aunque su preocupación nunca lo dejará tranquilo.

***

Así se ve Wonnie en este fic 😍 

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"Tú" en mi mente [HyungKi/KiHyungwon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora