"Tú" en mi mente [HyungKi/KiHyungwon]

39. Lucky

🐢

En retrospectiva, puede decir que fue afortunado en lograr agendar su vuelo para llegar justo un fin de semana, ya que no ha tenido que preocuparse mucho por salir o por empezar a hacer los inevitables trámites administrativos y legales que le esperan la próxima semana para poder poner su vida de nuevo en orden. Sabe que es algo tedioso y a la vez inevitable, pero por lo pronto piensa disfrutar de su relativa paz y de lo cómodo que es estar en la sala de Kihyun y comer la cena preparada por él luego de haber salido a hacer compras durante ese domingo.

El día anterior no habían hecho mucho porque, bueno, el viernes en la noche se habían quedado hasta tarde viendo películas y haciendo otras cosas más interesantes.

Pero ese domingo Kihyun lo arrastró de forma demasiado animada a hacer las compras de la semana y a escoger cosas para su ahora apartamento compartido. En todo el día el castaño parecía de un humor envidiable, ni siquiera se molestó cuando Hyungwon ensució sin querer su camisa con un poco de salsa de soya en el almuerzo. Solo se limpió como pudo mientras se reía. Hyungwon no entiende muy bien lo que pasa con su pareja y solo atina a observar detalladamente a ver si por azares del destino logra averiguar lo que está pensando, pero no puede analizar mucho de Kihyun bebiendo té y revisando su celular como si no tuviera ninguna preocupación en la vida.

Hyungwon aún no sabe cómo lo hace. Cómo puede manejar los aspectos de su vida tan bien aunque él sabe que hay un montón de cosas preocupándole, particularmente ese asunto con sus padres (una de las razones por las cuales Hyungwon se apresuró a regresar, además del aburrimiento). Desde que llegó a su apartamento, Kihyun ni siquiera los ha mencionado, ni siquiera lo ha visto pensativo o fuera de sí. Entonces el pelinegro se debate por algunos minutos si debería comenzar esa conversación o si debería esperar a que el contrario le hable de ello. Sin embargo, algo dentro de él le dice que Kihyun va a hacerse el fuerte y seguir su vida como si nada. Así que, luego de dejar su propia taza de té sobre la mesa del comedor, decide dar el primer paso.

— Ki, ¿puedo preguntarte algo? —El nombrado deja su celular a un lado y lo mira atento.

— ¿Qué pasa? —antes de continuar, Hyungwon busca la mano del castaño sobre la mesa, tomándola con la propia para luego mirarlo a los ojos. Siendo cuidadoso porque no sabe cómo va a reaccionar el otro y no quiere que piense que lo está presionando o arruinándole el fin de semana.

— Perdón por traer este tema, pero, ¿Estás bien? Quiero decir, con lo que pasó con tu familia... —Kihyun le sonríe inmediatamente y Hyungwon se muestra confundido.

— ¿Por qué haces esa cara? Jaja. Aunque no lo creas, me siento bien. Es una pena que mis padres hayan reaccionado así, pero... quizás si espero un poco pueda volver a contactarlos e intentar explicarles de nuevo —entonces el mayor entrelaza sus dedos con los de Hyungwon quien aún intenta procesar lo que acaba de decirle. En su momento pensó que Kihyun estaría más afectado por esa situación ya que parecía muy apegado a su familia y ese día en su videollamada se veía bastante decaído, pero entonces ¿no era tan serio?

— Mira, no quiero que lo malentiendas, pero estoy preocupado. Cuando hablamos no te oías muy bien y ahora me dices que no pasa nada —ante su comentario, el mayor lo observa por un momento, acomodándose en su silla antes de contestar.

— No es que esté conforme con lo que está pasando, pero no me sirve de nada deprimirme por ello, además... luego de pensarlo un poco, me siento orgulloso de haber podido confesarlo— Hyungwon piensa contestar algo, pero el castaño continúa hablando mientras mira su mano entrelazada con la del contrario — ¿Sabes? en realidad, no hubiera podido hacerlo si no estuviéramos juntos... —admite con una expresión tímida—. Al principio estaba bastante agobiado por la reacción de mis padres, sobre todo mi mamá, pero creo que no debo pensar en esto como algo definitivo. No quiero seguir en malos términos con ellos, pero sé que debo darles tiempo. Supongo que no es fácil para ellos ver cómo la imagen que yo mismo había construido para no preocuparlos se rompa de un momento a otro.