"Tú" en mi mente [HyungKi/KiHyungwon]

4. Charming

🐢

Entre el almuerzo, las bebidas y una caminata por los alrededores de la villa y el lago, el sol había comenzado a esconderse. Como solo estarían allí por ese fin de semana no podían perder mucho tiempo en su itinerario. Así que se dirigen a la zona de entretenimiento de la villa donde, según el staff, pueden usar los juegos de arcade y el karaoke. Sus colegas parecen emocionados, incluso Changkyun, quien desde hace un tiempo ha estado dando saltitos infantilmente por todo el lugar. Hyungwon solo sonríe al verlo haciendo una mueca por perder en una carrera de autos contra Wonwoo.

Piensa decir algo para animar al menor, sin embargo el sonido de un micrófono mal conectado llama la atención de todos los presentes. Las risas y algunas botellas de soju indican que el karaoke va a comenzar.

Como no podía ser de otra forma, el superior los invita a unirse, parece que ya ha estado bebiendo porque tiene las mejillas coloradas y su lengua se enreda mientras habla. Claro que eso no es un impedimento para que alardee de lo bueno que es cantando y sobre todo, para que lo demuestre.

Hyungwon no está seguro de lo que Yoo Kihyun, pasado de copas, cantando a todo pulmón y obligando a los demás a cantar o bailar con él le hace sentir. Al principio solo se reía de la excesiva confianza, de la risa escandalosa del castaño y de su exagerada forma de moverse. Todos lo hacían, todos tenían sus ojos sobre él. Es entonces que Hyungwon llega a la repentina y odiosa conclusión de que no ha dejado de verlo desde hace un tiempo y eso no le está gustando.

Quiere pensar que solo es como los demás, Kihyun tiene ese extraño efecto en la gente. Está lleno de energía, incluso en la oficina, donde siempre está yendo de un lado al otro llevando carpetas o pidiéndole a alguien que haga copias de los informes. No tiene idea de cómo al final del día su voz sigue dando órdenes con la misma fuerza, Hyungwon apenas y puede despedirse en un hilo de voz luego de un día estresante.

Siempre había admirado a la gente que puede ser el centro de atención sin sentirse incómodos, no es que Hyungwon no pueda estar rodeado de otras personas, o que se quede paralizado frente a una audiencia, es solo que prefiere estar a un lado en vez del centro y evidentemente hubiera sido maravilloso que su cómodo puesto en un lado cualquiera del semicírculo de personas alrededor de la pantalla brillante y la música elevada no sea perturbado, pero el borracho de su jefe no podría dejarlo tranquilo por una vez, ¿Verdad?. 

Kihyun se ha empecinado en que él, de entre todos los que no habían participado en la actividad, tome el micrófono y se desgarre las cuerdas vocales porque al señor se le ocurre golpearle el hombro para que cante más fuerte,  bailando a su alrededor con una pandereta, todo esto con las risas de los demás de fondo.

— No lo haces tan mal —luego de asombrarse por su puntuación elevada al final de la ronda, Kihyun se sienta a su lado, sirviéndose una copita más de soju y ofreciéndole otra al más alto mientras los demás eligen la canción que cantará el siguiente participante. Hyungwon niega con un movimiento de su cabeza, no le hace mucha ilusión emborracharse — ¿Por qué tan callado, Chae?

— ¿Qué? ¿Te hace falta que te diga lo ridículo que te ves?

— Nah, imbécil. Solo es extraño que no hayas salido con alguno de tus comentarios —el castaño le da un sorbo a su bebida y hace una mueca de dolor al sentir el ardor del alcohol en su garganta—. No sé cómo te soporto, tienes suerte de estar bien conectado, pero deberías respetar a tus mayores.

— Pfff, solo eres mayor que yo por unos meses.

— ¿Cómo sabes?

— ¿Cómo no iba a saber? En la pizarra de la oficina hay una lista de todos los empleados y sus cumpleaños, Dawon la decoró la semana pasada.