Celoso||Stony

3

A veces quiero caminar en tus zapatos

Hacer el tipo de cosas que nunca haré

Así que me miro al espejo y me digo a mí mismo

Nena, no puedes sobrevivir así

Por mucho que no quisiera, terminó dejando el Advil y una botella de agua en la mesa de noche antes de cerrar la puerta de la habitación de invitados detrás de él.

—La vida sería mucho más fácil si te odiara —murmuró Tony en voz baja mientras finalmente regresaba a la cama. Terminó teniendo que limpiar los vidrios rotos en el piso y guardar la cena de Steve él mismo, pero ¿qué esperaba, en realidad?

El reloj marcaba las 3:00 AM. Levantarse mañana iba a ser una mierda.

Mirarse en el espejo fue un error; el maquillaje manchado y las líneas oscuras de rímel que manchaban sus mejillas lo hacían parecer como un lío de una noche que salió mal. La comparación no estaba muy lejos, pensó Tony, riendo con ironía mientras se limpiaba todo.

¿Cuánto tiempo iba a seguir atormentándolo esta paranoia, este resentimiento? Era corrosivo, sentirse así todo el tiempo. Las payasadas de Steve lo estaban lastimando, pero no podía echar toda la culpa, no podía dejarlo en el polvo, no cuando las payasadas actuales de Steve alguna vez fueron el fuerte de Tony.

En algún lugar al fondo de uno de los cajones de la cómoda estaban todas las fichas históricas que recogió de las reuniones de AA, reuniones que aún permanecían frescas en su mente a pesar de que habían pasado años desde que había estado en una.

Steve se casó con él a pesar de esos días oscuros del pasado.

Tony se preguntó por qué habrían pasado Rhodey y Pepper durante sus días alcohólicos y adictivos. ¿Se sentían tan hartos como él ahora?

Es difícil amar a una persona rota.

Internamente, gimió al recordar que se había bebido toda la botella antes. Todos esos años, todo ese esfuerzo para volver a perder el control porque su marido se olvidó de él. Lo estaba haciendo muy bien.

La lencería yacía arrugada en el suelo en un triste montoncito. Tony se alejó, se envolvió con más fuerza en su edredón y decidió mirar hacia la ventana. A través de las cortinas transparentes, pudo ver árboles meciéndose con el viento, una imagen tranquilizadora dado el estrés de la noche.

Sin embargo, el sueño eludió.

Su mente seguía vagando hacia esos cortos clips de la historia de Bucky en Instagram, los de Steve bailando con Sharon, sintiéndola como una adolescente cachonda, de ella compartiendo una cercanía con su esposo de la forma en que Tony no había podido hacerlo durante tanto tiempo.

Sí, han estado discutiendo con más frecuencia de lo habitual. Sí, no dormían juntos, olvídate de tener sexo. Pero cada pareja tiene problemas, ¿verdad? Cada pareja tiene estos momentos, pero eso no significa que simplemente se rindieron de inmediato y fueron a buscar consuelo en otras personas. No debería ser tan fácil separarse de la persona que amas. Steve y Tony sabían esto mejor que nadie.

Después de todo, han pasado por el más bajo de los mínimos y han salido juntos al otro lado. Esto fue...esto fue solo un período de sequía entre ellos, entonces, ¿por qué parecía que Steve estaba dispuesto a levantar las manos y rendirse tan rápido?

Hemos pasado por cosas peores, pensó Tony.

Quizás no se trataba de pasar por un momento difícil, entonces. Quizás...quizás Sharon era más bonita que él, más sexy .

Su mente volvió a cómo Steve se rió al ver a Tony en lencería, como si la sola idea fuera un chiste enfermizo. Tony ya no podía ser sexy; él también era demasiado viejo...curtido.

Una lágrima se hundió en su funda de almohada. Ni siquiera se dio cuenta de que estaba llorando de nuevo.

Estaba cansado de esto.

Estaba cansado de sí mismo.