Capitulo 7 {Explicaciones por todos lados.}

2K 89 0
                                    

maratón BC; estoy aburrida. 1/4.



Mi teléfono suena con otro mensaje. Ya es como el tercero que me
llega de Logan esta mañana. Es lunes, estoy en la escuela y lo he
ignorado todo el fin de semana. Lo sé, soy muy infantil y ni siquiera
somos novios serios, pero me molestó demasiado que me haya mentido
para ir a quien sabe dónde con la chica gritona de la furgoneta.
Aunque… considerando bien, unos momentos antes de atraparlo
estaba muriéndome de ganas de besar y tirar sobre mi cama a Justin. No
tengo muchos derechos de estar enojada.
¡Pero si él hubiera ido a la fiesta nada de eso habría pasado! Así que
indirectamente es su culpa.
Sí. Sigue diciéndote eso.
¿En qué momento mi vida se complicó  tanto? Era una persona
totalmente normal: no tenía novios/mejores amigos que me engañaban
y ocultaban cosas, no me gustaban los novios de mis amigas, no me
emborrachaba… Humm… bueno, esto último probablemente sí, pero
ese no es el punto.
— ¡Abby! — me llama Megan. Suspiro. No estoy de humor para sus
charlas ahora. Siempre está tan alegre que me da envidia. — Oh, ¿por
qué esa cara? —pregunta al verme.
— Nada importante. —no es como si le fuera a contar lo de Justin. No.
Por más que quiera no puedo decirle a nadie. Pero lo de Logan…
podría decirle eso.
— ¡Vamos! Si no fuera importante no estarías así.
— Es Logan.
— ¿Problemas en el paraíso? —dice meneando las cejas.
— Cuando llegue a mi casa de la fiesta... lo vi llegar a su casa en una
furgoneta...
— ¿Y…? –me alienta para que siga.
— Con una chica. –contesto cortante. Sus ojos se abren como el dos de
oro frente a mi respuesta.
— ¡Oh, Dios! ¿Se estaban besando?
— Mmm no. Como que ella lo llevó a su casa. Parecía algo borracho. –
explico.
— Humm… bueno no parece tan sospechoso. Tal vez es una amiga que
se ofreció a darle un aventón. –trata de que me sienta mejor pero
evidentemente no está funcionando.
— ¡Pero el supuestamente estaba en su casa cuidando a su hermano! –
Dios, me estoy exasperando.
— Oh, cierto. Había olvidado de eso. ¿O sea… que te mintió? —
pregunta indignada. Al fin ha entendido mi punto.
— ¡SI!
— ¿Y ya hablaste con él?
— No exactamente. Lo estoy ignorando.
— ¡Abby! –me reprocha.
— ¿Qué?
— ¡Tienes que dejar que se explique! –dice como si fuese lo más obvio
del mundo.
— ¿Por qué?
— Porque... —empieza dubitativa— ¡Porque si! Es lo normal. Además ¿no
son novios exclusivos todavía, no?
— Mmm no. —respondo con voz de niñita pequeña.
— ¿Ves? Igual pienso que él está totalmente colgado por ti ¡Debe tener
una explicación lógica!
— Eso espero. — murmuro.
No encaminamos hacía la cafetería del colegio para poder así tomar
nuestro almuerzo de hoy. Al sentarnos en nuestra mesa de siempre,
Becca aparece prácticamente de… la nada. Cuando llega a la mesa
se sienta bruscamente en su habitual lugar y suspira de manera
exagerada. Tengo que hacer la pregunta.
— ¿Qué te pasa?
— ¡Justin. Está ignorándome!
— ¿Qué? —de repente estoy muy interesada en la charla.
— ¡No lo he visto desde la fiesta! Ya le mande un millón de mensajes y
solo me respondió dos veces, y en aquellas dos veces ha sido muy frío —
explica frunciendo el ceño.
Cálmate Abby. No es por ti. NO ES POR TI. Es solo una coincidencia que
desde lo que paso o mejor dicho desde lo que casi-paso en tu cuarto él
ignore a su novia.
— ¿Ah, sí? —digo indiferentemente. Debería fingir que estoy indignada
o algo. Pero realmente es que no puedo.
— ¡Sí! Creo que lo he espantado.
— ¿Cómo? —pregunta Megan confundida.
— En la fiesta. Le lance miles de indirectas de que quería ir a algún lugar
a solas pero… ¡No me prestó atención! ¿Qué rayos le pasa? —hace
pucheros. —Estaba tan molesta que me emborrache y pase toda la
noche vomitando —arruga la nariz ante el recuerdo.
— Tal vez sea asexual. —ofrece Meg.
— Sí, claro. —bufa Becca.
Mmm, que extraño... Cuando me bajo al suelo en mi habitación fue
todo menos asexual. ¿Tal vez sea que no le guste Becca? Pero,
entonces… ¿Por qué sale con ella?
En un abrir y cerrar de ojos siento a alguien sentándose a uno de mis
costados, seguidamente, me rodea con sus brazos los hombros.
Logan.
—Hola hermosa —saluda antes de tratar de besarme. Corro mi cara a
un lado para evitarlo.

—Alguien tiene problemas —se burla Becca.
— ¿Qué pasa? —pregunta inocentemente y confundido.
— Tú sabrás —respondo cortante.
— No has respondido mis mensajes desde ayer. — Dice ofendido—
pensé que podrías haber perdido tu celular o que no tenías batería o
algo.... ¿me estabas ignorando a propósito? —pregunta asombrado. Si
no lo hubiera visto llegar a su casa (borracho) a las cuatro de la
madrugada probablemente me estaría comprando su acto de niño
bueno.
—No lo sé. ¿Hiciste algo malo el fin de semana?
— ¿Algo malo? —sigue totalmente perdido. Tal vez es un malentendido
o es un actor increíble y recién me estoy dando cuenta.
— ¿Cómo… mentir? —Si sigo tirándole pistas seguramente entenderá la
indirecta.
—Mentir... —piensa por unos segundos hasta que sus ojos se abren
ampliamente. Parece que lo comprendió. ¡Aleluya! — ¿Piensas que
mentí porque no quería ir a la fiesta?
—Oh, bueno, no sé... me dijiste que te ibas a quedar en casa cuidando
de tu hermano y luego te veo llegando a las cuatro de la mañana
claramente ebrio.
—Oh. ¿Me viste llegar a casa? —se remueve en su lugar.
— Si.
— Puedo explicarlo. —ofrece a la defensiva.
Mmm… nunca comienzan bien las explicaciones cuando son así.
— Seguro que puedes. —contesto rodando los ojos.
—En serio. —mira alrededor de nuestra mesa a varios pares de ojos que
nos observan con atención —Pero no en el almuerzo.
— Más tarde. —advierto dándole una mirada acusatoria.
— ¡Hey, Logan! ¡Tú! Eres un… hombre —interrumpe Becca escupiendo la
palabra.
Logan abre los ojos sorprendido.
— ¿Si? —pregunta cautelosamente.
— ¿Qué opinarías si un chico no quiere ir más lejos con su novia? —
pregunta Becca mirando a todas partes.
— ¿Eh? —Logan parece confundido— ¿Cómo que no quiere ir más
lejos?
—Ya sabes… segunda base, tercera… y esas cosas. —balbucea mi
amiga en respuesta, luego le da una mirada de como que es obvio. Y lo
es en realidad.
— A ver si lo entiendo… ¿Tu novio no ha intentado meterse a tus
pantalones? —pregunta Logan sorprendido. Más que antes. Algunas
personas alrededor se dan vuelta para poder escuchar y enseguida la
cara de Becca se torna a roja como un tomate.
—Yo no dije eso. —balbucea avergonzada.
— ¿Ni siquiera a segunda base? —sigue Logan boquiabierto.
—Humm… no... Algo así. —responde Becca en susurros tímidos. Logan se
empieza a reír, y juro que trato de no unirme a él pero es una tarea
imposible. Luego de un momento mi estómago empieza a doler luego
de tantas carcajadas. — ¡Basta! No es gracioso. Y no te lo he dicho para
que te burlaras —fulmina a Logan con la mirada.
— Lo siento. —responde él sin aliento.
— ¿Y…? ¿Qué opinas al respecto? –Becca retoma el tema.
—Bueno… definitivamente… es gay o no le gustas mucho. Quizá solo
quiere tomarse las cosas con calma. —contesta tranquilamente—
Aunque no creo que sea esta última ¡Por Dios! Somos chicos.
— Eso no me ayuda. —dice Becca con los hombros caídos.
— ¡Hey! ¿Querías honestidad, no?— protesta Logan.
Estoy disfrutando demasiado el hecho de que Justin no quiera llegar a
más con ella. Sin embargo, sé que no debería sentirme así.
Las clases pasaron lentamente y yo estaba soñando despierta con todo
lo que pasó con Justin. ¿Por qué me torturo así?
El timbre de salida interrumpe mis pensamientos. ¡Al fin!
Empiezo a recoger mis cosas y estoy lista para salir huyendo cuando veo
a Logan parado junto a la puerta. Humm… creo que es momento de
una charla. ¿Cuándo terminará este día?
— Abby… —empieza.
— Si, sí. Se lo que vas a decir. ¿Podemos salir de la escuela aunque sea?
—respondo con desdén. No tengo ánimos para excusas, más le vale
que sean buenas aunque sea.
Caminamos en silencio hasta el estacionamiento. Logan ha abierto la
boca un par de veces pero la cierra sin decir nada. Curioso. ¿Con que
saldrá esta vez?
— ¿Y bien? –lo animo a que empiece.
— Lo de quedarme en casa para cuidar a Jack fue totalmente cierto. —
dice con una cara seria.
— Ajá. —no estoy del todo convencida.
— ¡En serio! Como a la una llegaron mis padres y yo pensé que iban a
tardar más, pero a papá le cayeron mal los mariscos de la cena —
explica haciendo cara de asco. Que oportuno.
— Eso no explica porque te fuiste y llegaste a la madrugada, totalmente
borracho. —replico.
— Estoy en eso. —Pongo los ojos en blanco. Espero que sea bueno. —
Bueno… ya que era temprano pensé que podría ir a la fiesta aunque no
tenía idea de donde quedaba.
— Podrías haberme preguntado.
— ¡Lo sé! Déjame terminar —dice impaciente. Da un largo suspiro. —
Justo cuando estaba decidiendo que hacer me llego un mensaje de
Ethan diciendo que había escuchado sobre una fiesta universitaria a la
que podíamos colarnos. Al principio pensé en rechazarlo pero después
se me ocurrió que tal vez era la misma fiesta. Cuando me di cuenta que
no era él ya estaba prácticamente rogándome. Se ha quejado estas
últimas semanas de que paso mucho tiempo contigo. No pude
abandonarlo. — me mira con ojos de cachorrito, disculpándose.
—Aun no entiendo porque te trajo a casa una chica —digo recelosa.
Ugh. ¡Soy una hipócrita! Si Justin .me había traído unos minutos antes…
¿Qué hubiera pasado si él me veía desde su ventana entrando a mi
casa sobre el hombro de un chico? Lo suyo es visiblemente mucho más
inocente.
— ¿Sabes qué? —Continúo— No importa. No tengo porque pedirte
explicaciones. Al fin y al cabo no somos novios oficiales y exclusivos.
Puedes ir a las fiestas que quieras y no es como si yo hubiera sido una
santa de todos modos —empiezo a divagar y... ¡OH, DIOS! ¿Acabo de
darle a entender que lo engañé o algo?
Me da una dura mirada y luego la trata de suavizar.
— Si, tienes razón. No tengo que por qué explicarte eso. —responde
ligeramente molesto. ¿Por qué todo es tan complicado?
— Todo esto se está volviendo muy complicado. —digo sonando
cansada. Todo esto con Justin y Logan me está desgastando mucho.
— ¿Quieres que volvamos a ser como antes? —pregunta dudoso.
¿Quiero eso? Todo era más fácil cuando éramos solo amigos. Pero…
¿podríamos volver a ser como antes?
— Yo... no sé lo que quiero. —esa es la pura y absoluta verdad.
—Tomare eso como un sí —murmura para sí mismo antes de subir a su
auto y alejarse a toda velocidad. Dejándome ahí parada como una
idiota. Sola. Sin auto. ¿Qué demonios?
Voy a tener que caminar. MIERDA. Mi tobillo aún me duele. Y él habría
sabido eso en primer lugar si se hubiera molestado en ir a la jodida
fiesta. Ugh. ¿Por qué dije que no fui una santa? ¿Eran los remordimientos
hablando por mí? Aunque técnicamente no hice nada… No cuentan
los pensamientos, ¿no?
Empiezo a caminar en dirección a mi casa que queda como a veinte
cuadras del instituto. Estoy maldiciendo con cada paso. ¡Mierda,
mierda, mierda! Después de unos minutos logro ver una motocicleta
negra estacionarse en medio de la acera.
El motociclista se saca el casco de la cabeza y me sonríe ampliamente.
— Parece que me he convertido en tu héroe personal. —dice Justin.
mirándome con diversión. Miro al cielo. ¿En serio? ¿ Justin? ¿En
motocicleta? ¿QUE DIABLOS TIENEN CONTRA MI? —Lamento interrumpir
tu diálogo amoroso con Dios, pero… ¿subes o qué?
— Que.
— Dije si subes...
— ¡Era un chiste! dijiste en tu pregunta "¿o qué?" así que dije que. Agrh.
No entiendes nada. Tienes el sentido del humor de un pez. Muerto.
Degollado. Con las tripas saliéndole por...
— ¡Hey, hey! Ya entendí —me corta haciendo una mala cara.
— Bueno, solo quería hacértelo fácil para que tu mente lo captara. —
digo inocentemente.
— ¿Qué demonios pasa contigo? ¿Un mal día?
— Ni te lo imaginas —resoplo.
— ¿Subes? —vuelve a preguntar impaciente.
— ¿En esa cosa? No, gracias.
— ¿Qué tiene de malo?
— Primero: no tienes otro casco. Segundo: son unas máquinas del
demonio que matan personas y me gusta mi cuerpo tal y como está. No
necesito perder alguna extremidad en el camino. Tercero: prefiero
caminar. Así que no.
—Primero — dice apuntándome con un dedo— Puedes usar mi casco,
puedo correr el riesgo—Abro la boca para replicar pero me
interrumpe—
Segundo: no voy a ir tan rápido así que vas a estar segura. Y tercero…—
me mira de arriba a abajo— Sí. Tu cuerpo está muy bien así, te prometo
que no le va a pasar nada. Palabra de Boy Scout —agrega con cara
seria poniendo su mano en el corazón. ¿Cómo se atreve a verme tan
descaradamente? ¿Y a tomarme el pelo? —Además, si mal no
recuerdo tenías un pie lastimado, ¿vas a caminar así? —me pregunta
alzando una ceja. Odio que tenga razón.
— Está bien. —acepto a regañadientes.
Me da una sonrisa arrogante y me ofrece su casco. Creo que acabo de
aceptar un viaje de ida al infierno.

Sabía que serías un problema.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora