Capítulo 12 {Las jodidas dos palabras.}

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Cuando termino de contar toda la historia, por segunda vez en el día,
Megan tiene la mandíbula por el piso.
— ¡POR DIOS! Te enganchaste con el jodido-cuerpo-hermoso de Justin,
¿y no me lo dijiste? —chilla enfadada. Bien… no pensé que me iba a
decir eso.
— Yo... bueno, si...
— No lo puedo creer. ¡TE ENVIDIO! Primero Logan, después Derek no
puede sacarte los ojos de encima y… ¡Justin!
— ¿Quién es Derek?— pregunta mamá alzando una ceja.
— Era mi "cita" en el cine. Pero se la pasó babeando por Abby, y en la
fiesta…
— Bueno, bueno. Él no es importante —interrumpo. No quiero que
mamá empiece a acosarme con él también. Ni siquiera tenemos nada.
—Humm… —dice mamá poco convencida.
— Apoyo la idea de tu mamá de tirarte de los pelos con Becca —dice
Megan.
— No escuché que ella dijera eso.
— Oh, bueno. Entonces es mi idea.
— Me parece una idea genial —añade mamá.
— La he escuchado algunas veces, diciéndome que envidia que
tengas unos padres maravillosos y tu cuerpo... y que los chicos siempre
babeen por tus piernas... ¡Pero pensé que era una envidia sana! Como
la de las amigas normales —explica Megan haciendo malas caras.
— ¿Sabes que tendrías que hacer? —interrumpe mi madre de repente
emocionada.
Me da miedo.
— ¿Qué?
— ¡Una fiesta!
— ¿Eh? —preguntamos Megan y yo al unísono.
— ¡Una muy perfecta fiesta sin que ella se entere! Y divulgar rumores
sobre que es una zorra —dice mamá con una sonrisa malvada.
— Pero... —empiezo y luego soy interrumpida.
— ¡Es perfecto! El fin de semana tu padre y yo podemos irnos a alguna
parte a descansar. El sábado haces la mejor fiesta de la historia y es la
excusa perfecta para cuando te pregunten como empezaste a
enrollarte con Justin … —empieza a divagar y puedo oír las ruedas
trabajando en su cabeza. Debo ser la única adolescente a la que sus
padres la obligan a hacer una fiesta. —Y hasta puedes dar el siguiente
paso —añade guiñándome un ojo.
POR EL AMOR DE DIOS.
Me pongo como un tomate y Megan me mira divertida tratando de no
reírse.
—Humm… sí, bueno... —balbuceo. ¡No sé qué decir!
— ¡Era un chiste! Aunque mientras no sea en mi cuarto no tengo
problema.
DIOS.
No creo que pueda sonrojarme más.
— ¿Pero con cuál de los dos? —dice Megan dándome una mirada
malvada.
— ¡Lo dices como si fuera una zorra!
— Oh, claro que no, cariño. — ¿Está diciéndolo con sarcasmo?
— ¡Tenemos que planear la fiesta! —chilla Megan emocionada.
Es viernes y estoy saliendo de clases.
Según mamá y Megan, no debo enfrentar a Becca hasta después de
la fiesta. Igual no la he visto mucho, está "deprimida" porque terminó
con Justin. Hablé con él y me dijo que ella se puso toda histérica cuando
empezó a decirle que no creía que debieran seguir saliendo. Que le dijo
que había una fila de chicos que estarían dispuestos a tomar su lugar y
no se iba a quedar con un chico sin sangre caliente en el cuerpo. Esas
fueron sus palabras exactas según Justin. Después se fue haciendo toda
una escena dramática.
Megan y yo la hemos estado ignorando estos últimos días, ya que, nos
encargamos de difundir el rumor de la fiesta de mañana en mi casa.
Obviamente, haciendo hincapié en que Becca no debe enterarse
porque se está enrollando con mi ex novio y estoy sumamente enojada
con ella. Cuando camino por el pasillo escucho susurros y algunos
pocos me saludan diciéndome "hasta mañana" con miradas cómplices.
Va a ser una gran fiesta. Megan le mandó mensajes a Derek para que
todos sus amigos vinieran y yo presiento que será un caos.
Salgo de la escuela.
Al fin.
Estoy caminando tranquilamente cuando siento que alguien me agarra
del brazo. Fuerte. Me paralizo. ¿Qué mierda...?
—Abby —dice Logan. No hemos hablado desde nuestra pelea.
— ¿Qué pasa?
— Quería hablar contigo.
— ¿Sobre qué? —pregunto precavidamente. No tengo ánimos para
discutir.
— Sobre tú... y yo.
— No hay un tú y yo Logan —decidí que no debo acercarme a él. No
quiero lastimarlo, debe ser muy feo y doloroso amar sin ser
correspondido. Además estos días me he estado liando con Justin … sería
como engañarlo, ¿no?
— Aún.
— Log… —me veo interrumpida cuando el pone un dedo en mis labios
haciendo que me calle. Me estremezco por la sensación. Todavía tiene
ese efecto en mí.
—No, Abby. Escúchame. —Lo miro a los ojos. A sus hermosos ojos
avellana que me miran con algo que no puedo descifrar. —Te amo. —
me dice y creo que deje de respirar. Ya me había dicho que estaba
enamorado de mí, pero no es lo mismo. No eran las jodidas dos
palabras. Las que toda chica quiere oír. Muerdo mi labio como siempre
hago cuando me muero de los nervios. —Y no voy a sentarme a ver
cómo estás feliz con otro.
¿Qué?
— Sí, ya sé... en este momento de la película el chico no correspondido
le diría a la chica "No importa si no estás conmigo, quiero que seas
feliz" y se haría a un lado. Pero eso es una mierda y en la vida real duele.
Lo intenté. Te juro que quise apartarme para que sigas con tu vida, pero
estar separado de ti, no formar parte de tu vida... me duele más que
cualquier otra cosa. No es que no quiera que seas feliz, ¡lo deseo! Sin
embargo, quiero que seas feliz conmigo. —Lo miro. No puedo creer
todo lo que está diciendo. —Ahora que al fin sabes lo que siento por ti,
no me voy a rendir —añade seriamente. Tiene una mirada de cachorro
enfermo de amor en el rostro mientras entrelaza sus dedos con los míos
—Quiero estar contigo. Quiero una relación seria. Las flores, el
romanticismo, los chocolates, las cosas cursis, las citas, los apodos
infantiles, los momentos empalagosos, la cena con los padres, los
susurros al oído, las serenatas, tomarse de las manos... —dice mirando
nuestras manos unidas. —Quiero bajarte las estrellas, quiero cantarte
canciones de amor todo el tiempo, quiero decir tonterías sólo para
hacerte reír, quiero besarte cada segundo del día, quiero acomodar tu
cabello detrás de tu oreja, quiero estar para ti cuando me necesites,
escucharte hablar sobre cosas sin sentido, ser el que limpie tus lágrimas,
el que está contigo cuando estás feliz, el que te hará hacerte enojar
solo para tener millones de besos de reconciliación. —Creo que ya perdí
la capacidad de respirar, de pensar, de hacer algo que no sea mirarlo
como una idiota. —Quiero que seas mía. —Susurra contra mis labios—
Quiero amarte el resto de mi vida.
Oh, por Dios. Antes de que pueda decir algo, sus labios están en los míos
y me derrito en la sensación.

Sabía que serías un problema.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora