Sabía que serías un problema.

Capítulo 10 {Nada es lo que parece.}

4/4.

— Humm… mis padres se han encariñado con Justin, creo. —digo. Esto
es incómodo.
— ¿Y qué hacia él en tu casa en primer lugar? —pregunta Logan
receloso.
— Bueno ya te dije que me trajo a casa, y… — ¿por qué tengo que
darle explicaciones? ¡Ni siquiera me dijo quién era la chica con la que
vino el otro día! — ¿No quedamos en que no teníamos que darnos
explicaciones? —pregunto irritada. Estoy demasiado cansada para
esto.
— Si, y yo venía precisamente a disculparme por ser un idiota hoy. Pero
veo que nuestra "discusión" no te importo en lo absoluto. —dice
dándome una mirada dolida.
Oh, Dios... no quería herir sus sentimientos, pero todo esto es tan
complicado…
— Logan...
— No. Está bien... yo fui el que empezó todo este lío de amistad con
derechos o como quieras llamarlo. No debí apresurar las cosas,
claramente no estás lista para una relación.
— No es eso. Es que hemos sido amigos por mucho tiempo y… no me
acostumbro a verte de esa forma todavía. Yo...
— Antes de que apareciera Justin en tu vida estábamos perfectamente
—responde cortante.
— ¿Qué? Si apenas nos hemos visto. Yo...
— ¿Crees que no me di cuenta de cómo lo mirabas en el cine? —me
grita. Logan nunca me ha subido el tono de voz. Jamás. Debe estar muy
herido. Muerdo mi labio. — ¿De cómo babeaste por él todo el jodido
tiempo? —la vena de su frente está a punto de explotar. Siempre
sucede eso cuando está demasiado enojado.
No sé qué decir así que permanezco en silencio. Tiene razón.
— ¡Es el novio de una de tus amigas! ¡Por Dios! —dice exasperado. —
¿En qué rayos estás pensando?
— Yo... —no tengo idea de cómo defenderme. Todo lo que dice es
verdad.
— ¡No, no tienes ninguna excusa! —me corta bruscamente— Apuesto lo
que sea a que se han estado besuqueando recientemente. Estás hecha
un desastre. —añade asqueado. El dolor en sus ojos es demasiado para
mí. Estoy al borde de las lágrimas, nunca pensé que lo lastimaría tanto.
No puedo hablar. Me merezco esto.
— Logan... — susurro débilmente. No sé qué decir para que sus heridas
se curen. Para borrarle esa cara desolada que tiene.
— No lo entiendes, Abby. No entiendes lo que se siente estar
enamorado de ti en secreto durante años, viendo como salías con
todos esos imbéciles, para que después… cuando al fin estamos
teniendo algo, corras con el primer idiota que se te cruza en tu camino.
— ya no puedo retener las lágrimas. ¿Ha estado enamorado de mí?
¿Por años?
— Me cansé. Estoy harto de esperarte y juntar las piezas de tu corazón
cuando los imbéciles te desilusionan. —Eso solo me hace llorar más
fuerte. No quiero perderlo. Es mi mejor amigo. Siempre ha estado para
mí. Pero no siento lo mismo... no lo quiero como algo más. Enrollarme
con él fue divertido, ardiente, todo lo que quieras, pero no era amor. Lo
que tuve con Justin  fue más lujuria que amor, pero había una conexión
más fuerte y sé que con el tiempo. Me voy a enamorar perdidamente
de él. No es justo para Logan. Pero... quiero que todo sea como antes.
¡Ugh! ¿Por qué es tan difícil?
Trato de formular todos estos pensamientos en palabras, pero Logan ya
parece decidido a no escuchar mis excusas ni opiniones. Lo perdí.
—No te preocupes. —Dice amargamente— No voy a contarle a Becca
tu pequeño y sucio secreto. —No puedo decir nada porque se da la
vuelta y regresa a su casa.
¿Qué he hecho?
Al día siguiente en la escuela, sigo totalmente deprimida. Estoy yendo
hacia mi casillero con los hombros caídos. No puedo parar de pensar en
todo lo que me dijo Logan. Suspiro. Tiene razón. Le rompí el corazón y
voy a decepcionar a Becca si se llega a enterar de mi pequeño
encuentro con Justin en la despensa. Ya no sé qué hacer. ¿Por qué no
me encontré con Justin antes? Todo hubiera sido más fácil.
— ¿Mal día? —pregunta Megan de pronto. Ni siquiera me había dado
cuenta que se había acercado.
— No tienes idea. —digo resoplando.
— Mmm... Has estado muy rara. ¿Qué pasó?
— Tuve una pelea con Logan. Definitivamente lo que teníamos se
acabó. Hasta creo que nuestra amistad corre riesgo —respondo.
Necesito hablar con alguien.
— ¿Qué? ¿Por qué? ¿Qué pasó? —me bombardea con preguntas.
— No puedo contarte aquí. Ven a mi casa después de la escuela y te
diré todo con lujo de detalles —necesito decirle toda la verdad. Me está
carcomiendo por dentro. Necesito una amiga en este momento.
—Bien, ¡pero más te vale!
Becca corre hacia nosotras.
— ¡Chicas! No van a creer esto —dice toda enojada. Oh, ¿Justin le habrá
contado algo? No lo creo, sino ella me estaría arrancando los pelos en
este momento.
— ¿Qué pasa? —pregunta Megan aún más preocupada que antes.
Pobre, tiene que lidiar con nuestros problemas.
— Lucas, acaba de mandar un mensaje diciéndome "tenemos que
hablar" ¿Qué rayos? ¿Va a terminar conmigo? —dice conmocionada.
Oh, Dios. ¿Va a terminar con ella? Me dijo que quería alejarse porque
era muy pegajosa, pero no pensé que sería tan pronto.
— ¿Qué? No lo puedo creer — dice Megan completamente en shock.
Si, nunca habíamos visto a ningún chico capaz de rechazar a Becca.
— ¡Sí! Pero si cree que él va a terminar conmigo está totalmente loco.
¡NADIE deja a Rebecca Willer! —chilla. Me da miedo cuando se pone a
hablar de sí misma en tercera persona. Me estremezco.
— Además, ¿por qué querría dejarme? Él es el que no me cumple como
novio. —Siguen divagando sobre que Justin es un idiota y que ella va a
terminar primero con él. Bla, bla, bla, no me importa. Cierro mi casillero.
— Tengo que ir a clases —les digo acomodando mis libros para irme.
— Pero todavía no tocó el timbre —dice Meg frunciendo el ceño.
— Quiero terminar de hacer la tarea. Nos vemos —no les doy tiempo a
responder porque ya me estoy alejando.
Entro al salón y me siento cerca de la ventana. Suspiro cansada y apoyo
mi cabeza en el escritorio. Un par de chicas que no conozco bien
entran chismoseando sobre algo. Agrh, no estoy de humor. Aun así las
espío a través del pelo que cae sobre mis ojos.
— ¡Sí! Escuché que se saltan casi siempre el tercer período para ir a
besuquearse tras las gradas. —dice la chica de la cola de caballo y
camiseta azul. Creo que se llama Mandy o Candy… algo así.
— ¿Qué clase de chica se enrolla con el ex de su mejor amiga? —
pregunta indignada la chica de blusa rosa.
— Oh, pero ya terminaron hace más de un mes, ¿no?
— Si, escuché que la engañó. Apuesto a que lo hizo con ella.
— Oh, Dios, ¿dices que la engañó con su amiga? ¡Qué horror! Igual los
rumores dicen que le puso los cuernos con la zorrita de segundo año
porque ella no quería acostarse con él. —Esperen un minuto. Ruptura de
hace un mes. Engaño. Zorra de segundo. No querer tener sexo. Eso es
demasiado familiar... No, no creo que hablen de Dave. ¡Además! ¿Qué
amiga mía se enrollaría con él en las gradas? Megan lo odia y Becca ya
tiene a Justin... fuera de ellas no tengo ninguna otra amiga tan cercana
como para que me afecte eso.
—Yo siempre supe que Becca era una perra —dice chica-azul. ¿ESTAN
MALDITAMENTE BROMEANDO?
— Para mí que está celosa de Abby porque ella es más ardiente. —
contesta chica-rosa.
— ¡Sí! Una vez escuché una conversación de mi hermano con sus
amigos y estaban hablando sobre con quienes se acostarían y ella salió
primera. ¡La envidio! Tiene unas piernas fabulosas y su cabello es tan
brilloso — ¿Qué? Interesante, pero… ya tengo suficientes chicos por el
momento.
— Y encima ni siquiera usa maquillaje. ¡Quiero tener esa piel!! —De
acuerdo… ¿Ahora es el momento de Envidien a Abby? ¿Qué diablos?
¿Becca y Dave? No puede ser cierto. De pronto ya no me siento tan
culpable por lo que pasó ayer.
Me levanto. Tengo que averiguar si todo es verdad. Las chicas miran en
mi dirección como si recién se dieran cuenta que había otra persona
más en el aula. Cuando me reconocen quedan boquiabiertas.
— ¿Qué diablos dijeron? —pregunto abruptamente.
— Qué tus piernas y cabello son asombrosos —responde chica-rosa con
una sonrisa.
Como si cayera en eso.
— ¡Sí! ¿Que shampoo usas? —pregunta chica-azul.
— ¡Sobre lo de Becca y Dave! —grito exasperada.
— Es solo un rumor… sobre que se besuquean en las gradas... ya sabes
cómo son los rumores… —dice chica-rosa rodando los ojos. Este es el
tercer período. Tengo que verlo con mis propios ojos.
—Gracias. —digo antes de salir por la puerta. Me perderé la clase. No
me interesa. Estoy tan cabreada que podría romper algo o golpear al
primero que se me cruce.
Corro hacia las gradas y al llegar noto que no hay nadie. Tal vez solo era
un estúpido rumor. Suspiro de alivio y cuando estaba por darme vuelta e
irme, escuchó una risita. Conozco esa risa.
Becca.
¡Oh, Dios! Es cierto.
Me acerco un poco al lugar donde creo que escuche el ruido y veo a
Becca en el regazo de un chico rubio. Él está besando su cuello,
seguidamente, el chico alza la mirada. Es Dave. Dios. Y me está mirando
sorprendido mientras se separa del cuello de Becca. Estoy parada. Con
la boca abierta. Viéndolos. No puedo moverme, parezco congelada en
mi lugar, como si estuviera jugando a las estatuas.
Me sonríe maliciosamente antes de dirigir su boca a los labios de
Becca. Ella está de espaldas y claramente no se dio cuenta de nada.
Durante todo el beso Dave tiene sus ojos fijos en los míos. Está
disfrutando de esto. Creo que es una especie de retorcida venganza.
No entiendo de qué se estaría vengando, si él fue el que me engañó. Lo
único que hice fue rechazar tener sexo con él. Menos mal.
De pronto ya no aguanto más ver esta escena y obligo a mis pies a
moverse. Corro lejos. Lejos de Becca. Lejos de los ojos de Dave
mirándome con placer. Lejos de todo lo que pasó con Logan. Lejos de
lo que hice con Justin. Lejos del caos en que se convirtió mi vida. No sé a
dónde voy, lo único que sé es que todo lo que creía que era de una
forma, en realidad es una mierda.