-Señorita Steele estamos felices de anunciarle que ha sido aceptada en nuestro departamento administrativo, ¿podría presentarse mañana para darle un recorrido y comenzar a explicarle sus deberes?
-¡Sí! Estaré ahí, sin problema -daba saltitos mirando a Kate- muchas gracias, de verdad.
-Un gusto, nos veremos mañana a las nueve, que tenga un buen día.
Cuando cuelgo el teléfono mi amiga salta y me abraza, por fin encontré un trabajo en una editorial, así podré estar cerca de mis dos pasiones lo que me hace tremendamente feliz, y aún más el hecho de mi sueldo de cinco cifras al mes, así que me voy encantada de compras en busca de algo digno de mis primeros días de trabajo, estaba tranquila pensando que mi mala suerte estaba ahora conmigo pero resultó que no, o al menos no del todo: al llegar a la caja la mujer luego de marcar mis compras me aplicó un descuento por aniversario y cosas que no entendí y terminé pagando menos de la mitad, así que salí con el ceño fruncido de ahí pero cuando puse un pie en la calle un auto pasó a toda prisa sobre un charco dejándome hecha un desastre.
-Algo anda mal -me dije en voz alta rumbo a la parada del autobús.
Me faltaba la mitad de mi mala suerte, o sea que Grey aún la tenía y yo no sabía si valía la pena recuperarla o dejarlo acostumbrarse a vivir así.
Lo seguí meditando hasta el día siguiente cuando me presenté en mi nuevo empleo en la editorial SIP, solo entrar me golpeó ese aroma a libros y café, aunque también pude oler a madera recién cortada y había algunas personas con monos de trabajo azul chillante.
-Bienvenida señorita Steele -me dijo la misma chica que me había recibido en la entrevista- hoy como verás estamos un poco atareados pero no te preocupes por eso, de hecho la oficina donde estarás ahora mismo esta sufriendo una renovación.
-Oh bueno, supongo que para hacer espacio para todos.
Ignora mi respuesta y me da un paseo por las instalaciones explicándome los departamentos, presentándome ante todos, en algún momento tiré una taza de café pero por suerte estaba vacía así que no hubo más inconvenientes, luego me llevaron con el diminuto departamento de administración que me comenzaron a explicar lo que me iba a corresponder en el trabajo, pongo atención a todo lo que me explican los dos chicos y a los minutos me doy cuenta que son muy amables y nos llevaremos bien, uno de ellos muy sonriente lo dice en voz alta pero luego sus hombros caen algo derrotados.
-Bueno, eso si seguimos por aquí.
-¿Porqué no seguirían aquí?
-Resulta que acaban de comprar la empresa, ni siquiera sabíamos que estaba en venta.
-Debieron llegarle al precio a Jerry -dice el otro chico.
-Um, debe ser reciente ¿no?
-Sí, nos llegó un correo el lunes -el día en que yo había hecho la entrevista- desde entonces hemos estado con un montón de gente aquí y allá trabajando en la remodelación del edificio.
Eso suena sumamente sospechoso para mí.
-Pero nos beneficia, es decir nos van a mover a una oficina más grande y para tu mayor comodidad, como eres una chica, vas a tener tu propio espacio.
-Y tu propio baño.
Eso es aún más raro, empiezo a golpear el suelo con mi pie de forma rítmica, mi mente empieza a ir a mil por hora pensando en una sola posibilidad, suelto el aire con más fuerza de lo normal y me miran algo confundidos.
-¿Pasa algo?
-Solo me pregunto quién habrá hecho esa repentina compra.
-Un tipo rico con una gran empresa, ese CEO joven, ¿cómo se llamaba?
-¿Green?
-Grey -sentencio.
-¡Ese! Bueno, el correo venía con su firma pero, debes saber, todo debe ser confidencial así que no debe salir del edificio esta noticia, tú puedes saberlo porque vas a trabajar aquí así que no veo problemas con eso.
Yo sí veía el problema, de hecho lo veía sumamente grande, terminamos charlando un rato más, me mostraron cómo usar los programas de la computadora y nos despedimos al mediodía, mi empleo oficialmente iniciaría el lunes en la mañana pero no pensaba presentarme.
Bueno sí, porque me esperaba un gran sueldo, pero antes debía aclarar algunas cosas con Christian, me subí a Wanda y conduje hasta el edificio, les dije que iba a visitar a mi prima y no hubo problema en dejarme entrar -solo mi falda atorarse en la puerta del elevador pero no pasó a mayores esta vez, solo subí un piso para después escabullirme al estacionamiento -y evitar problemas con el elevador- buscar el auto de Grey y meterme en los asientos traseros, yo sabía que estaba en una zona privada y la cámara nunca apuntaba al costado, me arrastré como pude y me recosté a echar una siesta esperando por él, sabía que hoy salía antes así que posiblemente solo esperaría una hora, y así fue, me metí lo más que pude debajo del asiento cuando escuche pasos acercándose, poco después Taylor y Christian suben y, para mi consternación, el auto no enciende.
-Debe ser algo eléctrico -murmura Taylor- iré a revisar.
-¿Deberíamos irnos en otro auto?
Nononononononononono.
-No creo que sea necesario, espere un minuto.
Sísisisisisisisisisi.
Cuando el intimidante hombre baja, Christian suelta un suspiro largo, estoy pensando cómo hacer mi triunfal entrada...
-Sé que estás aquí, Ana.
¡Qué!
-No se como entraste -sigue- pero el auto no sirve porque ambos estamos dentro.
-¿Cómo diablos lo supiste? -mi cabeza sale de entre los asientos traseros.
-Porque he entendido algo mucho antes que tú, así que ponte el cinturón, hablaremos en mi departamento.
-No quiero hablar contigo.
-Entraste a mi auto, en mi estacionamiento de mi edificio, perdona pero estoy seguro que viniste hablar conmigo -me mira sobre su hombro- te enteraste de lo de SIP.
-Claro que me enteré, estoy furiosa, creí que había conseguido un trabajo por mi cuenta y resulta que me lo compraste.
-No fue así -en ese momento el motor del auto enciende, Taylor vuelve dentro y comienza a conducir- vamos a casa de mis padres Taylor, quiero hablar con la señorita Anastasia en la casita del embarcadero a solas.
-Claro señor, señorita Steele.
-Taylor -digo roja hasta las orejas.
Entonces llegamos a la casa de los Grey, pero no vamos a la casa, hay un enorme jardín donde fácilmente podrían construir un complejo turístico y caminamos lado a lado hasta lo que parece una pequeña costa con una enorme casa que resulta ser el embarcadero, precioso, hay una pared de cristal que llena el interior de arcoiris, lo hace muy mágico, casi olvido que estoy molesta con él hasta que se pone delante de mí y cruza los brazos.
-Ana.
-¿Christian?
-He descubierto algo.
-¿Descubierto?
-Tú y yo.
-¿Yo?
-Somos almas gemelas.
¿¿¿¿¿¿¿SOMOS???????

ESTÁS LEYENDO
Asistente|Relato|Christasia
FanfictionUna vez más reescribo la historia a mi manera. Solo intentaba ayudar a su prima para que disfrutara de su luna de miel, pero luego las cosas una tras otra comenzaron a ir mal no solo para ella, sino que cada vez parecía compartir su mala suerte con...