Alexandra Holden llega a Los Angeles para cumplir su sueño de trabajar como directora de cine.Lo que no espera es encontrarse con gente nueva que cambiará su vida de una u otra manera, entre ellos, Vinnie. Él tiene otros planes para ella.
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Alex
Las chicas duermen a mi alrededor tranquilas y yo solo trato de no hacer ruido con mis llantos. Imaginarme a Vinnie riéndose de mí antes de venir a buscarme a la academia me destrozaba. Pensar que mientras yo recordaba la mejor noche de mi vida, él se burlaba y aceptaba dinero a costa de esa noche me dejaba sin aliento.
Me levanto para beber agua y agarro mi móvil, quedan un par de horas para que se despierten las chicas. Al menos ellas consiguen dormir. Tengo un mensaje de voz de Vinnie. Dudo si escucharlo y simplemente eliminarlo pero decido llevarme el móvil a la oreja.
- Alex.- su voz tiembla al otro lado del teléfono.- sé que me odias ahora mismo pero quiero decirte que no me voy a ir de la puerta de tu casa hasta que me escuches. No eres un capricho, te necesito en mi vida. Te quiero muchísimo, más que a mí mismo.
Dejo el móvil a un lado tratando de calmar mis llantos y me acerco a la puerta lentamente. Abro suavemente para no hacer ruido y me encuentro al castaño sentado en el suelo durmiendo con la cabeza entre sus piernas. Esta es de las noches más frías del año y está tirado aquí en camiseta de tirantes empapado por nuestra discusión bajo la lluvia.
Entro de nuevo a la casa y cojo una pequeña manta del salón para intentar taparle con ella. Lo hago suavemente para que no se despierte y me quedo unos segundos mirándole. ¿Y si realmente se arrepiente y no es para tanto?.
¿Y si es otra apuesta para recuperarte después de enterarte de todo?.
Me respondo a mi misma y me levanto para entrar en casa. Me quedo en la cocina mirando mis apuntes en la isla y rogando que fuera mañana ya para volver a mi vida normal.
Mi vida iba bien antes de conocerle, no sería un gran cambio. Iría a la academia, conocería gente y haría cómo si lo de Vinnie no hubiera ocurrido.
Vinnie
- eh, Vinnie.- la voz de Aaron y los brazos de dos de mis amigos a mi alrededor me despiertan. Lo primero que noto es una manta encima de mí que anoche no tenía.- ¿has pasado la noche aquí?.
Asiento y sonrío al ver que la manta es de Alex.
- Alex me puso esta manta, me va a perdonar. Estoy seguro.- hablo girándome hacia la puerta para golpearla.- Alex.- exclamo haciendo que los chicos se miren entre ellos.
- Vinnie, déjale tiempo.- habla Jordan esta vez.- entiende que se enteró ayer, no va a perdonarte así cómo así.
- te va a odiar más si no le dejas respirar unos días.- continúa Aaron. Me quedo callado unos segundos sin saber que hacer. No me quería ir, me daba miedo que pensara que ya me había rendido pero Aaron tiene razón.
Dejo la manta en su puerta y subo con los chicos a casa.
Alex
Oímos a Vinnie llamarme mientras desayunamos en la cocina. Las chicas me miran confusas y yo solo decido ignorarle y seguir bebiendo mi café hasta que las chicas tienen que irse. Nessa va a ver a Josh.
Tras unas horas sola en casa viendo series e intentando evitar pensar en Vinnie, acabo durmiéndome sobre el ordenador portátil.
