Alexandra Holden llega a Los Angeles para cumplir su sueño de trabajar como directora de cine.Lo que no espera es encontrarse con gente nueva que cambiará su vida de una u otra manera, entre ellos, Vinnie. Él tiene otros planes para ella.
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Alex
- vale vale, relajaros.- digo balbuceando y tambaleándome mientras subo al coche de mi hermano.- ¿estás tratando de tocarme en partes indebidas?.
Sonrío al ver como las mejillas de Vinnie enrojecen.
- Alex, cállate.- acota cerrando mi cinturon y saliendo del coche dejándome junto a mi hermano y Dylan arrancando.
Le miro mal, no entendía porque me hablaba así. Observo por la ventana como se queda parado en la acera junto a los chicos que están esperando un taxi. El castaño mete las manos en los bolsillos y me hace un mueca burlándose de mí para acabar mandándome un beso con la mano.
No sabía si era cosa mía por la cantidas de alcohol que había consumido o si Vinnie realmente era tan bipolar.
- despacio.- dice Dylan agarrándome del brazo mientras subimos las escaleras del edificio.
- no sabes beber, Alexandra.- acota mi hermano mientras saca las llaves y abre.
- si que sé, solo tienes que tragar liquidos idiota.- me quejo dándole una patada en cuanto llegamos a entrar a la casa. Quería hacer que Jack cayera pero acabe cayendo yo por los mareos.
Camino junto a mis dos chicos hacia la habitación y mi hermano avisa de que va a ir a cerrar la puerta. Me deja con Dylan desatándome los zapatos.
- mañana vas a tener una resaca terrible.- murmura en un tono lo suficientemente audible.
- mañana es treinta y uno de diciembre, me da igual tener resaca.- respondo encogiéndome de hombros. Él castaño solo niega y me obliga a tumbarme para poder taparme con la manta. Ni que tuviera tres años.
- buenas noches, Alex.- sonríe levemente y entonces me doy cuenta de que Vinnie tiene razón; Dylan se parece a Leonardo DiCaprio.
- bon nuit, monsieur.- respondo sin darme si quiera cuenta de que estaba hablando otro idioma.
Vinnie
Llego a la Sway con todos y con un dolor de cabeza inmenso. Supongo que la causa es el alcohol mezclado con tener que estar pendiente de los actos de Alex borracha.
Entro a la que es mi habitación en esta casa a pesar de que mi verdadera casa está en el edificio de Alex.
Todos van a las suyas y yo me quedo observando la caja del vestido que le había comprado a Alex para navidad. Mañana se lo llevaré, yo no tengo nada que hacer con él, era para ella.
No puedo evitar pensar en si su actitud cambiaría mañana al estar sobria. Esta noche me había besado y sigo dudando en si realmente soltó que me quería; era demasiado bueno para ser real.
Enciendo el ordenador portátil y me pongo a ver Euphoria. Alex y yo no la habíamos llegado a acabar. Ni siquiera podía concentrarme en el capítulo, solo pensaba en ella tumbada entre mis brazos y jugando con sus dedos en mi pecho.
