Ethereal; Vinnie Hacker

43,

Vinnie

Le doy golpecitos al volante mientras trato de calmarme.

-es una cita, Vinnie; una simple cita.- hablo solo suspirando.- no es la primera vez, relájate.- digo antes de darme cuenta que sí, si que es mi primera cita.

Jamás había hecho algo así, solía conocer a chicas de parte de amigos y caían la primera noche asi que ni siquiera tenía que intentar acercarme de otra manera.
Alex es mi primera cita y eso me aterra.

El sonido de la puerta del portal de nuestro edificio cerrándose me llama la atención girándome.
Mi morena lleva un vestido negro que realza sus curvas. La botas negras la hacen ver más alta. (outfit de los dos en la multimedia).

Sonríe al verme y yo sólo logro girar mi cabeza hacia mi ropa y bufar. Ella iba perfecta, como siempre, y yo iba ridículo.
Por primera vez desde mi graduación, me he puesto una camisa de vestir más formal, de estampado leopardo. Aún así es algo suelta y tengo los botones algo desabrochados.

Salgo del coche nervioso y voy al otro lado para abrirle la puerta. ¿Debía abrirle la puerta?, ¿y si piensa que es una falta de respeto?.

- h-hola.- saludo en cuanto llega junto a mí. Está aún más guapa de cerca.

- hola.- dice sonriente pero mirándome algo confusa. Abro la puerta para que entre esperando que no me diga nada malo.- gracias.

Suspiro aliviado y corro al otro lado para subir yo.

- estás preciosa.- digo exhausto al girar mi cabeza hacia ella.

- gracias. Tú tambien.- agradece algo más timida.- es la pirmera vez que te veo en camisa.-suelta una risilla adorable mientras yo arranco.

- ¿te gusta?. He intentando vestirme más formal, no sabía que se suele poner la gente para estas cosas.- trato de explicarme sin tartamudear.

- ¿qué te solías poner en tus otras citas?.- pregunta mientras se abrocha el cinturón.

- nunca he tenido una cita.- respondo sin más aunque algo avergonzado.

- ja ja ja.- ríe irónica mirándome. Al ver que no digo nada se pone seria.- ¿en serio?. ¿Soy la primera cita de Vinnie Hacker?. No me lo creo.

- te lo prometo.- sonrío y la miro cuando paramos en el restaurante al que la iba a llevar.

Me había pasado la noche buscando los mejores restaurantes de todo Los Ángeles para que fuera la noche perfecta.
Desde este se podía ver toda la playa y parte de la ciudad.

Entramos al lugar y doy mi nombre para que nos lleven a la mesa que había reservado.

- ¿desean algo más?.- pregunta el camarero tras pedir nuestros platos.

- no, por ahora no. Gracias.- niego su petición y devuelvo la mirada a la morena que tiene su vista en la playa. La brisa de la terraza mueve su pelo ligeramente y bajo mi mirada a su cuello. Aún llevaba mi collar, el que yo le había dado cuando oficializamos nuestra relación.
Siento un pellizco en el pecho al darme cuenta de lo ensimismado que estaba con ella, podría quedarme horas, días, semanas...mirándola.

- ¿los chicos salen hoy?.- pregunta sacándome de mis pensamientos.

- sí, eso creo. Iban a ir a un club del centro.- respondo recordando a todos mis amigos insistiendo en que fuera.

- las chicas también iban a ir a uno, creo que van a quedar todos.- contesta con una expresión pensativa y apoyándose en su mano.

- ¿has rechazado ir al club con ellas para venir aquí conmigo?.- cuestiono sorprendido. La verdad, ni si quiera me creía que estuviera aquí, frente a mí, dándome otra oportunidad.

- sí, no te iba a dejar plantado.- responde riéndose levemente antes de ser interrumpida por nuestra cena.

¿Qué había hecho para merecer alguien así en mi vida?. No me merecía a Alex, es demasiado para mí.

-Vincent, ¿puedo probar tus bolas de queso?.- cuestiona llamándome por mi nombre completo y haciendo puchero.