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Los rayos del sol que a penas se asomaba hacían iluminar tenuemente la habitación, justo en el momento en que la puerta fue abierta.

Exaltado, abrió los ojos y se sentó en el centro de la cama. Su cuerpo dolía, especialmente las múltiples heridas en su rostro, pero sentía que había despertado de una terrible pesadilla, o eso pensaba hasta que vio a su madre bajo el marco. Todo volvió a su cabeza.

ㅡMadre, ¿qué le trae por aquí? ㅡcon la voz ronca, atinó a cuestionar. Su vista seguía borrosa y la desorientación aumentó, causando que se recostara sobre uno de sus antebrazos.

La mujer no dijo nada, hasta llegar a sentarse a los pies de la cama. Taemin sintió el peso y le hizo reaccionar con extrañeza, ella lucía tan serena.

ㅡAnoche hubo un percance ㅡinició, observando hacia la ventanaㅡ. Pronto una de nuestras enfermeras vendrá a curarte, y después de eso, te esperamos en el desayuno.

Desconcertado, así era como se sentía. No sabía qué estaba pasando, si estaba soñando, o simplemente no entendía por qué la Reina no arremetía en su contra como solía ser usualmente.

Su mirada se perdió entre las sábanas, hasta dirigirse a la de la figura femenina, quien no parecía tener la intención de dirigirse directamente a él. Permanecía recta, con sus ojos perdidos en el amanecer, y su rostro era extrañamente neutro.

ㅡ¿De verdad se ha enterado de lo que pasó?

ㅡOtro de tus descuidos e infantilismos, Taemin ㅡrespondió de inmediato, llenando su pecho de aire que terminó expulsando violentamenteㅡ. No sé qué es lo que sucede por tu cabeza pero lo mejor es que lo detengas, por tu propio bien, ¿puedes entender eso?

Ahí fue que ella dirigió su enfoque a su hijo, de manera firme.

ㅡNunca creí que había criado a una persona como tú, tampoco pensé en ver aquello que has estado demostrando los últimos días, ¿te parece eso lo adecuado para un Príncipe? ¿Para alguien de nuestra altura? ¿Acaso no sabes lo que puede suceder si te sigues arriesgando de esta manera? ㅡsu voz se alzó un poco, frunciendo el ceño y levantando el mentónㅡ. No puedes continuar con esta clase de comportamientos, Lee Taemin, porque además no sólo eres un Príncipe, sino que ahora serás un hombre casado.

ㅡNo quiero casarme ㅡmurmuró, ya no tenía nada qué perder.

Sus sentimientos nunca antes estuvieron más claros, ni tampoco su valor tan a flote. Desconocía qué proseguía pero había dejado de importar, porque lo único que de verdad tenía peso para él era Chittaphon. Su padre se había encargado de matar el apego que sentía por el tipo de vida que llevaba, porque siempre había sido todo a costa de apariencia y una jerarquía turbia e irremediablemente remarcada. No quería más de eso, y si tampoco podía estar con la persona de la cual se había enamorado, prefería morir decapitado.

Sin embargo, la respuesta que recibió lo dejó petrificado.

ㅡEso lo sé ㅡla mujer negó, volviendo a desviar su mirarㅡ. Taemin, nunca me importó la manera en que tu padre ha decidido llevar el mando porque tampoco vi en ti ni un atisbo de molestia, hasta que de pronto noté que habías cambiado. Tampoco me importaba, sigues llevando sangre real en las venas y sabía que harías lo que fuera necesario para hacer valer ese honor... Pero, anoche, cuando supe que casi perdía a mi hijo en manos de mi propio esposo, yo también cambié de parecer.

El rubio no dijo nada mientras escuchaba todo, estupefacto. Sus ojos picaban, mas no lloraría frente a ella, jamás le fue permitido y eso sería algo que nunca se borraría. Era muy tarde para eso.

ㅡNo puedo ofrecerte nada, no puedo ayudarte, solamente me gustaría que sepas que, lo que has estado experimentando fue algo que en mi juventud también llegué a sentir ㅡconfesó al continuarㅡ. Todo este tiempo había pensado que estaba protegiéndote; no tiene caso pedir disculpas, simplemente, te comprendo, eso es lo que quiero que sepas. Sin embargo, al final debes hacer lo correcto, cumplir tus deberes, y yo lo lamento por ti.

Pudo entender a qué se refería. Por primera vez, sentía que alguien de verdad podía ponerse en sus zapatos, eso fue lo que ella trataba de decir. Pensó que seguramente ella tampoco había tenido un buen final, ¿cómo haberlo imaginado?

Solamente vivían para actuar como les correspondía según las reglas, según el régimen.

ㅡ¿Puedes estar a salvo? ¿Puedo pedirte que por favor, tomes el camino adecuado de ahora en adelante, hijo?

Todo eso lo llevó a tomar su decisión, aguantando el ardor que las heridas en su cuerpo desprendían justo en ese instante.

ㅡHaré lo que debo hacer, madre.

Criminal [TENMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora