Always (Draco Malfoy y Tú)

XV Arrepentimientos

Luego de clase de pociones con Snape, que por cierto era la última clase. Nos fuimos directo a las habitaciones a alistarnos para la cena, mientras me cambiaba la camisa por algo un poco más abrigado entró Harry
—¡Por Dios, Harry! ______ está cambiándose—dijo Hermione intentando sacarlo de la habitación, yo me puse el suéter rápido y mientras me ponía la túnica sentí como alguien me tomaba por las muñecas.

—¡Auch!—exclamé. Draco me había dejado pequeños moretones
—¿Fue él, verdad?— Preguntó Hermione, en su cara se notaba que estaba enfureciendo
—Claro que no, fue un accidente— Dije para salir de la habitación y dirigirme al gran salón.

Comimos entre risas junto con los Weasley que no dejaban que Hermione comiera tranquila.
Al terminar la cena nos levantamos para ir a a nuestra sala común, pero giré hacia la salida del castillo

— ¿A donde vas, ________? La sala está para allá— dijo Fred, haciendo obvio que me estaba yendo.
—Quiero tomar un poco de aire, fue un día complicado— me excusé
—Puedo acompañarte, si quieres— se ofreció Harry
—No se preocupen, volveré rápido...lo prometo.

Antes de que se giraran para seguir su camino, Hermione me tiró una de sus miradas sospechosas. Le resté importancia y caminé hacia la torre de astronomía.
—¡Boo!— gritó alguien detrás de mi
—¡Joder Harry, te dije que fueras a descansar!
Me había asustado de una forma horrible.
—¿No puedo acompañarte? Estás muy sospechosa Vanderwood, ¿No es una salida inocente verdad?
—Claro que lo es Harry, puedes por favor confiar en mi?
—Está bien, pero te esperaré en la sala común
—Bien

Subí las escaleras a la torre de astronomía y las piernas me temblaban. Estoy segura de que no era por el frío, era por los nervios. Subí el último escalón y ahí estaba Draco, viendo a las estrellas.

—No sabía si vendrías—dijo sin mirarme
—No sabía si debía venir— respondí mientras me ponía a su lado— Fuiste tú...
—Yo que, _________. Habla claro—dijo aún sin mirarme
—Tú fuiste quien nunca respondió ninguna carta.
Empecé a caminar por toda la habitación, no quería y no podía mirarlo a los ojos
—Claro que respondí, lo hacía semanalmente...hasta que tus cartas dejaron de llegar.
Draco aún no me miraba, lo cual me hizo sentir más cómoda.
—Draco...se de las intenciones de tu padre. Ya sabes...con Astoria.
Ese había sido el motivo por el cual había tomado la varita de Madame Maxime hace unos años. Quería persuadir a Lucius.

—No me cambies de tema, _______
—Draco, te juro que si te respondí e incluso aunque tú no lo hacías. Envié cartas en cada uno de tus cumpleaños.
me acerque a él
—¿puedes por favor mirarme? Me desesperas— pedí con la voz entrecortada por la rabia.

Me miró y en sus ojos había enojo, pero también un brillo especial. Lo conocía bien.
— ¿Por que no me dijiste que estabas aquí?—volvió a desviar la vista
—Por que estaba enojada...tú y tus imbeciles guardaespaldas, las cartas, tu actitud de mierda. Yo...simplemente fue demasiado,Draco.
—Era tú mejor amigo...me dejaste sufriendo solo.
Sabía lo que el quería hacer. Se puso en papel de víctima
—¡Ajá! Claro que si— dije sarcástica—pues como siempre; Draco es el que más sufre ¿Por un momento puedes pensar en alguien que no seas tú?
Había empezado a enojarme, esta era la charla que no quería tener
—Toda mi vida pensé en ti, _______ y me engañaste.
—No te engañé...simplemente no sabías nada, pero...solo soy una sangre sucia ¿verdad? No deberías juntarte conmigo. Nunca debiste ser mi amigo.
—Lo siento, siento mucho haberte hecho pasar por eso— dijo mirándome.
—Tú nunca te arrepientes de nada,Draco ¿Por que lo harías exactamente ahora?
Me acerqué a el con la intención de intimidarlo, pero sabía que no iba a servir de mucho.

De un momento a otro sentí como el me había estampado contra la pared y sus labios intentaban captar los míos en un beso.
Joder. El tenía una maña con estampar contra las paredes.
En ese momento vino a mi mente cuando lo vi discutir con Cedric y lo que me había dicho.
Lo empujé con todas mis fuerzas y casi hago que choque con un telescopio
—Aléjate Draco. Lo sangre sucia no se me quita de la noche a la mañana y al parecer, eso es algo que te afecta demasiado.

Bajé las gradas de la Torre de astronomía corriendo, incluso tropezándome en muchos de los escalones.
Llegué a la sala común y ahí estaba Harry, mirando al fuego.
—Ya llegué Potter, te dije que sería rápido. Buenas noches.
Iba subiendo las escaleras, cuando pidió que me detenga. Se me acercó y puso uno de sus dedos a un costado de mis labios
—Se te corrió el labial cuando saliste a tomar aire–dijo y se fue lentamente a su habitación.