XCVII Navidad

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La navidad había llegado, las calles y jardines estaban cubiertos de nieve y luces de colores, además de los vibrantes colores rojo y verde.
Había decidido que esta mañana iría a ver a McGonagall, quien seguramente, estaría con los estudiantes que no regresarán a casa para las vacaciones de navidad.

—Buen día— saludó Draco, mientras dejaba un pequeño beso sobre mis labios
—Buen día...me acompañarás a Hogwarts, ¿no?— pregunté mientras me levantaba de la cama
—No lo creo, me quedaré aquí con los niños y prepararé la cena
—Bien...llegaré lo más temprano que pueda
—¿solo seremos nosotros cuatro?— preguntó mientras ponía a Ara en su silla para comer
—Si. Haz algo simple, no creo tardar demasiado.

Tan pronto como llegue a Hogsmeade, me dirigí a Honeydukes para comprar algunas golosinas

—Hola señores Flume— saludé a la pareja, quienes acomodaban unas bombas de chocolate en el mostrador
—Hola _________. ¿Que llevarás el día de hoy? Hace meses que no te vemos.
—Lo sé, desde que Draco se mudó desde Wilshire a Londres conmigo fue todo bastante complicado, aunque ahora estamos mas cerca de acá
—¿Cuánto tiempo ya tienen los bebés?— preguntó atenta la señora Flume
—9 meses hace unos días— comenté mientras miraba los estantes para estar segura de que me llevaría
—Cómo pasa el tiempo, si ayer estabas en cuarto año y hoy ya tienes 20 años— comentó Ambrosius mientras me veía con tristeza
—¿Que te pongo en tu bolsa, cariño?— interrumpió su esposa
—Un paquete de "Moscas de café con leche" y dos paquetes de sapos de menta, por favor— pedí mientras sacaba mi billetera
—Serán 25 Sickles.
—Aquí tiene. Muchas gracias y felices fiestas— me despedí y empecé mi caminata hacia Hogwart, pase por La Casa de los gritos, Zonko y recordé todo lo qué pasó años anteriores, cómo había pasado por tantas cosas con mis actuales amigos y pareja, como es que casi muero en la batalla y como muchas personas nos dejaron atrás.
En el camino abrí uno de los paquetes de "Moscas de café con leche" y comí uno por uno, hasta que la mente de una madre me habló "Si sigues comiendo no terminarás la cena" así que guardé todo en mi bolso.
La nieve era cada vez más espesa y estaba segura de que la nariz ya se me había congelado.
Luego de 10 minutos caminando llegué a los terrenos de mi antigua escuela
—¡_________!— gritó una voz chillona que reconocí al instante...
—Buenas tardes profesor Flitwick— saludé amable
—Ya no soy tú profesor, llámame por mi nombre— me tomó la mano y la estrujó con mucho entusiasmo
—Está bien. Vine a desearles feliz navidad y a ver si podía hablar con McGonagall— confesé
—Sígueme, ella ya te estaba esperando— dijo guiñándome un ojo.
Me acompañó hasta la antigua de Dumbledore y después de decir la frase mágica "Pay de limón" subí las escaleras de caracol

—¿Puedo pasar?— pregunté mientras giraba el cerrojo
—Adelante, Vanderwood
—Hola Minnie— me dirigí hacia ella y me estrechó en sus brazos.
—Cómo te he extrañado __________
—Pero que dices, si hemos estado comunicándonos por cartas— respondí confundida
—Lo sé, pero no es lo mismo que tenerte aquí, estudiando. Dejaste de venir desde que te convencí para que le cuentes al señor Malfoy, que los bebés eran de el
—Es cierto...ser madre no es tan sencillo y estamos hablando solo de dos criaturas a mi cargo, tú tenías como doscientos— comenté graciosa, mientras me acercaba hacia su chimenea
—Habrás viajado todo el día para llegar aquí
—De hecho no...aún tenemos Polvos Flu— dije mientras quitaba mi abrigo— eso me recuerda. El profesor Flitwick dijo que sabrías que vendría ¿Cómo?— pregunte extrañada
—Es fácil, __________. Cada año que estudiaste aquí, incluso cuando ya no lo hacías, me enviabas un obsequio el 24 a media tarde. Sin embargo, el año después de graduarte no me enviaste nada, pero apareciste tú ese día. Es por eso, querida _________ que cuando no das nada es porque crees que con tu presencia es suficiente y si, claro que lo es— respondió mientras dejaba una taza de chocolate caliente en mis manos
—¿Soy tan predecible?— pregunté atónita
—No. Te conozco bien, esa es la diferencia
—Minnie, tengo una pregunta— comenté mientras revolvía mi chocolate con una cucharilla
—Mientras no vuelvas a decirme "Minnie" te responderé lo que sea
—Lo lamento, olvide que no te gusta ese apodo
—Si me gusta...simplemente que los que me lo pusieron tuvieron un fin trágico, es solo un mal recuerdo. Sigue con tu pregunta
—¿Porqué no me quedé en Gryffindor?
—Sabes lo qué pasó con Tonks, Lupin y sus Patronus. ¿Verdad?
—Si...¿que tiene que ver eso con mi casa?
—El patronus de Tonks cambió cuando cayó perdidamente enamorada de Remus. Tú corazón cambió al darse cuenta de que amabas a Draco, además Dumbledore te necesitaba ahí. Eras la única que podía y puede proteger a Draco, de lo que sea.
—¿Eso no es completamente Gryffindor?
—Oh, claro que lo es, pero el sombrero también estuvo de acuerdo en que serías una gran arma de Slytherin y el sombrero nunca se equivoca.
Pasaron las horas y había llegado el momento de irme, tenía que llegar a tiempo a Burgin y Burkes para poder usar su chimenea y volver a mi casa.

—Feliz navidad McGonagall y gracias por todo— me despedí con un abrazo
—Feliz navidad, _________

Always (Draco Malfoy y Tú) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora